*1 de Noviembre de 2016*
Después de la universidad Mica, Paty, Aylu y yo nos fuimos a Córdoba para poder apoyar a Boca mañana en el partido contra Rosario Central.
Después de algunas horas de viaje llegamos allá y nos fuimos al hotel donde estaban hospedados los chicos, nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones y acomodamos un poco nuestras cosas cuando mi celular sonó, era un mensaje de Santiago en el que me decía que quería que fuese a su habitación porque quería hablar conmigo así que les puse cualquier excusa a las chicas y me fui, cuando llegué a la habitación toqué la puerta y entré rápidamente, él me agarró de la cintura y me besó para luego llevarme a la cama, me acostó despacio y de la misma manera empezó a sacarme todo al igual que yo a él.
-Te amo- me dijo mientras me besaba.
-Yo también te amo
Despacio empezó a entrar en mí haciéndome gemir sobre sus labios, me acarició la mejilla y siguió con sus movimientos mientras seguía diciéndome lo mucho que me amaba. Al rato llegamos al orgasmo y nos besamos, él se puso a mi lado y me abrazó, los dos quedamos en silencio un buen rato, él me acariciaba la espalda y yo a él la nuca.
-Perdoname por ser tan cobarde de no oponerme a lo que te hizo Silva
-No sos cobarde, entiendo que no queres pelear con nadie para evitar líos
-Sé que si me peleo con Silva o Pablo me echan del equipo, aunque por vos hago lo que sea, como si me mandan a Almirante Brown
-No amor, no por mi culpa vas a joder tu carrera
-Bueno
-Será mejor que me vaya antes de que alguien se dé cuenta
-Está bien, en la noche nos vemos en la cafetería ¿sí?
-Dale
Me cambié y después de darle un beso con cuidado de que me vean me fui a mi cuarto, lo primero que hice fue agarrar mi toalla, entré al baño y me di una ducha para luego salir con la toalla puesta cuando tocaron la puerta, pensando que eran las pibas fui a abrir así no más, para mi sorpresa era Pablo.
-Que bonita manera de recibirme- dijo agarrándome de la cintura.
-¿Qué haces?
-Tengo ganas
-Estoy mal del estómago Pablo
-Siempre que quiero que lo hagamos te duele todo eh
-¿Qué queres que haga si siempre me lo pedís cuando me duele algo? Yo no tengo la culpa
-Lo mismo me decía mi ex mujer y luego iba a tirarse al amante
-Bue, ¿qué me comparas con esa? Yo no tengo ningun amante
-Eso espero por tu bien porque sino acabas en la calle y sin un medio, así que ten cuidado
-Me paso tus amenazas por el ojete
-Sabes que lo único que te queda soy yo así que no te hagas la importante conmigo
-Solo por eso te banco inútil
-¿Queres ver si soy inútil?
Pablo me tiró a la cama y me quitó la toalla mientras yo gritaba e intentaba sacarlo de encima pero no podía, él besó mi cuello y se puso entre mis piernas por lo que grité por si alguien pasaba por ahí pero nunca entró nadie a ayudarme.
-¡Callate carajo! Te guste o no te voy a garchar
-¡No quiero!
-A mí qué me importa
Cerré los ojos por el miedo y al rato escuché como si algo se rompiese seguido de unos cuantos pedazos de cerámica en mi cara, la persona sacó de encima mío a Pablo por lo que abrí despacio los ojos y pude ver a Santi, rápidamente lo abracé y lloré como una niña pequeña, él solo me sobaba el pelo diciéndome que me calme, que todo estaría bien pero me era imposible calmarme.
-Ya amor, todo va a estar bien ¿sí? Voy a llevar al puto este a su habitación
-No me dejes sola por favor, tengo miedo
-Pega bien la puerta, no va a pasarte nada ¿sí?
-Está bien
Como si nada Santi agarró en brazos a Pablo y se fue con él por lo que pegué la puerta rápidamente, empecé a recoger los pedazos del florero que Santi rompió en la cabeza de Pablo y los tiré a la basura para luego ir a curarme las pequeñas cortaduras que tenía en mi rostro, cuando acabé me cambié y me acosté en mi cama para romper en llanto, ni me imaginaba lo que me iba a pasar cuando volvamos a Buenos Aires, ahí ya no iba a estar Santi para defenderme de él.