58

270 24 1
                                    

*9 de Enero* {Narra ________}

Estaba caminando bastante tranquila por el jardín con Javi cuando me encontré con Pablo por lo que me di la vuelta pero él me detuvo aunque intenté irme varias veces pero nunca me dejó por lo que me rendí y me senté en un banco que había por ahí, a ver si así me dejaba en paz.

-¿Qué queres Pablo? Estoy cansada

-Quería pedirte perdón por lo de ayer

-Ya te enteraste que ese nene no era tuyo y vuelves como perro arrepentido con la cola entre las patas ¿no? Pues esta vez no voy a ser tan boluda como para perdonarte algo así

-Pero te amo

-No Pablo, vos me dijiste claramente que la amabas a ella así que ahorrate el discurso

-Fui un idiota, lo sé, pero dame una oportunidad ¿sí?

-Ya te di bastantes oportunidades y si no supiste aprovecharlas es tu problema, no voy a seguir siendo la misma boluda a la que cuerneas y humillas como queres

-¿Qué tengo que hacer para que me perdones?

-Ya nada, yo estoy con Santiago y sé que seremos muy felices juntos así que por favor dejanos vivir en paz ya que la vez pasada no lo hiciste

-¿Después de todo lo que te ha hecho piensas vivir con él?

-Sí, quizás él cometió errores pero fueron a causa de tu traición, obvio yo no debí pagar por ello pero bueno, lastimosamente sin querer estaba metida en eso

-Bueno, no te molestaré más entonces, ¿al menos podré ver a mi hijo?

-Claro, eso nunca voy a negarte

-Gracias

-No hay de qué, chau

Me levanté de aquel banco y me fui a la habitación de Santiago para hacer mi bolso ya que volvería a mi casa hasta que la pretemporada acabe, ya luego iría a sacar mis cosas de la casa de Pablo.

-¿Ya te vas amor?- preguntó Santi.

-Sí, vendré a verte cuando pueda

-Ok amor, cuidate mucho ¿sí? Te amo

-Yo también

Santiago me agarró de la mejilla y me dio un beso lento al cual correspondí, cuando quedamos sin aire nos separamos y él besó la frente de mi hijo para después llevarme al vestíbulo del hotel, ahí pedimos taxi y cuando estaba por irme volvió a darme un beso, cuando nos separamos me despedí con la mano y me fui a casa de mi hermano ya que este tiempo estaría ahí, luego me mudaría con Santiago para hacer nuestra vida juntos aunque la idea no me entusiasmase, ¿cómo podría vivir el resto de mi vida con alguien que no amo? Tendría que hacer un esfuerzo porque el hombre al que amo se cree todo lo que una trola de mierda le diga.

Entré a mi casa y metí mis cosas a mi habitación para luego ir a buscar a mi cuñada, ella estaba en el jardín regando las plantas mientras hablaba con Cristian por lo que le hablé, ella se sobresaltó pero luego fue a darme un abrazo.

-¿Qué pasó?

-Es larguísimo de contar

-Yo ya acabé así que vamos a hacer un café y charlamos, ¿te parece?

-Dale

Patricia cerró el grifo así que fuimos a la cocina, pusimos en sus portabebés a nuestros hijos e hicimos el café para después sentarnos por lo que empecé a contarle todo, obviamente no pude evitar que varias lágrimas saliesen de mis ojos al recordar las palabras de Pablo, algo que enojó a Patricia, ella me abrazó y me pidió que me tranquilizase pero no podía, me era demasiado difícil.

-No vale la pena que estés así por el idiota de mi hermano, ahora haz tu vida con Santi, solo espero que no te haga daño

-Lo mismo espero yo

-No tenía ni idea sobre eso que había pasado entre Santi y Pablo, siempre fueron tan buenos amigos y de la nada dejaron de serlo, cuando le pregunté a mi hermano me dijo que no me meta y listo, no supe más de eso

-Ya sabes porque pasó

-Pobre Santi, ni me imagino como se habrá puesto cuando pilló a la mujer que amaba con mi hermano

-¿La amaba?

-Con su vida, siempre pensó en tener hijos con ella, hacer su vida juntos y tal. Antes de que pase todo eso de su boda era re feliz, cariñoso, amable y tal pero después de eso se volvió un amargado insoportable, no quería que nadie lo moleste y no se bancaba ni una joda

-Le dolió bastante entonces

-Sí, pero con vos vuelvo a ver al mismo Santiago que vi cuando estaba con Julia, se nota que te ama

-Entiendo

Seguimos hablando sobre varias cosas más hasta que decidimos ir a dormir una siesta, llevé a mi hijo a mi habitación y lo acosté para luego acostarme yo y abrazarlo, a cada momento en mi cabeza se venía la escena de Pablo con esa tal Julia garchando y luego Santiago encontrándolos, me daba tanta pena que decidí que haría feliz a Santiago, desde ahora Pablo sería nadie para mí.

La apuesta {Pablo Pérez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora