9

532 34 4
                                    

*8 pm*

Hoy en la tarde las chicas me habían llamado para irnos de joda por lo que les dije que iría ya que quería despejarme un buen rato de todo lo malo así que desde las siete me alisté para irme ya que las pibas pasarían por mí y Patricia.

Justo a lo que estábamos saliendo con Paty, Pablo llegaba por lo que con mi mejor sonrisa le dije que saldría, él al principio se negó pero después de suplicarle nos dejó ir así que corriendo nos subimos al auto de Mica.

-¡Vámonos!- grité emocionada.

-¡Esa!- dijeron Mica y Aylu al unísono.

Llegamos al boliche y Mica estacionó el auto así que nos bajamos con las pibas, para nuestra sorpresa ahí estaban Leo y Fernando Tobio mirando a sus respectivas novias de manera desafiante.

-¿Pero quién les dijo de nuestra salida?- le dijo Aylu a los chicos re quemada.

-Un pajarito- respondió Tobio, su novio.

-¿So' vo' Maduro?- rió Mica.

-¿Entramos?- sugirió Leo.

-Para un poquito mijo, era salida de CHICAS- recalcó Patricia.

-Sin nosotros no van a salir- respondió Tobio autoritario.

-¿Pero vos sos pelotudo o te haces?- le dijo Aylu más enojada que antes.

-Bue, ustedes líbrense de sus novios, las solteras nos vamos- dijo Patricia casi arrastrándome dentro del boliche.

Las dos nos sentamos en la barra y pedimos dos fernet con coca para empezar la noche, chocamos los vasos y lo bebimos casi de un trago.

-Está riquísimo- dijo Patricia para luego pedir más.

-¡Volvimos perras!- gritaron Aylu y Mica al unísono haciéndonos reír.

-Pero se libraron de los trogloditas esos- dije riendo cuando veo que tras ellas aparecieron los chicos provocando que mi risa sea más fuerte-, no puedo creer lo dominadas que son eh

-Callate- dijeron las dos al unísono.

Los tragos iban y venían y ya me estaba poniendo bien en pedo, con Patricia salimos a bailar mientras reíamos y bebíamos como nunca, de repente alguien la agarró del brazo y se la llevó por lo que corrí tras ella, al ver que el idiota de mi hermano le dio una bofetada a Patricia corrí hacia él y lo empujé para luego recibir una bofetada de su parte.

-¡Ya la estabas llevando por mal camino puta!- me gritó Jonathan por lo que rompí en llanto.

-¡Andate a la mierda Jonathan! ¡Vos y yo no somos nada para que me hagas esto!- le gritó Patricia para después empujarlo.

-Vos a mí no me vas a dejar porque te va a ir muy mal- dijo agarrándola fuerte del brazo-, y ahora mismo nos vamos.

-¡No te la vas a llevar a ningun lado!- le grité enojada.

-No te metas si no queres que te cague a palos

Y dicho eso se la llevó por lo que corrí adentro del boliche, para mi mala suerte las pibas ya no estaban por ahí así que seguí bebiendo como nunca, lo necesitaba bastante.

Ya estaba bastante mareada así que agarré mi bolso y salí de aquel sitio, estaba esperando un taxi cuando alguien me agarra en brazos y me sube a un auto por lo que empecé a gritar.

-¡Callate carajo, soy Santi!

-Bue, el chupapijas este, ¿me estabas siguiendo animal?

-Y si salís así loca, ¿qué mierda hacías bebiendo sola?

-Quería olvidar lo que vos me hiciste- rompí en llanto.

-Lo hice porque estaba enojado

-¡Me importa mierda! ¡Me rompiste el corazón!

-Bue

-¡Te odio Vergini! ¡Y llevame a casa de Pablo!

De la nada pegó un frenazo y me dijo que me bajase por lo que agarré mi bolso y bajé de su auto, él se fue así que agarré un taxi y me fui a casa de Pablo, despacio entré en esta pero cuando cerré la puerta y me giré él estaba enfrente mío.

-¿Qué horas son estas de llegar?

-Em, estas son las mañanitas que cantaba el rey David- empecé a cantar para luego reírme como nunca.

-Estás bien en pedo eh

-No, estoy re bien

-Re bien en pedo, anda date una ducha de agua fría mientras te hago un café

-Bueno

Como pude fui a la ducha y me saqué todo para luego darme el baño de agua fría, cuando salí de la ducha fui a la cocina y Pablo estaba sentado esperando a que fuese por lo que me senté y le di un sorbo al café pero lo escupí, estaba demasiado amargo.

-¿Y esta mierda? Está a tu gusto eh, amargo como vos

-Tomátelo y callate

-Bue

Tomé el café con todo el asco del mundo, él solo me miraba fijamente por lo que lo miré desafiante.

-¿Acaso tengo monos en la cara?

-Tenes tremenda cara de culo

-¿Te importa?

-Me llegas a las casi seis de la mañana ¿y pretendes ponerte desafiante conmigo?

-No te quejes, llegué re temprano, casi te traigo facturitas para el desayuno- reí.

-¿Vos ves que me gusten tus joditas?

-Si sos tremendo amargo también

-Vamos a la cama, tendrás que dormir un poco

-Bueno

Pablo me ayudó a ir a la cama por lo que me saqué todo quedando desnuda ante él, me acosté y él solo me miraba, negó con la cabeza y se acostó a mi lado dándome la espalda por lo que lo abracé, él se dio la vuelta y empezó a besarme para luego mirarme a los ojos.

-No puedo hacerlo en tu estado, mañana te vas a arrepentir y eso es lo que menos quiero

-Pero yo quiero hacerlo

-_________ no me hagas pensar que Santiago tenía razón

-Perdón

Me giré y le di la espalda para luego empezar a llorar, él suspiró y me abrazó por lo que me di la vuelta y puse mi cara en su cuello.

-Tranquila linda, perdona si te hice sentir mal al decirte eso

-No quiero que penses que soy una trola, yo cuando siento algo me entrego a esa persona, mientras no

-¿De verdad?

-Sí, por vos estoy empezando a sentir cosas

-Preferiría hacer esto cuando estés sobria

-Ok, lo entiendo

Pablo me abrazó más y besó mi frente para luego cerrar los ojos y quedar dormido por lo que también me dormí. Si Pablo supiese que no estaba tan borracha como él pensaba.

La apuesta {Pablo Pérez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora