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*14 de Diciembre: Llegada a Dortmund*

Ni bien llegué a Dortmund me puse un abrigo ya que hacía bastante frío, recogí las maletas y salí fuera para luego buscar con la mirada a Roman pero no lo encontraba por ningun sitio por lo que suspiré y me dirigí hacia un teléfono público cuando escuché su voz por lo que me giré y lo miré sonriendo.

-Mein kleiner [mi pequeña en alemán]- dijo por lo que lo abracé.

-Hola, te extrañé

-Yo también hermosa- me respondió con un poco de acento alemán.

-Veo que ya te va mejor hablando español

-Me cuesta un poco pero hago lo posible

-Lo sé- reí.

-Wir gehen in meinem Haus [vamos a mi casa]

-Gut [Bueno]

Roman agarró mis maletas y las subió a su auto, los dos nos subimos y nos fuimos a su casa, él me indicó donde sería mi habitación por lo que deshice las maletas y empecé a ordenar todo en el armario cuando llegué al hermoso vestido que Pablo me había regalado, olía incluso a su perfume por lo que lo acerqué a mi nariz y aspiré ese rico aroma para después ponerme a llorar, lo extrañaba tanto.

En ese momento recordé que tenía que avisarle a Joni que ya había llegado así que le pedí la clave del WiFi a Roman y entré al Whatsapp para enviarle un mensaje, al instante me contestó por lo que seguí hablando con él, en un momento decidí fijarme en la última conexión de Pablo y justo estaba en línea por lo que dudé mucho si mandarle mensaje o no pero al final no lo hice, capaz su novia veía el mensaje y me mandaba a la mierda.

Dejé el celular en la cama cuando me llegó otro mensaje así que lo desbloqueé, era Pablo por lo que inconscientemente sonreí.

*Conversación*

Pablo: Hola ¿cómo llegaste?

Yo: Hola, muy bien, gracias por preocuparte

Pablo: De nada

Yo: ¿Y cómo estás?

Pablo: Destrozado, desde que te fuiste no he dejado de llorar

Yo: Lo siento

Pablo: No importa, supongo que es normal sentirme así

Yo: Perdoname pero necesito tomarme un tiempo para pensar bien en mi vida

Pablo: Lo entiendo linda, ya sabes que te esperaré toda mi vida si hace falta

Yo: Siempre te amaré

Pablo: Yo también a vos... bueno, te dejo descansar

Yo: Está bien, hablamos mañana ¿sí?

Pablo: Ok, te amo

Yo: Yo también te amo

Bloqueé el celular y me acosté pero al rato me dio hambre así que fui a la cocina a por algo de comer pero ahí me encontré con Roman, estaba sin remera por lo que no pude evitar morderme el labio, ese hombre estaba demasiado bueno.

-¿Quieres comer algo?

-Sí por favor

-¿Qué quieres?

-Lo que sea

-Prepárate un sandwich, en la nevera hay todo

-Ok gracias

-De nada

Me preparé el sandwich y de la heladera saqué Coca-Cola, me serví en un vaso y fui hasta la mesa, empecé a comer y Roman me miraba atento por lo que le sonreí, él hizo lo mismo y se acercó a mí.

-Eres muy hermosa

-Gracias Roman

-Würden Sie meine Freundin? [¿Quieres ser mi novia?]

Aquella pregunta me había dejado en shock, por una parte pensaba en decirle que sí porque también ¿quién puede negarse a un hombre como él? Pero luego pensaba en Pablo y en lo mucho que lo amaba aunque pensé en que él ya estaba con otra a las horas de dejarme.

Sonreí y solo asentí a lo que Roman sonrió, se acercó a mí y me dio un beso por lo que se lo seguí aunque no sintiese nada especial como con Pablo, pero ahora tenía que olvidarme de él, era lo mejor.

*Narra Pablo*

Desde que __________ se fue me quedé totalmente destrozado, ni siquiera Bárbara me levantaba el ánimo aunque hacía todo lo posible por hacerlo, pero lo único que me pondría feliz sería ella porque junto a mis hijas, mis padres y mi hermana es mi todo.

-Levanta ese ánimo amor- dijo Bárbara mientras besaba mi cuello.

-Dejame por favor

-No, quiero que estés bien

-Estoy bien

-No lo estás

-¿Qué queres para que me dejes tranquilo?

-Hagámoslo

-Está bien

Llevé a mi habitación a Bárbara y la acosté para luego tener sexo con ella, en todo momento me imaginé a _________ pero sabía claramente que no lo era por lo que cuando Bárbara se durmió me fui al salón y lloré como nunca, la extrañaba tanto, la necesitaba a mi lado para vivir pero ahora ella estaba lejos de mí por mi maldita culpa, quizás si hubiese cedido desde un principio y la hubiese perdonado ya nos hubiésemos casado pero no, por mi maldito orgullo ahora ella estaba en Alemania con un pelotudo que de seguro tenía otras intenciones con ella pero bueno, no me queda más que aguantarme por mis estúpidas decisiones.

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Por si no saben quien es Roman Bürki les dejo una foto

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La apuesta {Pablo Pérez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora