8

546 35 4
                                    

*Partido Rosario Central vs Boca Juniors*

Ya estábamos en el estadio Mario Kempes con las chicas alentando a Boca como siempre, el partido empezó y nuestros nervios se ponían a mil.

La cosa estaba complicada para Boca, tanto que en el minuto 38 Rosario metió el primer gol y en el minuto 42 el segundo, ya en el minuto 90 descontó Benedetto para Boca pero eso no servía de nada, estábamos fuera de la Copa Argentina.

Con las chicas volvimos al hotel tristes, hicimos nuestros bolsos y esperamos a que los chicos vuelvan.

A la hora o así los chicos llegaron por lo que me acerqué a Pablo para darle apoyo.

-Lo siento mucho

-Dejame ¿sí? No estoy de humor

-Ok, perdón

Algo triste me alejé de él, me imaginaba lo mal que debe estar al perder contra el equipo contrario del cual es hincha, en su cara se veía lo triste, enojado y decepcionado que estaba al igual que Santi pero a él no me acerqué, estaba muy enojada por lo que había pasado ayer.

Varias horas después llegamos a Buenos Aires, con Pablo nos fuimos a su casa y ni bien entramos al cuarto se sacó todo y se acostó así que hice lo mismo, él se dio la vuelta y me abrazó fuerte de la cintura por lo que le correspondí al abrazo.

-Lo necesitaba- me dijo en el oído.

-Me lo imagino, pero no estés triste

-¿Cómo queres que no esté? Esos come gatos nos sacaron de la copa

-Lo sé pero bueno, ya está, hay que seguir adelante, concentrense en ganar el torneo

-Sí, tenes razón

-¿De qué querías que hablemos?

-Ah sí, ¿al final pensaste lo que te dije?

-No me veo preparada para tener sexo aun con vos, no te conozco del todo bien

-Entiendo, poco a poco

-Sí

-Bueno, mejor durmamos, estoy rendido

-Hasta mañana

-Hasta mañana linda

Y así abrazados nos dormimos toda la noche, cuando desperté estaba abrazándolo por la cintura y con mi cabeza en su pecho mientras él con su brazo derecho me abrazaba, intenté levantarme pero me aferró más a él por lo que sonreí para luego moverlo un poco haciendo que despierte.

-Buenos días linda

-Buenos días, quisiera ir al baño

-Uy perdón, anda

En cuanto me soltó fui al baño e hice mis necesidades, cuando terminé de asearme fui a la cocina a hacer el desayuno cuando sentí que unas manos agarraron mi cintura por lo que reí.

-Ah pero te levantaste Pérez- dije riendo.

-Mi apellido es Vergini, no Pérez

-Ah bue, soltame

-Hey ¿qué hice ahora para que te enojes conmigo?

-No defenderme

-Uh, volvimos a eso

-Vilvimis i isi- lo imité de manera ridícula-, vos con tal de no joderte serías capaz de venderme por dos pesos

-No digas boludeces... ¿al final lo hiciste?

-No, me las apañé para quitarle el celu y borrar la foto

-Uf menos mal

-Le hablé a Pablo y él sí se comportó como un hombre

-¿Queres ver si soy hombre?

-No porque me vayas a coger significa que sos hombre

-Anda tirate al puto de Pablo dale, que tenes ganas

-No soy una puta para ir y acostarme con cualquiera

-A mí ni me conocías de un mes cuando me la estuviste chupando

-Porque estaba ebria imbécil, a duras penas me acuerdo de ese momento

-Bebes un poco y aflojas la bombacha

-Seguí si queres una calca de mi puño en tu boca

-Si es la verdad, ¿por qué te enojas? En borracha me hiciste un pete y hasta me diste el orto, ¿qué te haces la monja acá?

-Y pensar que me enamoré perdidamente de vos

-Se nota- dijo sarcásticamente.

-Cree lo que quieras pero esto se acabó

-Genial entonces, ya vengo

-¿A dónde vas?

-A decirle a Pablo la clase de mujer que sos

-No Santi, por favor, seguro me va a hacer algo

-Me importa mierda, ¿y sabes qué? Todo este tiempo fingí que te amaba, solo me encantaba cogerte porque sos tan puta que entregas todo

-Basta- dije rompiendo en llanto, no aguantaba más.

-¿Qué mierda pasa acá?- preguntó Pablo apareciendo de la nada.

-Que bueno que viniste amigo, te tengo que contar algo bueno- dijo Santiago pasando su brazo por el hombro de Pablo.

-¿El qué?

-Santiago por favor

-¿Sabes la de veces que esta ha sido mi putita? Más de cuatro meses que me la llevo garchando mientras a vos te da vueltas y vueltas para hacerlo, supuestamente es porque no te conoce bien pero en realidad si le das de beber un poco te entrega todo, a mí a la semana de conocerme me hizo tremendo pete en el baño de un boliche

-Sos un hijo de puta- le dije con un hilo de voz.

-Me importa mierda lo que haya hecho con vos, mientras no vuelva a hacerlo todo bien

-Si hasta ayer garchamos

-Pues enhorabuena, mientras no lo haga a partir de ahora me importa muy poco, vamos a desayunar

-No tengo hambre- dije para luego irme corriendo a mi cuarto, ¿cómo pude enamorarme de un pelotudo como Santiago? Soy una estúpida.

-Hey no llores- Pablo me sobó el brazo y se acostó conmigo para luego abrazarme.

-Soy una idiota, con él perdí mi virginidad pensando que me amaba como decía, me odio tanto

-Vos no tenes la culpa de que te haya mentido este tiempo, vos solo te entregaste a un hombre que amabas

-Gracias Pablo- dije abrazándolo, él me correspondió al abrazo por lo que me aferré un poco más a él.

-De nada linda, el idiota ese ya se fue así que no te molestará

-Tengo miedo que le diga a Joni

-¿Y qué si le dice? Que no te importe lo que piensen los demás solo tiene que importarte lo que penses vos

-Gracias por todo Pablo, al final no sos el tremendo hijo de puta que pensé que eras

-Tengo mis momentos buenos- rió por lo que le seguí la risa-, ahora descansa un poco, nos vemos más tarde

-Ok, chau

-Chau

Pablo se fue por lo que me puse a limpiar la casa, ya cuando acabé me di una ducha y me dormí, necesitaba dejar de pensar en todo durante un buen rato.

La apuesta {Pablo Pérez}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora