Príncipe Marrón.

Capitulo 4

El lunes llegó y la lluvia, al igual que el frio iban en aumento, nadie deseaba salir de sus casas pero debido al trabajo, escuela, entre otras cosas tenían que hacerlo lo mejor abrigados posible; Liam salió tarde de su casa como pocas veces le sucedía, aun así logro llegar a tiempo a la primera clase evitando cualquier tipo de regaño o burla por su retraso. Harry estaba ansiosamente feliz por lo que sucedería ese día, supuestamente Louis era el mejor plan que se le había ocurrido en mucho tiempo, el rizado no le creería hasta ver el resultado y supiera de que trataba, ya que Tomlinson aún no le decía, solo parloteaba sobre lo bueno que era.

Las clases pasaron lentas, torturando al rizado y a Tomlinson, en cambio para Liam pasaron más rápido de lo normal, perdido en la hermosura del rubio frente a él y haciendo algunos dibujos. La campana sonó y Harry contuvo un grito de alegría, fallando un poco, haciendo que Liam lo mirara extrañado a lo que Harry solo sonrió, guardando sus cosas; camino a la cafetería, el rizado no dejó de quejarse por el clima frio y durante el tiempo que estuvieron comiendo fue lo mismo, hasta que Liam le lanzo el trozo de manzana que comía, harto de seguir escuchándolo. Louis se acercó a la mesa donde ellos se encontraban y susurrando algo al oído de Harry se ganó varias miradas disgustadas por parte de Liam.

Liam: ¿qué fue eso?-frunció el ceño, una vez que Louis se alejó.

Harry: ¿qué fue qué?

Liam: no te hagas el que no sabe, ¿a qué vino Tomlinson y qué fue lo que te susurró?

Harry: ah, eso-hizo un movimiento de mano, restándole importancia-no fue nada, deja tus celos y acompáñame.

Liam: ¿acompañarte a dónde?

Harry: ya lo sabrás, solo sígueme-levantándose tomó su mochila y esperó a que su amigo hiciera lo mismo.

Comenzando a caminar hacia el lugar que Louis mencionó, el nerviosismo se apoderaba del rizado y dudaba que el plan de Tomlinson fuera tan eficaz como este lo decía, incluso le parecía un poco estúpido encerrar a los dos chicos en los vestuarios del gimnasio, pero confiaría en el castaño de ojos azules ya que él no tenía un mejor plan, ni siquiera tenía algo cercano a uno. Frunciendo el ceño, Liam miró a su amigo sin entender por qué estaban fuera de los vestuarios, el rizado sonrió, empujando a su amigo dentro y cerró la puerta sin darle tiempo a reaccionar, suspirando volteo hacia los lados, a la espera de ver a Louis, el cual se hizo presente, tirando del brazo de Horan minuto después.

Niall miró al rizado entre sorprendido y confundido, percatándose del lugar detuvo sus pasos, haciendo a Louis desequilibrarse un poco, el rubio se giró dispuesto a irse pero antes de que si quiera diera un paso, Louis con ayuda de Harry lo empujaron dentro del vestuario, Tomlinson cerró la puerta con las llaves que le quitó al conserje, asegurándose de que los chicos dentro no pudieran salir y sonriendo, chocó su palma con la del rizado; se fueron a seguir con las clases como si nada hubiese pasado ahí.

El rubio gritaba el nombre de su amigo, sin notar la presencia del otro chico detrás de él, que lo miraba como quien ve un fantasma; ojos bien abiertos, respiración detenida y el corazón latiendo más a cada segundo. Niall suspiró, resignado a que su amigo lo escucharía, girándose sobre sus talones se quedó estático en su lugar, sorprendido con la presencia del castaño; Liam intento salir de su trance para no parecer un completo idiota frente al chico.

Esto no está pasando-pensó Liam-debe ser un sueño y en cualquier momento sonará la alarma o me caeré de la silla, es imposible que este aquí solo con Niall, ¿o si es posible? Como sea, reacciona Liam, estas quedando como idiota frente a él. Por otra parte, el rubio seguía incapaz de hacer un solo movimiento, los latidos de su corazón fueron en aumento y por más que quería, no lograba apartar la mirada de esos ojos marrones; sacudiendo levemente la cabeza, Niall pudo salir del pequeño trance el que se encontraba, respiro hondo para calmar los latidos de su corazón, encaminándose a las bancas del vestuario.