Príncipe Marrón.

Capitulo 21

Los días pasaron más rápido de lo que se esperaba, la estadía de los jóvenes en la playa estaba llegando a su fin, lo que a nadie le agradaba ya que tendrían que volver a la aburrida rutina de siempre pero al no haber más opción, disfrutarían al máximo los últimos momentos en aquel lugar. El único feliz por abandonar aquella cuidad era Louis, estaba ansioso por subir al autobús que lo llevaría devuelta a la frialdad de su amada Doncaster, que a pesar de que estaba por llegar el verano seguía manteniendo ese toque frio que tanto le gustaba al castaño.

Justo ahora estaba de camino a la habitación del rizado; el día de ayer habían decidido que subirían a las motos acuáticas, Liam y Niall esperaban en el muelle, hace más de una hora que Harry debió de llegar ahí, pero al no aparecer decidieron enviar a Tomlinson en su búsqueda. Aquella decisión no le agrado en absoluto al castaño de ojos azules, estar cerca del rizado le hacía sentir muy nervioso, aunque trataba de disimularlo pero desde lo ocurrió hace unos días le era algo complicado; para ambos chicos, el despertar al lado del otro con un insoportable dolor de cabeza y sin recordad mucho de lo sucedido el día anterior, no fue nada agradable. Dejaron de hablarse durante varios días, ni siquiera se atrevían a hacer contacto visual, por muy minino que este fuera, la tensión entre ellos era casi palpable y esa situación también resultaba incómoda para el otro par de chicos, que al no saber lo que ocurría entre sus amigos, no sabían de qué forma dirigirse a ellos. Louis y Harry decidieron olvidar todo eso el día que ambos quedaron atrapados en el ascensor debido a un apagón, se vieron obligados a hablar entre ellos al estar encerrados por varias horas, llegando así al acuerdo de jamás hablar sobre lo sucedido y seguir como si nada hubiese pasado; aunque desde aquel día Louis no dejaba de hacerse la misma pregunta cada que veía al de ojos verdes: ¿cómo es que ambos terminamos en la misma cama?

Niall y Liam, a diferencia de sus mejores amigos, estaban cada vez mejor, pasaban el mayor tiempo posible juntos a solas, ya fuera en la zona alejada de la playa o en el dormitorio del rubio, compartiendo caricias y uno que otro beso tierno, hablando sobre cualquier cosa o simplemente en silencio, abrazados, sintiendo el calor que desprendía el cuerpo del otro, disfrutando de cada pequeño suspiro que llegara a escaparse de sus labios. Para Liam no había mejor sensación que los suaves labios del rubio sobre los suyos, la forma en la que los dedos del chico recorrían sus brazos, causando que cada centímetro de su piel se erizara, lo volvía loco; el saber que por fin tenía al gran amor de su vida como muchas veces lo soñó, le hacía inmensamente feliz. Para Niall cada cosa que experimentaba estando junto al castaño era algo nuevo, ya que nunca se había sentido nada similar; las mariposas en su estómago revoloteando descontroladamente cada vez que miraba al chico, aquel escalofrió que lo recorría cuando Payne le regalaba alguna caricia, la enorme sensación de felicidad en su pecho al escuchar la risa del otro y la seguridad que le brindaban los fuertes brazos de su chico, todo eso y mil cosas más le hacían no querer separarse del castaño...

Una vez que Louis estuvo frente a la puerta blanca, se armó de valor respirando profundamente varias veces, dio suaves golpes sobre la madera con su puño arrepintiéndose casi al instante, quiso de huir de aquel sitio y esconderse debajo de una roca pero, para su mala suerte, la puerta se abrió antes de que pudiera si quiera retroceder un paso, revelando la alta figura del chico con el cabello un tanto despeinado y la camiseta por el lado contrario. Harry miró al chico, quedando petrificado al instante, su respiración se cortó momentáneamente y sintió que los latidos de su corazón desaparecieron por el mismo tiempo; no se esperaba para nada verlo fuera del cuarto. Louis sonrió tímidamente al notar que el rizado no apartaba la mirada de él, movió nerviosamente los brazos a sus costados, golpeando muy suavemente sus piernas entre ellas y gritándose internamente que debía decirle algo al chico frente a él.

Louis: eh, te estamos esperando para, uh, ya sabes-susurró bajo, nervioso rascando su nunca.

Harry: uh, sí, ya iba para allá-apartó rápidamente la vista del chico.