Príncipe Marrón.

Capitulo 28

Durante los siguientes días Harry estuvo buscando una forma de decirla a Liam y Niall lo que había sucedido con Louis, pero más que intentaba no lograba nada, el nerviosismo se apoderaba de él lo que lo volvía incapaz de formular las palabras correctamente; con Tomlinson tampoco había hablado respecto a eso y aunque quería aclarar ese asunto con él, prefería quedarse callado y que todo siguiera igual. Por su parte, Louis se había vuelto algo dependiente del rizado y aunque no hablaran mucho le agradaba quedarse cerca de él, lo suficiente como para no hacerlo incómodo para ambos; pasaba el mayor tiempo posible con él durante el tiempo que estaban en dentro de la universidad y algunas veces, por las tardes, seguía al chico a donde sea que se fuera, siempre cuidando que no lo descubriera; ocultándose entre las personas o detrás de cosas.

Todo iba bien hasta que un día, por descuidado, el rizado lo había descubierto al entrar a un local de Starbucks; al inicio Harry se alteró un poco, pero después de calmarse ambos se sentaron en una mesa algo apartada y conversaron sobre todo mientras bebían café. Louis se sorprendió un poco por la reacción del rizado, esperaba que se molestara y lo mandara a la mierda, pero estaba feliz porque eso no haya pasado; aquella conversación con el rizado estuvo rondando en su cabeza durante varias noches y le hacían cuestionarse sobre si había tomado una buena decisión.

Harry: me gustas, Lou, me gustas muchos y te quiero demasiado como para solo ser amigos-Louis lo miraba fijamente, mientras sus nerviosas manos jugaban alrededor del vaso-y tal vez tu no sientas lo mismo... o no sé, no puedo estar del todo seguro, a veces actúas como si fuera el único en tu vida y otras veces es como si no te importara en absoluto y sé que esto es nuevo para ti, pero no creo que sea una excusa para que me trates de ese modo, Louis. ¿Qué se supone que debo pensar?

Louis: también me gustas, Hazz pero... no quiero hacerte daño, soy muy malo con las relaciones, todas las que he tenido las arruino y no quiero que eso pase contigo.

Harry: no pasara eso, podemos hacer que sea diferente, podemos intentarlo, solo está en que tú quieras, Lou. Y si no te sientes cómodo con esto o lo que sea, lo dejamos y seguimos como amigos, como si nada hubiera pasado, ¿qué dices, pequeño Lou? ¿Me das una oportunidad?

Por supuesto que acepto, un tanto inseguro y temeroso al inicio, y durante un par de días estuvo de ese modo pero, al recordar los dulces besos de Harry, todos aquellos miedos desaparecían, siendo remplazados por una sonrisa tonta que permanecía en sus labios todo el día.

Ya habían pasado dos semanas de eso, no habían formalizado nada aun y tampoco le habían comentado a sus amigos por petición de Tomlinson ya que no se sentía muy seguro para decirlo, Harry estuvo de acuerdo, no quería presionar al chico por lo que aceptaría todo lo que Louis propusiera; lo único que le importaba era que su pequeño Lou estuviera bien con todo eso. Liam y Niall se dieron cuenta que había algo entre sus amigos, sin embargo no dijeron nada y actuaban como si no supieran eso puesto que no querían incomodarlos, además que el rubio le había comentado sobre la situación de Louis a su chico, cosa que este entendió a la perfección y opto por dejar que todo sucediera a su debido tiempo.

Los días pasaron normalmente, los cuatro chicos pasaban más tiempo juntos durante las horas de clases y al salir de la universidad se reunían en casa de Tomlinson, hacían sus trabajos y después salían a pesar por la ciudad o se quedaban en casa viendo alguna película o le hacían alguna que otra bromas a los vecinos.

Ese día amenazaba con ser largo, los jóvenes iban de un lugar a otro dentro del instituto, cada uno con distintas actividades asignadas; durante los últimos dos días de lo único que se hablaba era de la fiesta de la noche de Halloween y la graduación de los de último año. Todos estaban emocionados por aquello, a excepción de Liam que tenía más de dos horas sentado en aquella rama del roble, alejado de todo el barullo que ocasionaron los demás jóvenes; en cuanto dieron la noticia de aquellos eventos el castaño rápidamente tomó sus cosas y salió corriendo del aula, escabulléndose a su lugar de paz pues no le interesaba en lo mas mínimo formar parte de todo eso ya que no pretendía asistir a ninguno de los eventos, y aunque fuera parte de los graduados prefería quedarse en casa.