Príncipe Marrón.

Capitulo 18

Los cuatro chicos se encontraban en un pequeño restaurante, esperando por sus alimentos mientras hablaban de cualquier tontería que llegara a sus mentes; la tarde era cálida pero sin llegar a ser insoportable, lo cual hacia que fuera una tarde casi perfecta, si no fuera por las constantes quejas de Tomlinson sobre el mal servicio del restaurante y no es que fuera un mal servicio, es que el chico era un impaciente como solo él podía serlo. Sus pedidos llegaron justo a tiempo para que Louis no armara un escándalo, moría de hambre o eso es lo que gritaba; los cuatro comieron en silencio, disfrutando del sonido natural de mar y algún tema musical que salía del local.

El sol comenzaba a ocultarse cuando los chicos jugaban a la orilla del mar como niños pequeños; corriendo de un lado a otro, empujándose sin llegar a ser bruscos, salpicándose con el agua del océano, y buscando pequeñas caracolas y conchas enterradas en la arena. El cielo estrellado apareció sobre ellos, trayendo consigo el cansancio para los cuatro que se vieron obligados a dejar su animada pelea de agua para tumbarse sobre la blanca arena, contemplando el resplandor de la luna sobre el agua, acompañado del suave choque de las olas sobre la orilla de la playa y algunas rocas, el sonido de alguna gaviota a lo lejos y el canto de los grillos. Recostado sobre las piernas de Payne, Niall comenzaba a quedarse dormido debido a las tiernas caricias que el castaño le otorgaba en el cabello, mientras tanto Liam se deleitaba con la suave sensación en su mano y se perdía en la relajada expresión del rubio; pasaría horas enteras de esa forma sin aburrirse o cansarse, en ese momento se sentía tan feliz que no podría pedir otra cosa que no fuera más tiempo para estar así con su chico favorito.

Liam miró discretamente al otro par de chicos, quienes hacían figuras en la arena con sus dedos, los observo por unos segundos más y al estar seguro que no prestarían atención en él, se inclinó hacia Horan dejando un casto beso sobre la nariz del chico, el cual sonrió abriendo lentamente sus ojos, regalándole una somnolienta mirada a Payne. La cálida brisa comenzó a tornarse un poco fría y fue cuando los chicos decidieron volver al hotel; al llegar cada uno se dirigió a su cuarto correspondiente después de despedirse de los otros. Niall dejo un pequeño beso en la mejilla de Liam antes de entrar a su cuarto, el castaño sonrió dirigiéndose a su cuarto, el cual estaba seis puertas después del cuarto de Horan; se tumbó en la cama después de un baño con agua caliente y cerró los ojos dispuesto a dormir.

Pasaba de media noche, la luz de la luna de colaba por la ventana, dando directo en la cara del castaño de ojos azules que yacía en suelo sobre su espalda, con la mirada perdida en algún punto del verdoso techo; hace horas que debería estar durmiendo pero algo en su interior no se lo permitía, lo mantenía despierto pensando en cosas que jamás creyó pensaría y supo que algo andaba mal con él cuando los ojos esmeraldas de Harry aparecieron en el techo. Se levantó del suelo casi de un salto lo que provoco que un mareo se apoderara de él, y en cuanto recupero el equilibrio salió corriendo de su cuarto, bajando las escaleras cual ladrón siendo perseguido, saltándose algunos peldaños con el terror impregnado en sus ojos; corrió por los pasillos buscando la puerta del cuarto de su mejor amigo, intentando no hacer mucho escandalo lo cual no le salía nada bien, sus pisadas resonaban por donde pasaba y al estar todo en silencio provocaba un fuerte eco. Golpeó desesperadamente la puerta blanca al estar frente a esta, girando la cabeza hacia ambos lados del pasillo como si tuviese miedo que algún horrible ser lo vigilara desde la oscuridad, dispuesto a saltar sobre él y devorarlo; la puerta se abrió segundos después, revelando a un adormilada Niall con el cabello revuelto.

Niall: ¿se puede saber qué demonios te pasa?-Tomlinson entró rápidamente al cuarto, empujando al rubio fuera de este en el acto-hey, ¿quieres calmarte? ¿Has matado a alguien o qué?

Louis: estoy perdido, escucha bien, ¡perdido!-el rubio entró, cerrando la puerta tras de si-¡estoy condenado a una muerte monstruosa!

Niall: ¿de qué hablas?, y baja la vez, despertaras a todo mundo.

Louis: habló de que, mi fin está cerca.

Niall: sigo sin entender a qué te refieres-talló su ojo derecho, sentándose en la cama-¿estuviese viendo películas otra vez antes de dormir?, te he dicho que no lo hagas, ¿o fue que tomaste jugo de uva? Sabes lo mucho que te altera la uva y la última vez orinaste la cama.

Louis: ¿qué...? No, nada de eso y deja de contar mis cosas, las paredes tienen oídos.

Niall: yo desearía no tenerlos-suspiró-en fin, ¿me dirás qué te tiene tan alterado?

Louis: creo que me gusta Harry-caminó de un lado a otro, moviendo excesivamente las manos a sus costados-no, no lo creo, me gusta, lo quiero y es tan...y no sé qué me pasa y seguro moriré o algo, porque no es normal que me guste un chico siendo yo uno, un chico...bueno, si es normal eso pero no en mí, es muy raro, yo soy raro.

Niall: está bien-parpadeó repetidas veces, tratando de captar lo más importante que dijo su amigo-me has dejado loco y, quédate quieto si quieres o algo, que me mareas cuando te pones así.

Louis: ¿por qué tienes que pasarme estas cosas a mí?, sería más sencillo si me gustara un pez, ¡¿por qué no puede gustarme un pez?!-golpeó su cabeza contra la pared un par de veces-¿por qué tenía que ser Harry?, no es que él sea malo pero ya es malo por ser un chico, un estúpido y sensual chico, con una estúpida sonrisa perfecta y un estúpido peinado que le queda perfecto y unos estúpidos ojos verdes que son tan estúpidamente hermosos que se los arrancaría para tenerlos en un frasco de mermelada y verlos siempre y, ¡aaah!

Un fuerte golpe resonó por todo el cuarto al momento que Louis dio un último cabezazo a la pared, antes de dejarse caer sobre su trasero y después su espalda chocó con el frio mármol que cubría el suelo de la habitación; Niall se quedó en silencio observando al chico, preocupado porque haya sufrido algún tipo de daño con tremendo golpe, al percatarse que no le había ocurrido nada grave suspiró aliviado, colocándose de rodillas sobre el suelo para acercarse al castaño.

Niall: sí que estas mal, pero la pared no tiene la culpa de eso.

Louis: lo siento, momento de crisis-giró la cabeza hacia un lado para ver al chico-¿qué se supone que debo hacer?, me siento tan raro.

Niall: está bien, tranquilo-retiró el cabello que cubría los ojos de Tomlinson-no es fin del mundo porque te guste un chico.

Louis: se siente como algo cercano a eso...no, espera, creo que es por el golpe-el rubio se puso de pie, ayudando al castaño a hacer lo mismo.

Niall: has matado las pocas neuronas que te quedaban-rió por lo bajo, provocando una sonrisa apenada por parte de Tomlinson-y volviendo al tema principal, solo te diré que no te asustes, no te compliques la vida con eso que de nada servirá.

Louis: eso no quita el hecho de que me sienta raro-susurró, bajando la mirada.

Niall: es normal que te sientas así, es el primer chico que te gusta y tranquilo, ese sentimiento raro pasara.

Louis: está bien, gracias por...-levantó la mirada hacia Horan, sonriendo tímidamente-ya sabes, todo y sobre todo por no sacarme a patadas por haberte despertado.

Niall: estuve a punto, pero no soy tan malo-sonrió, dándole un leve golpe en el hombro a su amigo-ahora ve a dormir, pequeño idiota.

Louis: ¿puedo quedarme contigo?, solo está noche.

Niall: puedes pero antes, no tomaste jugo de uva ¿o sí?

Tomlinson negó rápidamente, sintiendo sus mejillas enrojecer ligeramente; Niall le dio un ligero empujón hacia la cama, a lo que Louis saltó felizmente cayendo justo a mitad de la cama, el rubio rodó los ojos caminando hacia la cama donde movió al chico hacia el lado izquierdo de la cama ya que al rubio le gusta dormir cerca de la ventana y así no pasar mucho calor durante la noche. Louis se acurró contra la espalda del chico rubio, cerrando sus puños sobre la delgada tela de la camiseta gris de su amigo; una ligera sensación de miedo lo recorría por completo, razón por lo que no quiso volver a su dormitorio, y estar con el chico que conoce de toda la vida le calmaba un poco. Después de estar unas cuantas horas hablando sobre cosas sin sentido, ambos chicos cayeron profundamente dormidos.