Príncipe Marrón.

Capitulo 5

La noche anterior Liam no logró dormir, pensando y dándole vueltas a todo lo sucedido en las vestuarios, se sintió tan estúpido al recordar la forma en la que había reaccionado cuando el rubio le quitó la mochila y es que, si él llegará a ver sus dibujos pensaría que es una clase de acosador raro, tal vez no fue la forma adecuada de reaccionar pero el pánico no le dejo pensar de otra manera. Suspirando dejó caer la cabeza entre sus brazos sobre la mesa y por primera vez en mucho tiempo, deseó no ver a Niall ese día, sabiendo que eso sería algo casi imposible, optó por tatar de olvidar todo lo sucedido y fingir que nada había sucedido.

Niall, al igual que él, estuvo pensado sobre eso, buscando una forma de hacer que el chico lo disculpara por su mal juego, se sintió la por basura sobre la tierra al recordar la mirada marrón invadida de miedo, la culpa no dejaba de torturarlo; sin tan solo no hubiera hecho eso no tendría que hablar una vez más con el castaño y sería más fácil olvidar lo que siente por él. Entrando al aula, llevó su vista hacia el castaño sentado junto a la ventana, mordió su labio encaminándose junto a su amigo, hablaría con el chico después y pensaría mejor lo que le diría porque, por más que estuvo buscando, no encontró una forma para acercarse a Liam.

Liam levantó la cabeza al escuchar la voz del rubio, centró su atención en él frunciendo levemente el ceño; Niall se veía preocupado hablando con el castaño de ojos azules y Liam se preguntó si esta así por lo sucedido ayer, rió por lo bajo ante su absurdo que sonó eso. Hay mil razones más para que esté preocupado-pensó el castaño-¿por qué precisamente tendría que ser por mí? No tiene sentido y es casi un milagro que sepa mi nombre. El rizado empujó levente a su amigo, sentándose a su lado; saliendo de sus pensamientos, Liam miró sin expresión al chico a su lado y este cambió su sonrisa a una mueca preocupado.

Harry: ¿te ocurre algo?-rondando los ojos Liam le dio la espalda-comprendo...la verdad no, ¿te hice algo?-el castaño suspiro fastidiado, apoyando su mejilla en su puño-está bien, veo que no tienes humor para hablar, te dejare tranquilo...por ahora.

Las clases dieron inicio y el rizado no hizo otra cosa que observar detenidamente los movimientos y gestos de su amigo, tratando de descifrar porque tenía ese humor que ni el mismo se soportaba; Liam, incomodó por la insistente mirada del rizado, terminó contándole entre susurros todo lo ocurrido con el rubio en los vestuarios e incluso lo insulto por haberlo dejado ahí, cometiendo la mayor estupidez de su vida. Ambos recibieron un regaño por parte de la profesora de lógica, cuando el rizado se quejó por el golpe que su amigo le dio en el brazo por decirle que lo ayudaría a solucionar la situación con Horan.

Al sonar la campana todos abandonaron sus aulas, a excepción de Harry y Liam, debido a que el castaño no tenía ánimos de salir y Harry estuvo más que de acuerdo con eso ya que el clima seguía siendo frio y lluvioso. El rizado intento de mil formas subirle el ánimo a su castaño amigo y dejándose caer sobre la silla, exhaló resignado al notar que nada funcionaba, no le gustaba ver a Liam de esa forma; serió, con la mirada perdida en algún punto inexistente del suelo y sin ese brillo en sus ojos, y Harry comenzaba a cuestionarse que, tal vez no fue tan buena idea tratar de ayudarlo a hablar con el rubio.

Tomlinson hablando en susurros, en un extremo de la mesa apartados del grupo para que los otros chicos no se enteren, intentaba convencer a su mejor amigo que fuera a hablar con el castaños de ojos marrones. Niall quería hacerlo, realmente deseaba arreglar lo que ocasiono pero no encontraba la forma de hacerlo, no sabía lo que diría exactamente y tenía miedo de empeorar aún más la situación diciendo algo indebido; llevó sus manos hasta su cara, frustrado por todo lo que pasaba, no entienda porque era tanta su necesidad de que el chico lo disculpara si ni siquiera eran algo cercano a amigos. Tal vez sea por eso, fue la primera vez que hablamos-pensó Niall, perdiendo la mirada en la botella frente a él-no puedo dejarlo solo así pero, ¿qué se supone que le diré?, ¿lo siento y ya está? Si tan solo supiera algo sobre él, sabría cómo hablarle.