Capitulo 8

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El castaño caminaba hacia la entrada de la universidad, feliz como nunca antes lo había estado, en el transcurso de las clases él y Horan estuvieron hablando para conocerse más, y algunas veces cuando nadie miraba el rubio acariciaba las manos de Liam, lo cual dejaba algo atontado y confundido al castaño, no sabía porque hacia eso pero le gustaba; la suave sensación que le transmitía, la forma en la que su piel se erizaba por el contacto, el cómo sus sentidos enloquecían por el aroma de chico. No quería hacerse muchas ilusiones por si solo era una clase de juego por parte del rubio, pero por más que intentó no ilusionarse, falló; ese mismo día, con la primera caricia toda su resistencia se vino abajo, dejándolo completamente vulnerable ante Niall.

Pero había un problema, Liam había caído enamorado de unos ojos que ni siquiera lo veían y ahora que lo hacían, ahora que sabían de su existencia, está cayendo aún más rápido, sin saber lo que hay debajo esperando por su caída y tenía miedo de que nadie lo atrapara cuando llegara a su fin, pero también tenía miedo de que esa caída no tuviera fin y nunca pudiera detenerse; aun así se arriesgó a saltar y sus miedos se fueron por escasos momentos, pesando en que tal vez, con un poco de suerte, Niall estuviera abajo esperando por él, esperando para atraparlo o para seguir cayendo pero juntos. Nada haría más feliz al castaño que el rubio correspondiera sus sentimientos, quería pensar que así era, que por eso lo acariciaba discretamente y se mantenía muy cerca de él cuanto podía.

Se detuvo y giró sobre sus talones cuando una voz muy conocida para él lo llamó, Liam sonrió viendo al rubio acercarse hacia él, intentó no mostrar la gran emoción que le surgió en ese ínstate y lo logró, por unos muy escasos segundos, ya que cuando el chico llego a su lado su sonrisa se volvió más grande y un leve sonrojo apareció en sus mejillas, lo cual le pareció adorable al de ojos azules. Niall se quedó embobado observando el rosto de Liam, haciendo que este se pusiera nervioso; el rubio sonrió levemente al ver como las mejillas del chico se sonrojaban más y olvido todo su alrededor, concentrándose en el brillo de los ojos marrones frente a él, y una pizca de miedo y alegría apareció en su interior, pero el miedo se esfumo cuando, inconscientemente, acercó su mano hasta rozar la del castaño y ese simple roce basto para que los miedos de ambos chicos se fuera, dando paso a una calidad sensación que ninguno sabría cómo explicar.

Niall: hola, eh yo...quería saber si...-respiró hondo para calmar los inexplicables nervios que sentía en ese momento-si querías hacer el trabajo de biología conmigo.

Liam: me encantaría pero, estoy con Harry-susurró tímido, esperando que el rubio no se molestara por eso.

Niall: querrás decir, estabas con Harry-el castaño frunció levemente el ceño-Louis convenció a Harry para que haga el trabajo con él.

Liam: ¿enserio?, en ese caso... ¿cuándo empezamos?

Niall: ¿te parece bien hoy?... ¿en tu casa?

Liam: está bien-sonrió algo confundido, pero le agradaba mucho la idea de hacer un trabajo con el rubio.

Salieron del instituto dirigiéndose a una para de autobuses, ya que ninguno tenía carro propio, el rubio siempre se venía con Louis y de igual forma se iba con él y Liam siempre tomaba el autobús junto con el rizado, el cual ahora se fue con Louis. No paso mucho tiempo para que llegara el autobús que ellos tomarían, al subir pagaron lo necesario y tomaron asiento en la parte trasera a pesar de que el bus está casi vacío; Liam tamborileaba los dedos en sus piernas, intentado concentrarse en un ritmo constante para no mirar mucho al chico a su izquierda, cada cierto tiempo miraba al rubio cuando creía que este no lo notaria, pero claro que lo notaba y algunas veces el rubio también lo miraba sonriendo, haciendo que las mejillas del castaño se tornaran rojizas y desviara la mirada con una tímida sonrisa en los labios.

El rubio se encontraba igual de nervioso que Liam, pero a diferencia de él, sabia disimularlo mejor, aunque eso no quitaba el sudor frio que aparecía en sus manos siempre que estaba cerca del chico; mentalmente le agradecía a su amigo por haber convencido al rizado y tenía que pensar en una forma de compasárselo pero después tendría tiempo para eso, en ese momento lo único que le importaba era estar con el castaño, ya que por alguna extraña razón sentía un deseo de estar con él, y no era la primera vez que sentía eso pero, desde la primera vez que hablaron, ese deseo creció más y eso le asustaba, aunque intentaba ignorarlo a veces le resultaba complicado.

Bajaron del bus un par de calles antes y caminaron el resto hasta la casa del castaño, el cual cada vez se ponía más nervioso e hizo un repaso mental de su cuarto para recordar si no había dejado algún dibujo de Horan a la vista antes de haberse ido esa mañana, no logró recordar mucho por lo que rogaba para que todo estuviera en su lugar, ya que no quería pasar alguna clase de vergüenza con el rubio. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no notó que el rubio lo estaba mirando desde que bajaron del bus, deleitándose con las muecas de preocupación que hacía, frunció levemente el ceño tratando de descifrar lo que pasaba por la mente de Payne; sonrió olvidándose de todo eso y se concentró en seguir mirando al castaño, observando la forma en la que su cabello se movía con el viento y la manera en la que movía los brazos al caminar; definitivamente Niall estaba cayendo enamorado del castaño.

Entraron a la casa una vez que el castaño abrió la puerta, subieron hasta el cuarto y antes de que el rubio entrara Liam dio una rápida mirada al lugar, asegurándose que no había nada que lo evidenciara dejó entrar al chico, dándole una tímida sonrisa. Sacaron lo necesario de sus mochilas dejándolas sobre el escritorio, buscaron un tema interesante para trabajar y después de varios minutos de búsqueda, decidieron hacerlo sobre biología molecular; mientras el rubio investigaba de lo que trataba, Liam buscaba información sobre los biólogos moleculares famosos y después de algunas horas ya tenían casi la mitad del trabajo terminado.

Niall: creo que por hoy es más que suficiente-recargándose en el respaldo de la silla, volteó hacia el castaño-¿tú qué opinas?

Liam: sí, creo que está bien.

Niall: bueno, entonces creo que ya es hora de que me vaya-tomando sus cosas se levantó de la silla-¿mañana nos volvemos a juntar?

Liam: si, supongo.

Niall: ¿supones?-el castaño levantó los hombros, sonriendo tímidamente-bueno, suponedor, nos vemos mañana-sonrió guardando sus cosas en su mochila-por cierto, lindos dibujos-señalo el pequeño muro de madera.

Liam: creí que no los habías visto-bajó la mirada, sonrojándose levemente.

Niall: habría que estar ciego para no verlos, me gusta como dibujas, espero que un día me enseñes a dibujar así de bien.

Liam: no soy bueno ensañado.

Niall: algo aprenderé-colocó la mochila en su hombro.

Liam: supongo-el rubio rió, provocado que las mejillas de Liam se sonrojaran-te acompaño a la puerta.

Salieron del cuarto hacia la entrada de la casa, donde se volvieron a despedir una vez más y antes de salir Niall acarició levemente el brazo del castaño y ambos sonrieron ante el contacto; Liam se recargo en la puerta una vez que el rubio se fue, sonriendo se dirigió a su cuarto y al llegar se tumbó en el sillón, suspirando miró a través de la ventana hacia el cuarto del rubio, el cual se hizo presente minutos después. Mordió su labio inferior cuando Niall se deshizo de su camiseta, dejándolo ver su espalada, se tiró al suelo cuando Horan se volteó acercándose a la ventana, rió por lo bajo, sentándose en el suelo y sobó su brazo adolorido por el golpe que recibió al momento de caer.

Lentamente se asomó por la ventana y suspiró al ver que el chico ya no estaba en el cuarto, se levantó dirigiéndose a su estantería de la cual tomó uno de sus blocs y el estuche, dejó el estuche sobre el marco de la ventana, sentándose en el sillón abrió el bloc y buscó el dibujo que estaba haciendo días atrás que consistía en un Niall con una corona de flores, rodeado por varios animales en un bosque. Tomó un lápiz verde para terminar de pintar el pasto, algunos árboles y detalles en las alas de algunas aves, al cielo le dio algunos tonos en naranja para darle un efecto de atardecer y para finalizar, le dio más color a los animales y un poco de brillo a los ojos azules del chico rubio; cerró el bloc y dejándolo en el otro extremo del sillón flexiono las piernas, apoyando los brazos en sus rodillas, observando a través de la ventana el cielo en donde algunas estrellas comenzaban a salir, sonrió cuando imagino los ojos de Horan en el cielo, brillando y luciendo más hermosos que las estrellas.

Príncipe Marrón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora