Príncipe Marrón.

Capitulo 9

Era una tarde tranquila en Doncaster, el clima era perfecto, ni muy frio ni muy caluroso, era el ideal para que los pequeños jugaran en los parques sin ningún problema, el ideal para que los trabajadores no se sintieran estresados dentro de las oficinas o en los lugares que se encontraran, y sobre todo, el clima ideal para que Niall y Liam terminaran el trabajo de la mejor forma; el rubio se encargaba de recopilar la información faltante, mientras el castaño hacia algunos dibujos de moléculas para darle una mejor presentación al trabajo escrito, ya que también tenían que hacer una maqueta de la estructura molecular del ADN.

Para haber terminado el trabajo tan rápido estaba bastante bien hecho, hecho del cual el castaño estaba sorprendido, ya que con el rizado no lograría terminarlo a tiempo y la mayor parte del trabajo seria hecha por Liam. Algo similar hubiera pasado si el rubio estuviera con su amigo castaño, la diferencia seria que las hojas tendrían manchas de queso por las frituras que Tomlinson comería mientras trabajan; sin duda ambos chicos estaban más que felices por lo que lograron con el trabajo y no solo por eso, disfrutaban tener la compañía del otro, pasar un tiempo juntos aunque fuera por cosas de la escuela pero eso les ayudaba a conocerse más. Liam deseaba poder hacer más trabajos con el chico rubio y este, claramente, no deseaba algo diferente y sabía que no habría ningún problema con Louis, ya que fue él quien se ofreció para convencer al rizado.

El castaño terminó de dar los últimos detalles a los dibujos, los apilo en un espacio vacío del escritorio y tomando las cosas necesarias se sentó en el suelo para comenzar a hacer la maqueta, un par de minutos después se le unió un sonriente Niall y mientras hablaban de cualquier cosa, con algunas tímidas caricias de por medio, terminaron una colorida maqueta del ADN. Ordenaron adecuadamente el trabajo, colocándolo en un folder de pastico verde, sus manos se tocaron entre si al momento de tomar las hojas con los dibujos, una chispa eléctrica recorrió el brazo del castaño hasta su pecho donde su corazón comenzó a latir como loco; el nerviosismo comenzó a hacerse presente en el rubio, intentó controlarse para que el sudor no apareciera en sus manos y el chico frente a él no se diera cuenta de lo que provocaba en él.

Un ligero sonrojo apareció en las mejillas de Liam cuando se percató que el rubio lo miraba fijamente, con un brillo especial en los ojos, lo cual lo dejo algo aturdido y un poco perdido, aun así no aparto la mirada de aquellos ojos que tanto le gustaban; el corazón de Niall latió con rapidez cuando sintió las tímidas caricias del castaño sobre sus dedos, acerco más su mano hacia la del chico, lentamente sin querer que las pequeñas caricias se detuvieran. La puerta del cuarto se abrió sin previo aviso, haciendo que ambos chicos se alejaran de inmediato provocando que los dibujos se regaran por el suelo, el castaño llevó su vista hacia la puerta encontrándose con su amigo rizado, sonriendo como quien ganaba un premio, el rubio recogió los dibujos mientras el de ojos marrones se dirigía a la ventana para abrirla, de repente empezaba a hacer calor ahí dentro.

Harry: ¿interrumpí algo importante?-entrando al cuarto, observo los movimientos torpes de ambos chicos.

Liam: no, no interrumpiste nada.

Niall: si, eso, nada importante-colocando los dibujos en el folder, lo metió en su mochila para después darle una rápida y nerviosa mirada a Liam-bueno creo que ya es todo, yo llevare lo escrito y tú llevas la...la maqueta, ¿lo entregamos mañana?

Liam: si, está bien-susurró bajo, nervioso.

Niall: bien, entonces...me voy, nos vemos mañana, Li...am, Liam.

El rubio se apresuró a salir del cuarto, despidiéndose del rizado con un movimiento de mano y bajó las escaleras hasta la entrada de la casa casi corriendo, una vez fuera se dio un momento para respirar hondo y calmar sus nervios, la situación de allá arriba no fue del todo buena por causa de la repentina presencia del rizado, rogaba porque no sé haya dado cuenta de lo que en realidad pasó, no le gustaba nada la idea de estar expuesto ante alguien que no fuera el chico de ojos marrones; suspirando se encamino a su casa ya más calmado y con una leve sonrisa pintada en sus labios.