El clima frio y lluvioso en Doncaster empeoraba más cada hora, según algunos meteorólogos era porque había un huracán cerca de las zonas sur de Londres; las escuelas suspendieron clases hasta nuevo aviso, entre ellas el Doncaster College y Liam estaría feliz por ello de no ser por todos los trabajos que los profesores dejaron. Y mientras la tormenta azotaba la cuidad, el castaño intentaba concentrarse en la estabilidad de los protones pero le era imposible, su mente estaba en otra parte y no en ese libro de química cuántica; desde lo ocurrido con el rubio no dejó de pensar en la forma de como lo había llamado, eso hizo que una pequeña chispa de ilusión se encendiera en su interior y se sintió estúpido, sabía que su amor no sería correspondido.
Suspirando, se alejó del escritorio impulsando con los pies la silla rodante, lanzó el bolígrafo hacia el escritorio, dispuesto a abandonar su trabajo y girándose sobre la silla tomó un bloc y su estuche de la estantería cercana a él; levantándose se encaminó al sillón, por suerte no necesitaba estar muy concentrado para dibujar. Colocó el estuche sobre el marco de la ventana, viendo a través de esta la ventana del rubio, distorsionada por la fuerte lluvia; sonriendo de lado se dispuso a buscar una hoja en blanco de su bloc, tomó un lápiz para comenzar con los trazos, dejo que su imaginación decidiera por él obteniendo así, el boceto de una playa; tres palmeras grandes y una más pequeña en la esquina izquierda, un pequeño velero al fondo en el mar y un Pegaso sobre la arena parado en las patas traseras.
Detalló más las alas del Pegaso y el reflejo del velero en el agua, tomó un lápiz de carboncillo para hacer las sombras necesarias en las hojas de las palmeras y el velero, con un lápiz azul oscuro hizo algunos detalles en el agua, un azul más claro para los detalles del cielo y parte de las alas del Pegaso y por ultimo un café oscuro para el tronco de las palmeras y un más claro, casi amarillo, para la arena. Sonrió admirando su obra y arrancando la hoja se levantó, tomó una cajita de pinchos de colores de su escritorio y se dirigió al pequeño muro de madera donde tenía varios dibujos, saco dos pinchos y colocando el dibujo sobre un espacio vacío puso los pinchos sobre la hoja.
Su celular comenzó a sonar sobre la cama, lo tomó dirigiéndose al sillón, contestó la llamada sentándose con las piernas flexionadas y mirando a través de la ventana.
Harry: ¿qué haces, mi querido amigo?
Liam: justo ahora, escuchando una vocecita fastidiosa.
Harry: hey, mi voz no es fastidiosa, la tuya si lo es y más por lo rápido que hablas.
Liam: como sea, no creo que me hayas llamado para hablar de mi voz.
Harry: no, te llame porque no tengo algo mejor que hacer y estoy aburrido.
Liam: vaya novedad, tú aburrido-poniendo más cerca las piernas de su pecho, se colocó el gorro de la sudadera-y para acabar con tu aburrimiento me llamas a mí, ¿enserio?
Harry: si y porque quiero que me cuestas que paso con Horan.
Liam: ya te lo dije, se disculpó por lo que hizo y creo que seremos algo así como amigos.
Harry: ¿algo así?, ¿a qué te refieres?
Liam: a qué es probable que para este momento, ya se haya olvidado de eso.
Harry: amo tu optimismo, enserio que lo hago-rodó los ojos ante el sarcasmo de su amigo.
Liam: solo soy realista, si se disculpo es porque se sentía mal pero ahora que lo he perdonado, se olvidara de mí y volveré hacer invisible para él-susurró bajo, triste.
Harry: no lo creo así, si se disculpo es porque le importas-el castaño rió forzado.
Liam: claro, le importa al chico que nunca me hablo, hasta que tú me encerraste en los vestuarios con él.
Harry: pues gracias a eso, se preocupó por ti y te hablo al día siguiente, si no le importaras se habría olvidado de lo sucedido.
Liam: como sea-pasó su mano por su cara, fastidiado por los comentarios del rizado-el punto es que, en algún momento, se olvidara de que yo existo.
Harry: ¿quieres apostarlo?
Liam: es una estúpida apuesta.
Harry: ¿por qué?, si estás tan seguro de que se olvidara de ti, no tiene por qué ser estúpida.
Liam: por eso mismo es estúpida, ambos sabemos lo que sucederá-metió su mano libre a la bolsa de la sudadera, el frio comenzaba a sentirse más-pasando a otra cosa, ¿qué hay de ti y Tomlinson?
Harry: no hay nada, solo nos llevamos bien, es un chico bastante agradable y me ayudo a encerrar a Niall contigo.
Liam: así que era por eso que te hablaba y ¿tambien te pidio tu número para eso?
Harry: bravo, que inteligente eres, te mereces un premio nobel-Liam rió bajo, negando leve con la cabeza.
Liam: iré preparando mi discurso.
Harry: hablando de discurso, ¿ya hiciste el ensayo de lógica?
Liam: no, encontré algo mejor que hacer-llevó la mirada hacia los dibujos en el muro.
Harry: ya imagino que, pero bueno, como yo quiero aprobar esa clase, empezare con el ensayo y tú deberías hacerlo mismo.
Liam: lo hare, quizá después.
Harry: bueno, pero no vayas a estar llorando cuando no apruebes-cortó la llamada sin darle tiempo a Liam de responder.
Lanzó el celular hacia la cama y se giró hacia la ventada después de que no cayo de la cama por los rebotes, tomó su bloc recargando la cabeza en la ventana y abriéndolo en una hoja en blanco tomó el lápiz, empezó a dibujar rosas por los bordes de la hoja dejando un circulo vacío en el centro, donde dibujo al rubio hasta el torso y en su cabello una corona hecha de estrellas. Tomó un plumón negro para marcar más los trazos y una vez que termino, comenzó a darle color; intercalando los colores de las rosas entre moradas y cafés, las estrellas de la corona plateadas hacían resaltar el azul de los ojos del chico en el dibujo, al igual que el suave rojo en los labios.
Con los plumones dio más detalles de sobras, con el crayón blanco dio brillo en las estrellas y los ojos, y para finalizar algunos detalles naranjas en el cabello rubio; Liam sonrió bobamente, admirando al chico el dibujo y deseó que las palabras del rizado fueran ciertas, para que el rubio no se olvidara de él y poder tenerlo al menos como su amigo, aunque deseaba con toda su alma tenerlo de una forma muy distinta. No queriéndose enamorar más de aquel chico por medio del dibujo, cerró el bloc dejándolo en el otro extremo del sillón, abrazó sus piernas y suspirando cerró los ojos, disfrutando del sonido de la tormenta que, aunque no fuera de sus favoritas, le agrada escucharlo y de alguna forma, la lluvia le recordaba a los ojos azules de Niall que para él, eran más hermosos y valiosos que cualquier diamante existente.
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Príncipe Marrón.
Storie d'amore"Esperando a ser amado, como un pájaro enjaulado, un río sin agua. Nunca había imaginado que quererte era una perdición, me muero por tu amor." Liam está enamorado de Niall desde hace dos años y medio, pasa las horas del día pensando en cómo será el...