Capitulo 3

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Era una mañana lluviosa del sábado, las pocas personas en las calles de Doncaster se refugiaban en las tiendas esperando porque pronto pasara la lluvia, los dos días anteriores habían tenido el mismo clima y según los meteorólogos, se mantendría así por un par de semanas más; el clima frio y lluvioso favoreció mucho a Liam por lo que pudo terminar el proyecto y entregarlo a tiempo, obteniendo un calificación lo bastante agradable, no la mejor pero era suficiente para que no tuviera que repetir el proyecto.

Louis estuvo hablando con el rizado los días pasados durante clases, incluso le pidió el número de su celular al chico, lo cual le pareció bastante extraño a Liam y cuando le preguntó a su amigo respecto a eso, él solo respondió que tenían que hacer un trabajo juntos y claro, Liam no le creyó pero lo dejó pasar sabiendo que no le diría la verdad. Louis le contaba al rizado lo que tenía planeado hacer, aunque esas ideas cambiaban cada dos horas por lo que el lunes tendría el plan definitivo, el cual Tomlinson aseguró que no fallaría y Harry esperaba que fuera cierto.

El sonido de la lluvia relajaba a Liam y este se sorprendió a si mismo dibujando algo que no tenía relación con el rubio, o eso parecía hasta que ciertos ojos azules se colaron entre el bosque de aquel paisaje de otoño; Liam sonrió acomodándose mejor en el sillón junto a la ventana, tomó un lápiz rojo del ancho marco de esta, para poner unos cuantos detalles más entre las hojas de los árboles dispersas sobre el suelo del bosque, dejó el lápiz para ahora tomar uno azul y ponerle un poco más de color a esos ojos, que eran los que más resaltaban entre los tonos rojos, naranjas, amarillos y verdosos. La puerta del cuarto se abrió dando paso a un sonriente Harry y sentándose frente a su amigo le palmeo a la pierna, Liam llevo su vista hacia el rizado por unos segundos, dándole una sonrisa a modo de saludo antes de regresar a su dibujo.

Harry: ¿ahora qué dibujas?, no me lo digas, creo que puedo adivinarlo-fingió pensar por un par de segundos, antes de chasquear los dedos-dibujas al dueño del cuarto frente a tu ventana, ¿o me equivoco?

Liam: te equivocas, en parte te equivocas-dejó el lápiz en el marco de la venta, entregándole a su amigo el bloc que es el doble de grande del que lleva en su mochila-¿qué te parece?

Harry: es genial, casi se ve realista como todos los dibujos que tienes, ¿por qué no entras a los concursos de dibujo de la universidad?-Liam sonrió, negando levemente con la cabeza.

Liam: solo dibujo para mí, sabes que no me gustan que alguien que no seas tú vea mis dibujos.

Harry: eres un egoísta, no deberías privar al mundo de tus creaciones-dramatizó, haciendo reír a Liam.

Liam: no sé de qué te quejas, tú puedes verlos-guardó los lápices en su estuche.

Harry: y por eso mismo me quejo, sé que muchos estarían fascinados con tus dibujos-pasó las hojas del bloc, viendo los dibujos anteriores-las obras de Vincent Van Gogh parecerían hechas por niños de dos años al lado de las tuyas.

Liam: y es por eso que termino sin oreja-ambos rieron, Harry regresó el bloc a su amigo y este lo guardo en la estantería de madera, repleta de libros y blocs de diversos tamaños-¿a qué se debe tu visita?, si sé puede saber.

Harry: ¿ya no puedo visitar a mi amigo sin tener una buena razón?

Liam: no es eso, pero es raro que salgas de tu casa con este clima-regresó a su lugar en el sillón.

Harry: odio la lluvia pero, mis opciones eran igual de malas y no quería estar solo en mi casa-levantó los hombros, restándole importancia.

Liam: entonces tu visita se debe a que no querías estar solo-el rizado asintió, sonriendo.

Una luz siendo encendida llamó la atención de Liam, llevando la mirada a través de la venta observó la silueta de Horan por entre las cortinas del chico y sonrió haciendo que el rizado rodara los ojos, picando los costados de Liam para que este le prestara atención, recibió un buen manotazo haciendo que se quejara en dolor y Liam rió por lo bajo. La atención de Liam se centró en su rizado amigo, una vez que la luz del cuarto había sido apagada junto a la salida del chico rubio, Harry fingió molestarse lo cual no duro mucho debido al ataque de cosquillas por parte del castaño; la madre de Liam se hizo presente, con tazas de humeante chocolate y galletas recién horneadas para ambos chicos, los cuales aceptaron dándole las gracias.

Príncipe Marrón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora