Príncipe Marrón.

Capitulo 25

La llegada del lunes pareció eterna para Horan, ansiaba con desesperación que ese día llegara y poder hablar con Louis sobre que sucedió los días anteriores, mismos días en los que se sintió la peor persona sobre el planeta, el hecho que Liam lo estuviera ignorando le dolía de sobremanera; no respondía sus mensajes o llamadas, y las veces que fue a buscarlo jamás salía o su madre le decía que no se encontraba, aunque sabía perfectamente que el castaño se encontraba en su habitación, mas no queriendo discutir se retiraba a pasos lentos y cabizbajo, haciendo que la mujer se sintiera mal por él y subiera hasta el cuarto de su hijo para hablar con él, sin embargo no lograba nada que no fuera que Liam derramara algunas lágrimas.

Niall creyó que estando en la universidad tendría oportunidad de hablar con el chico, pero aquello solo quedo como intentos fallidos; al encontrarse con el castaño en la entrada del instituto este lo esquivo, caminando hacia el lado contrario en el que Niall se encontraba. Y lo mismo pasó al entrar en el aula; el rubio se detuvo frente a él impidiéndole seguir con el camino hacia su lugar, se miraron durante unos segundos y cuando estaba por hablar, Liam giró sobre sus talones, rodeándolo y siguiendo con su caminar hasta llegar a su mesa.

Y así fue como el rubio termino moviéndose de un lado a otro sobre la silla, tamborileando los dedos sobre la mesa y mirando cada tres segundos la puerta rogando porque Tomlinson apareciera por esta.

Mientras Liam golpeaba suavemente su cabeza contra la mesa, sus manos jalaban levemente su cabello en un intento por retener las lágrimas que amenazaban con salir y no quería llorar más; en verdad le dolía mucho ignorar de esa forma al chico que tanto ama, pero el recordar aquello lo ponía muy mal, creyó que al menos sería un poco más importante para él. Vaya estúpido que soy-pensó mientras un par de lágrimas rodaban por sus mejillas, cayendo y mojando la mesa.

La voz de su rizado amigo llamándole le hizo sobresaltar, se reincorporo rápidamente, secando el rastro de lágrimas en sus mejillas y miró al chico que felizmente se acercaba pero una vez que estuvo cerca su felicidad se desvaneció al notar la expresión triste de su mejor amigo. Tomó una silla colocándola a lado del chico, pasó su brazo izquierdo por sobre los hombros de Payne, sentándose en la silla.

Harry: ¿qué paso?-Liam negó ligeramente con la cabeza, bajando la mirada hacia sus piernas-hey, sabes que puedes decirme, ¿qué ocurrió, Lili?

Liam: una tontería-susurró bajo.

Harry: te conozco muy bien y no te pones así por tonterías-limpió la escurridiza lágrima que salió del ojo marrón del chico-¿qué paso, príncipe?

Liam rió tristemente, abrazado al rizado, le hacía gracias aquel apodo y aunque no lo usara mucho le gustaba; después de algunos segundos y unos cuantos suspiros comenzó a contarle lo sucedido el sábado y el cómo se siento con todo eso. Harry después de escuchar aquello sintió un gran enojo, odiaba que alguien lastimara a su mejor amigo y no pudo reprimir los deseos de ir a romperle la cara a Horan y hacer que ese bonito cabello rubio quedara ensangrentado; sin embargo se limitó a proporcionar suaves caricias en el espalda de Liam, mientras miraba fijamente a Horan, quien hablaba sobre algo con Louis. Después tendría tiempo de encargarse del rubio, su prioridad principal en ese momento era calmar al chico de ojos marrones, que lloraba silenciosamente sobre su hombro.

Llegó la hora del almuerzo y Harry aprovechó eso para ir a hablar con el chico rubio, en la primera oportunidad que tuvo fue directo hasta donde el chico se encontraba; lo tomó por el cuello del suéter y lo arrastro fuera de la cafetería, fue tan rápido que Niall no tuvo oportunidad de poner resistencia, solo se limitó a soltar quejidos y pedirle al rizado que lo soltara. Y obviamente eso no paso hasta que llegaron a los baños, donde, empujándolo bruscamente hizo que entrara, cayendo hacia atrás debido a la fuerza del movimiento y la poca estabilidad que tenía en sus pies al ir siendo arrastrado.