Suspiro agotado desde el sofá. No llevaba ni una semana siendo padre y su hija ya lo odiaba.Tendría que dejar sus novelas, ¡sus novelas!. Todo debía de ser una pesadilla, ni siquiera podía dormir sabiendo que hay alguien más en su casa que en cualquier momento lo podría matar.
Se levanto mientras se sobaba su barbilla desnuda, no veía la necesidad de usar su mascara con su hija, después de todo quería ganar su confianza. Camino en dirección a la cocina en busca de algo que beber, se detuvo en la puerta de su habitación en la que su hija dormía.
Kanna tampoco traía su mascara. Se parecía demasiado a el, aunque la piel de ella era mucho más pálida, sus labios tenían una mancha roja, era obvio que se mordía el labio, una señal de concentración, nerviosismo y presión.
En sus nudillos grandes marcas rojas y rasposas, sabia como pelear. Sus piernas tenían cicatrices y varios moretones y parecían demasiado fuertes, definitivamente era mucho mejor con golpes bajos.
Sus ojos eran grandes y tenia una gran visión además de poseer el sharingan, podría localizar a la más mínima hormiga con solamente dar una mirada. Sus técnicas siempre cambiaban, y aunque eso era una gran desventaja ella lo usaba a su favor.
Con solo mirarla dormir se daba cuenta que siempre estaba en guardia, incluso como estaba, pero ahora parecía tan tranquila y sin ninguna preocupación.
Fue hacia la cocina y tomo su vaso de agua. Estaba jodido, necesitaba algo de apoyo, iría con gui haber si le daba algunos concejos paternos, anko no era un opción y kurenai, tal vez ella le podría ayudar.
Le cansaba toda esa situación, pero por ahora iría a dormir.
[***]
Despertó agotada y sin ánimos, un aura maligna la rodeaba desde que despertó, se dirigió hacia la cocina de donde provenía el ruido y olor que la despertó.
Miro sorprendida la mesa en donde se encontraba un rico desayuno.
-o despertaste, ¿quieres desayunar?.- pregunto su padre, alzo la mirada encontrándose con este sin mascara. Lo ignoro y se sentó tomando el tenedor y empezando a comer con total calma.
Kakashi miro con total disimulo de lo mal que se sintió al ser rechazado por su hija.
-gracias.- se escucho de una seria voz. Fijo su mirada en su hija y le sonrió.
Después de todo ser padre no era tan malo, incluso le gustaba lo distante que era kanna.
-bien, kanna, hoy tendré que ir hablar con unos compañeros de trabajo.- explico con una gran sonrisa. Kanna solo siguió comiendo, ahora acelerando un poco más el paso, parecía hambrienta.
-no hay problema, iré contigo.- dijo seria.
Maldición, si se daba cuenta que iría a por unos consejos le seria difícil verle a la cara, siempre lo miraba como si fuera un estúpido o un infantil, eso le dolía.
-bueno, es que sera algo aburrido.- trataba de dar una excusa kakashi, pero kanna solo se encogió y llevo otro pedazo de comida a su boca.
-te e espiado durante cinco días todo lo que haces sin reclamos ni objeciones y sin aburrimiento, creo que puedo soportarlo.-dijo kanna. Kakashi comenzó a ponerse nervioso, aquella chiquilla solo le había tomado cinco días predecir todos sus movimientos y conocerlo.
-bueno......am........tienes, ¿tienes que conocer a personas de tu edad?......., ¡si!, ¡eso!, ¡tienes que hacer amigos!.- grito kakashi al hallar la excusa perfecta para ir solo.
ESTÁS LEYENDO
La Hija De Kakashi
FanficUn día tranquilo en la aldea escondida entre las hojas, todo iba normal para el equipo siete. Mientras que naruto, sakura y sasuke entrenaban tranquilamente entre los tres, y kakashi sensei se disponía a leer su libro recargado en un árbol con tranq...