capitulo 20: ¡cuando una rosa muere!

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Vendas los rodeaban como si fuera una especie de círculo protector. Se veían increíblemente filosas, como si fueran cuchillas, se movían en sinfonía y con cuidado, ambas vendas cuidaban sigilosamente sus pasos, como un baile.

Entre la tierra levantada logro escucharse una risa demoniaca, con burla. Como si no le hubiera dañado en nada.

-nunca me lo espere de ti.- empezó a reír la bella mujer mientras se asomaba entre las nubes de tierras.-mi única hija.-

Dijo kasara mientras con sus listones comenzaba a rodearla al igual que lo había hecho con kakashi y ella.

En vez de que Kanna contestara, simplemente se mantuvo de pie protegiendo a su padre, en silencio. Recargada en su misma espalda mientras ambos brazos colgaban y lideraban a sus vendas, por primera vez su padre vio sus brazos al descubierto, tenia una que otra cicatriz y algunas quemaduras como cualquier otro ninja, lo que descolocó al hatake fue ver como una gran mancha negra con el símbolo del clan kakemasu adornaba su blanquesino y pálido brazo.

-lady kasara.- hablo por fin Kanna.- lamento mi retraso, me encontré con algunos obstáculos en el camino, y por ende tuve que arreglarlo.-

Explico la niña con la mirada enterrada en su pelo, no podía verse nada de su rostro, únicamente la mascara y su albino pelo ahora carmesí.

-Kanna.- dijo kakashi, feliz de ver a su hija.

Con cuidado comenzó a levantarse y a acercarse a ella. Con sigilo trato de tocar su hombro, pero se vio obstruido cuando una de sus vendas estuvo a punto de atravesarlo, advirtiéndole que estaba por terreno peligroso, asombrado vio a Kanna. No tenia su diadema y su cabello estaba aun más desordenado, con lo que el supondría manchado de sangre, al igual que su ropa.

Lentamente Kanna comenzó por quitarse los guantes, y entregándoselos dejando al desnudo sus callosas manos.

-quisiera quedarme con el hermoso brazalete si no le importa, la ropa sinceramente no creó poder regresarla.- explico Kanna.- padre.

Llamo, este volteo aturdido por lo sucedido, viendo aun más grande la figura de su hija. Sorprendido noto como Kanna comenzó por bajar su máscara por completo, dejando observar una gran y hermosa sonrisa que a simple vista solo podía causarle tristeza. Por que bien sabía que esa sonrisa era de despedida.

-espera... Kanna tu no.- un abrazo lo calló.

-lo amo...Gracias por dejarme ser una niña.- confesó kanna.

Estaba seguro, ella se iría. Pero no entendía porque.

Kanna se levantó y ambas vendas rápidamente se dirigieron hacía kasara, quien obviamente desvió el ataque con un movimiento​ sencillo con sus listones.

Con una mirada fría kanna se hecho al suelo, y con gran dolor y sufrimiento activo su Sharingan.

-Mi hermosa kanna, en verdad eres preciosa...Digna de la familia kakemasu.- hablo su madre levantando su rostro con uno de sus listones.- pero una malagradecida.-

Concluyo su madre cortando el viento con sus vendas. Manchando​ el rostro de Kakashi con la propia sangre de​ su hija, el shock y el casi desmayo de este al ver a su hija ensangrentada era demasiado.

Ya era demasiado tarde, la había perdido, para siempre.

ππππππππππ

-¡¿como que no puedo ir?!.- repitió molesto el azabache. Parándose derrepente aún con la muleta exaltado.

-Lamento decirte que en tu estado no puedes hacer mucho. Tienes que estar descansado para la cirugía si quieres volver a ser un ninja.- hablo molesta Tsunade, ya arta de las suplicas de la bestia verdad de Konoha.-juro, que si vuelvo a escuchar tu voz, ¡voy a lanzarte por la ventana y duraras en cama diez semanas!.-

Amenazó la Hokage dejando por enésima vez a Lee mudo. Rendido y desanimado, con una gran depresión se encamino hacia la puerta de la oficina de la Hokage, huyendo prácticamente para no ser asesinado.

Estaba, ya hace más de seis horas que no recibía ninguna señal, mientras Sasuke estaba en el hospital y Naruto entrenando, el solo estaba ahí paradote esperando sin hacer ningún tipo de esfuerzo.

¡esto es intolerable!, ¿como es que podría estar solo sin hacer nada?. Necesitaba encontrar a alguien para que lo ayudar, o iría el mismo tras de kanna.

Una clara opción sería Neji, el era el candidato perfecto para esa misión, pero lamentablemente estaba en otra misión con equipos claramente distintos.

Hinata, al igual que Neji estaba en una misión. Pero según tenía informado regresaba​ hoy.

-¡maldicion!.- esto ya era imperdonable, se sentia tan humillante. Estaba planeando todo lo que no se podía hacer, y aun así lo intentaría.

-No creo que debas lamentarte de esa forma.- hablo la integrante femenina de su equipo. Y derrepente se prendió el foco arriba de su cabeza, reaccionado por fin.

-¿que haces aquí?.- pregunto algo alterado. -¿no se supone que deberás estar buscando a kanna?.-

Cuestiono. Tenten comenzó a ponerse sería, sus rasgos faciales parecieron cambiar sorprendentemente de suaves a duros y fríos, aún con su delicado toque femenino.

-Al parecer la situación se puso demasiado peligrosa. Nos regresaron a casa después de haberla encontrado.- explico la morena.

-¿encontraro a kanna?.- pregunto emocionado mientras una luz en sus grandes y circulares ojos irradiaba felicidad.

De momento Tenten no pudo evitar ponerse aún más seria.

-Me informan que no fue a kanna a quien encontraron, Kakashi~sensei y Kiba encontraron a alguien más en el trayecto que al igual que nosotros buscaban a kanna.- comenzó a comentar lo sucedido y con cada palabra un gesto diferente en el rostro de Lee.- hasta que nos tuvieron que dejar atrás, Kiba y kanna se encontraron pero el solo le dió a a akamaru y se marchó, únicamente diciéndole...-

-Cuando una rosa muere, es porque esta dejando vivir a otra con su partida.- concluyo Kiba. Quien había interrumpio a Tenten en su explicación.

-Quieres decir...- dijo Lee atónito con un área de tristeza y shock.

-kanna se sacrificará.-

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Chan! Chaan! Chaaaan!.

Antes que nada espero que les haya gustado, no olviden en dejar su voto y uno que otro comentario.

Lamento la demora, pero juro que estube apunto de subir capítulo, de hecho logré arreglar mi cuenta y poder contestar algunos mensajes de ustedes, explicándoles que no tenía excusa alguna al tardarme tanto y que subiría lo antes posible. Pero ahora si que la tengo.

Verán, estaba yo dejando inocentemente mi teléfono cargado en mi pequeño buró pegado a la pared, mientras que yo sin saber nada partía a la escuela. Cuando regreso me encuentro con que mi teléfono está nadando en agua de la plancha de la ropa. Y les diré una cosa, el truco del arroz si sirve.

Lo se, soy un desastre. Y también se preguntaran. ¿que acaso no tienes dos teléfonos?.
Pues déjenme decirles, tenía dos teléfonos. Porque el que tenía supuestamente para emergencias murió cuando cayó ocho escalones abajo. Repito, soy un desastre.

Muchas gracias por leer.
Baybay😘😘

La Hija De KakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora