Capítulo 18: La Marca de nacimiento.

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Narra Rey Lucius.

Días antes de la reunión con el Alfa Samir de la manada Estrella del Éste.

Zack había llegado furioso y destrozado porque unos lobos junto con una chica vampira habían matado a su hermano y a su compañera, cabe decir que ella era la última de mi linaje, la hija de mi primo que murió a causa de su prepotencia.

Según Zack, ellos no tenían la culpa, los acusaron de unos asesinatos que no habían cometido, mientras que la verdadera asesina era aquella chica que andaba con ellos. Yo no quería meterme con esa manada, ya que es una de las pocas que mantiene el orden y la admiro. Nos es que admire a muchas.

— ¡Por su sobrina mi señor debe buscar venganza, que le entreguen a la chica y a los perros sarnosos aquellos... —yo lo miro fijamente para mostrarle quién es el que manda. Si se atreve a retarme morirá y él lo sabe, agacha su mirada y dice— debemos hacerlo mi Señor... por su sobrina.

— Zack, ¡dejame sólo! —le ordenó, él a regañadientes se va, mientras yo ordeno mis pensamientos. Y me temo que tiene razón, ahora gracias a ellos mi linaje se ha perdido y deben pagar.

¡Maldición! Con la muerte de mi sobrina el niño mimado de la corte tal vez tome mi trono, aunque eso es mejor a que cualquiera de los otros lo haga. Después de todo él, es quién más se lo merece y se lo daría de buena gana. Algo que con los otros no haría, por que sería un decisión mortal que cualquiera de ellos lo tomara. Se muy bien que la guerra sería inminente entre los clanes,.

¡Malditos! Como si no supiera que solo esperan que baje la guardia para atacarme por la espalda y tomarlo.

No, no es momento de ser débil, debo demostrar de lo que soy capaz, y lo demostraré en nombre de mi sobrina, si no me entregan a sus asesinos ¡Destruiré esa manada!

No, no es momento de ser débil, debo demostrar de lo que soy capaz, y lo demostraré en nombre de mi sobrina, si no me entregan a sus asesinos ¡Destruiré esa manada!

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**Un mes después**

Día de la reunión...

En la reunión el Alfa Samir se niega rotundamente a entregar a sus lobos y a la chica, Zack fue el primero en sonreír y desearle buena suerte, ya que definitivamente esta guerra declarada la ganaríamos nosotros.

Ya en la batalla, el Alfa mostró su audacia y valentía, pero no fue suficiente su fuerza en comparación con la mía. Ya habían varios lobos heridos y también alguno de mis guerreros, pero aún éramos mayoría, esta batalla la teníamos ganada.

— ¡Después de matarlos a todos, iremos tras sus mujeres y niños, destrozaremos a cada uno de ellos hasta encontrar a la perra que mato a mi hermano! —gritaba Zack con prepotencia y odio, yo lo miro de reojo, el chico no estaba bien, odia a esa chica, y por desgracia para ella yo debo hacerlo también. Ahora la diferencia entre las palabras de Zack y mi decisión, es que no pretendo destrozar a todos los débiles. Solo tomaría a la chica y a los lobos, quienes tal vez morirán durante la batalla, ya que estaban luchando con entereza al lado de su Alfa.

Una hora después...

La vida del Alfa de la manada Estrella del Éste esta literalmente en mis manos, lo lamento por él, pero debo darle el golpe final. Y cuando estoy a punto de dar el golpe final, ella aparece de la nada.

Valiente y retadora, un sentimiento antiguo e incluso olvidado me recorre.  Amenaza a Zack frente a mí, desafiante, con la frente en alto, una cualidad admirable si fuera en otras circunstancias.

La observó, ¿Acaso es una tonta en aparecer, ofreciendo sin saber su cabeza a la guillotina gustosa?

Curiosidad es lo que siento, no rabia ni deseos de matarla, su mirada fija en la mía. Es algo extraño, pero no percibo temor, y lo que es más curioso nunca aleja o agacha su mirada al observarme como muchos lo harían.

La estudio atentamente, su piel es blanca como la nieve, su cabello castaño, pero son sus ojos azules y limpios como el cielo en un día de verano los que me atrapan, despertando mi corazón congelado.

Por alguna razón siento orgullo por aquello, y sin preveerlo el pedazo de hielo que tengo en el pecho comienza a derretirse, ylatir desbocado.

¡Felicidad!  Eso es lo que este viejo siente.

Sí, es extraño, el corazón de un vampiro se mantiene congelado solo hasta que encuentra a ese alguien que le hace feliz, por ese alguien que daría su vida.

Lo demás pasa rápido, ella arranca de mi mano la daga y de mi agarre mortal al Alfa.

¡Admirable!

Sonrió, mientras todo sigue pasando, todavía me sigue asombrando... ¿cómo es posible que ella haya tenido la osadía de desafiar al Rey de los Vampiros?

Porque esto, por donde se le mire es un desafío.

La sigo observando atentamente, mi instinto me exige saber hasta donde llegará su valentía.

Zack por otro lado destila tanto odio por ella que le es imposible contenerse, y aprovecha de lanzarse contra ella cuando viene hacia mí.

La chica es fuerte, no cabe duda y muy ruda, pero mi corazón desbocado se detiene por segundos cuando Zack arranca su blusa, dejando parte de su piel expuesta a las miradas de todos los presentes.

No, no puede ser, pero es real, un lunar, no, no, es una marca, pero no una marca cualquiera, esa marca es única.

Mi visión se amplia en su dirección, ordeno a Zack detenerse, y en segundos estoy a su lado.

No, no es posible, la marca de nacimiento es...

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"El Amor También Es Para Mí" Vivían Libro 1  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora