"El Amor También Es Para Mí" Vivían Libro 1 [Borrador]

Capítulo 15: El Alfa Samir.

Narra Vivían.

—Soy el  Alfa de esta manada, mi nombre es Samir, yo y mi Luna te daremos asilo mientras te recuperas y estas lista para irte con Edmira, tu tía. —dice— Ella es alguien que ha ayudado mucho a esta manada, por lo que ayudar a su sobrina, no es nada comparado con lo que le debemos.—le sonríe.

—Gracias Alfa Samir, fue sin duda una suerte que haya estado aquí. Mi sobrina esta pasando por mucho en este momento, espero...

—Esta bien Edmira, no tienes que darme más explicaciones. —la interrumpe, él desprende paz, fuerza, es extraño pero, no le temo, ni quiero matarlo—  Ahora me retiro, que te mejores Vivían. —se va.

—Él es un...

—Si cariño, es un hombre lobo y el líder de esta manada, pero también es vampiro. Él es un híbrido, su mate es una humana...

—¡¿Él es como yo?! ¿Y qué es un mate? —la interrumpo, me mira y sonríe.

—Si cariño, su padre es un hombre lobo, y su madre una vampiresa, por eso él es un híbrido, y uno de los líderes más poderosos de todas las manadas. Un hombre integro, y un enemigo muy peligroso. Y un mate mi niña, es nuestro compañero de vida, el que nos completará y amaremos por encima de todo, el que dará su vida por nosotras y viceversa;un mate es el único capaz de sanar nuestras heridas, haciéndonos olvidar nuestro pasado. Nos dará la paz y la tranquilidad que necesitamos, ningún otro jamás te hará sentir como él.

—No creo que él me quiera si me lo encuentro algún día, estoy sucia...—una lágrima cae por mi mejilla.

—Él te aceptará, claro que lo hará, ¡no dudes de eso! Eres hermosa, pero lo que te hace mas especial es lo que tienes aquí. —posa su dedo en mi corazón.

—No tía, él me rechazará, nadie podría querer a alguien como yo.—la miro fijamente— ¿un mate puede rechazarnos no?

—Bueno el tuyo sería, tu alma.— baja la mirada— pues sí mi niña, a veces pasa y es lo mas horrible que le puede pasar a ambos, ya que el dolor que se siente no se compara con nada que hayamos sentido algunas vez...—una lágrima resbala por su mejilla.

—Tía a ti te... —levanta su mirada llena de dolor hacia mí y lo sé, lo siento, su mirada transmite mucho dolor.

—Pero si no te ha marcado puedes encontrar un nuevo compañero o alma gemela. A mí, ni siquiera me marco, solo con verme me rechazo. —dice tratando de recomponerse— Aunque ahora que lo pienso, fue lo mejor que me pudo pasar, en cambio a ti mi niña, te ira bien, tu compañero te amará, porque si no lo hace...

—Yo nunca encontraré a mi compañero tía, no merezco ser amada, ¡nunca nadie me amará!— la interrumpo, no quiero hacerme ilusiones con un futuro al lado de mi otra mitad, o alma gemela. Mis lágrimas caen otra vez— Y desde hoy, ¡no dejaré que ningún hombre me haga daño o me toque! —miro hacia la ventana de la habutación, y me pierdo en los recuerdos que me destrozaron, dejándome sucia para una posible alma. No merezco aquello tan hermoso— algún día encontraré al monstruo y lo haré pagar ¡Lo juro tía!

Una semana después...

  Desde que me recuperé he tratado de ayudar aquí en la manada, pero es poco lo que me dejan hacer, ya que como soy nueva y estoy aprendiendo de mi naturaleza vampírica recién descubierta, no me han dejado estar muy cerca de los habitantes humanos de la manada.

Mi tía por otro lado me ha enseñado como controlar mi sed y mi furia. El Alfa Samir y su Luna ordenaron que se me entrenara, pero yo solo acepte que fueran mujeres las que lo hicieran, no quiero a ningún hombre cerca porque soy capaz de matarlo.

Los entrenamientos son intensos, a veces termino toda golpeada, magullada y con moratones, algo que no me importa. Lo sorprendente es lo rápido que he aprendido, mi tía dice que es normal.

La manada esta llena de vida, y esto me ha traído un poco de paz a pesar de que las pesadillas siguen ahí, a la espera, a que yo baje la guardia para devorarme.

  Un mes después.

Ya ha pasado un mes desde que estoy con mi tía en la manada de los lobos, son muy agradables y por primera vez en mi vida me siento a gusto, bueno, excepto porque todavía esta mi recelo, desconfianza y repugnancia por los hombres. Al único que tolero y que se puede acercar a mí, y por el no siento todo eso, es Alfa.

Mi vida es como una gran mancha negra, y mi tía ha sido el único ancla de luz que me ha mantenido cuerda en este mundo terrenal que muchas veces deseo dejar.  Gracias a ella he aprendido poco a poco a sobrellevar mi condición, y cuando la sed de sangre llega, la mantengo bajo control.
Eso me permite estar cerca de cualquiera que viva en la manada, ya que no soy un peligro inmediato.

Hoy mientras entrenaba con el grupo de chicas lobas, escuche decir que esta manada tiene un problema con un tal Lucius rey de los vampiros, es alguien muy poderoso. El Alfa se reunirá muy pronto con él en las cercanías de la manada, y si el problema no se resuelve, habrá guerra.

Esa es una de las razones por la que seguimos en la manada, y el porqué hay entrenamiento más a menudo. Tía Edmira debe permanecer aquí en la manada, ya que en el caso de haber guerra, podrían haber heridos a quienes curar.

Yo por mi parte no le tengo miedo al tal Lucius, apuesto a que es un viejo que le gusta controlar a todos, por lo que he escuchado, a éste rey no le gustan mucho los que se oponen a sus órdenes.

—¿Hija ya estás lista? —me pregunta mi tía, la miro— Tenemos que prepararnos, la reunión ya debe haber terminado, y he visto que no pinta nada bien, ¡vamos! —toma mi mano y me guía a donde están las mujeres, niños y ancianos resguardados.

Gracias por leer, votar o comentar. Espero les haya gustado el capítulo😉 tal vez hayan problemas de ortografía o con los guiones largos, pero esta éste problema donde los guiones largos se cambian por si solos, y no creo ser la única a la que le pasa, es frustrante😅🤗🤗😘

Saludos💜