Capítulo 17: ¡¿Quién eres?!

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Narra Vivían.

Nos miramos fijamente por unos segundos.

—¡Así que por fin te muestras perra asesina! —me grita el chico de ojos café, interrumpiendo un momento de miradas extrañas.

—Si no te callas, ¡Prometo que te arrancaré la cabeza por imbécil!—le grito sin dejar de mirar al vampiro que tengo frente a mí, imponente y despiadado. Y que por alguna extraña razón, lo siento tan familiar.

—¡¿Quién eres, y cómo te atreves a presentarte así delante de mí amenazando a uno de los míos después de ser acusada por asesinato?! —pregunta entre divertido y enojado.

—¡Suéltelo! —exigo. Un silencio incómodo se hace presente a nuestro alrededor, pero en serio que soy valiente o demasiado estúpida, bueno no me importa. Aquí lo importante es salvar al Alfa, prefiero que su atención este toda sobre mí, ya que era a mí a la que en un principio buscaban. El Alfa solo tuvo la mala suerte de ayudarme, no merece morir. Menos por mi culpa.

—¿Me estás exigiendo que lo suelte?—me pregunta sorprendido por mí osadía, y sonríe mas extensamente mostrando sus colmillos, mueve su cabeza divertido— ¿sabes quién soy pequeña?

—Claro, quién no lo sabe. —digo de forma retadora, ya no me importa que me maten por mi imprudencia y bocota, porque no me callaré— ¡Ahora suéltelo!

—Vete pequeña...—dice apenas el Alfa, entonces es que me doy cuenta que debo salvarlo del agarre de este vampiro antes de que muera.

—No me iré, lo siento Alfa por causarle tantos problemas...—me disculpo sin apartar la mirada del vampiro.

—¡Zack! ¡No te acerques! —le ordena el rey  vampiro al imbécil, apartando su mirada de mí.  ¡Ooh! Creo que Zack le tiene miedo. Y es cuando tengo mi oportunidad, y la aprovecho. No sé cómo pero, le quito la daga y arranco al Alfa de sus garras. Él me ve con asombró, wooouuu ¡el vampiro no se lo esperaba!

Adrenalina es lo que corre por mis venas en este momento, y también ganas de morir, porque si no me mata por mi atrevimiento, no sé qué me hará. Por que se ve enfurecido.

Me alejo con el Alfa hasta dejarlo con algunos de la manada quienes rápidamente lo rodean de manera protectora.

—¡Cuándo el vampiro venga hacia mí, le llevan al Alfa a Edmira para que lo cure!—les ordeno y ellos me miran asombrados asintiendo.

—Pero vas a morir pequeña...

—Shshhh —digo— su Luna lo necesita, sobretodo ahora que espera a su primer hijo, un niño muy sabio.—me alejo acercándome al vampiro rey pero antes, el maldito de ojos café me atrapa y arremete contra mí con su  puño en mi estómago. Toso por el impacto pero no me debilito ni me encogo, estoy tan acostumbrada a esta clase de golpes que ya no me hacen nada. Lucius solo mira, entre sorprendido y ¿preocupado?

—¡Ahora morirás perra! — arremete contra mí otra vez, pero lo esquivo y con la misma daga que le quite a Lucius, le hago un corte en la pierna izquierda, lo escucho maldecirme, entonces aprovecho, y con mi puño derecho impacto en su mandíbula. El retrocede y sin previo aviso desgarra mi camisa dejándome en mi minúscula polera blanca de tiritas. Tiemblo, pero de rabia, ha dejado a la vista mi abdomen, mis brazos, hombros, gran parte de mi espalda y mi cuello, ya que tengo un moño alto, pero me las pagara por exponerme así frente a tantos hombres. La ira se apodera de mi ser, mis colmillos crecen, mis uñas se transforman en unas afiladas garras.

—Ahora si que nadie te salva imbécil.—le doy con mi puño en su estómago, y él me agarra de mi brazo volteándome, me pone el brazo atrás de mi espalda, me toma del cuello, pero yo alcanzo a poner mi mano entre mi cuello y su antebrazo para apartarlo, eso le dificulta que tome por completo mi cuello, ya que si lo hubiera hecho ya estaría muerta, un grandísimo descuido de mi parte.

—¡Ahora quien morirá estúpida perra! —me grita y luego se acerca a mi oído, me susurra— me hubiera gustado follarte antes de matarte, pero ya que no se pudo...— mi estómago se revuelve y veo rojo, algo dentro de mí surge pidiendo la sangre de este idiota.

—¡Zack! ¡Suéltala! —ordena Lucius con esa voz poderosa, acercándose. Zack suelta su agarre solo un poco.

—¡¿Quién eres?! —me pregunta exigente Lucius, acercándose y tocando mi hombro izquierdo, sé que es lo que vio, aquella maldita marca.

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"El Amor También Es Para Mí" Vivían Libro 1  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora