Capítulo 27: Hombre Desconocido.

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~Vivían~


Tres meses después de la fiesta de presentación.

Después de aquella fiesta me mantuve lejos del castillo, en una isla en medio del océano propiedad de mi padre.

No pude conocer a los tres Señores Vampiros que se reunieron con mi padre el mes pasado, ya que no estaba en condiciones. Mis sueños habían aumentado mi ira, poniendo en peligro a los hombres que vivían en el castillo, mi padre era el único que al que no odiaba o atacaba.

Trataba de no dormir, pero ya que una parte mía sigue siendo humana, no duraba mas de tres días;  el cansancio me vencía por los duros entrenamientos a los que por voluntad me sometía, queriendo así arrancar aquellos recuerdos tan nítidos y aborrecibles de mí piel, de mi mente.

Porque cada vez que cerraba los ojos sentía sus sucias manos tocándome, manoseándome.

El contacto con mi padre es muy frecuente.

Aquí en la mansión de la isla me sirven y me entrenan puras vampiresas mujeres de confianza, ya que nadie sabe que soy inestable y eso puede ser muy peligroso para la soberanía de mi progenitor. Por eso decidí alejarme del castillo en contra de su voluntad, él no quería alejarse de mí, pero finalmente entendió que era por mi bien y por el de los vampiros hombres.

Mis paseos entrada la noche alrededor de la playa con la luna como mi única compañía, me hacen añorar el amor verdadero, el que nunca tendré, el que nunca sentiré. Por que cada vez que pienso en la intimidad con un hombre, mi estómago se revuelve y las arcadas se hacen presente.

Mientras observo la hermosa luna en el cielo estrellado, me es imposible no desear un cálido beso, una suave caricia.

Últimamente además de las pesadillas, tengo otros sueños, estos son diferentes... son con un hombre desconocido al que milagrosamente no temo, y no es mi padre.

Al principio los sueños eran solo palabras que él me decía, como:

"Te encontraré"

"Mi hermosa niña, ¿dónde estás?"

"No me daré por vencido, estaré a tu lado algún día, y te protegeré de todos"

"Mi dulce niña, los días son eternos sin ti, dejame encontrarte"

Ahora los sueños son diferentes, solo esta ahí y me hace compañía, o aleja a Ben de mí. Es como mi ángel guardián.

Los días, las horas, los años pasan uno detrás de otro. Añoro a aquel hombre desconocido, pero temo encontrarle.

Ya han pasado cuatro años desde que estoy en la isla, aislada del mundo por voluntad propia, mi vida a cambiado completamente.  Son contadas las veces que he ido de visita al castillo de mi padre, a diferencia de él que viene constantementeal a la isla.

Un lugar que se ha convertido en mi hogar, y como los sueños poco a poco se han convertido en una fortaleza gracias al hombre desconocido. Ya soy capaz de tolerar la presencia de los hombres cerca de mí, claro, pero sin hacer contacto.

Los sueños con el hombre desconocido son cada vez más intensos, me acaricia, me besa, y siempre termino deseando más, el asco se ha ido.
Porque pensar en Ben ahora después de estos años, solo me llena de ira, y sed de venganza.

La niña asustadiza y traumada se ha ido quedando atrás, ya esta en el pasado, aunque las cicatrices aún están en mi piel. Eso nunca se irá, lo sé, pero lo que si puedo hacer, es salir adelante, demostrarme a mi misma que a pesar de no merecer el amor de un hombre,  si merezco el mío propio, así como el de mi padre y tía Edmira.

________✒

Dos meses después...

Hoy en el entrenamiento hubo un avance según mi entrenadora, al luchar con uno de los chicos vampiros que vinieron a la isla. Hoy fui capaz de controlarme.
Ya no veo a Ben en cada hombre, ahora solo esta en mis recuerdos, he tratado de rastrearlo desde haces tres años, pero ni siquiera mi padre lo a conseguido. Tía Edmira dice que  recibió una carta poco después de mi llegada al castillo hace cuatro años atrás. Según la carta, se fue a otro país después de adueñarse de la herencia de mi madre tras la muerte de mi tía, y supuestamente "mi muerte" quedando él como único heredero. 

Algo que no me extraña, siempre fue un hombre ambicioso, no se que mierda de arreglo haría, pero para el mundo estoy muerta.

Solo espero que no se confíe, porque no importa lo mucho que tarde en encontrarlo, cumpliré mi juramento, tendrá una muerte lenta y dolorosa, nada se comparará a lo que tengo planeado para él. Y si es que ya está muerto espero que haya sufrido mucho, pero aún así primero tengo que ver su cuerpo inerte o sus huesos antes de creer que ha muerto.

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"El Amor También Es Para Mí" Vivían Libro 1  [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora