Abrí un ojo al escuchar un ruido proveniente de afuera de la habitación. Frunciendo el ceño abrí el otro y me quedé quieto en medio de la gran cama. Giré mi cabeza para mirar al costado de mí y estaba vacía, ella no estaba.
—Mathias Irwin, mi vida, ven aquí. Te dije que no corras más cerca de las escaleras... vas a caerte, mi vida. Y no quiero que eso pase. —escuché su dulce voz, esa era su manera de reprenderlo. Ya le dije un millón de veces que así, él seguiría siendo un rebelde.
—No lo volveré a hacer, ma —dijo él. Sonreí levemente, era un pequeño demonio.
—Nicholas, mi amor, ¿puedes pasarme tu camiseta? —escuché unos pequeños pasos que pasaban por delante de la puerta.
—Aquí tienes mamá —dijo él y volví a escuchar sus pasos.
—Leah, mi cielo, ¿ya estas lista? —preguntó Alana.
—¿Dónde está mi muñeca rosada, mami? —preguntó con voz preocupada.
—¿Te fijaste debajo de la cama? —dijo su madre.
—¡Aquí esta! —dijo contenta.
—Bueno, ¿ya están listos? —les preguntó.
—Casi —dijo Nicholas.
—¿Por qué se están poniendo tan lindos? —dijo Alana.
—Lo que pasa es que queremos impresionar a la maestra de natación —contestó Mathias. Reí por lo bajo.
—Con que eso es —dijo ella sin poder creerlo —Ustedes dos son terribles, no puedo creerlo.
—Ya mamá, tranquila —la calmó el pasivo y a la vez seductor Nicholas —Sabes perfectamente que tú eres nuestra favorita.
—Él tiene razón, ma —lo siguió mi otro pequeño galán —Tú eres la dueña de nuestros corazones. Las demás nada significan.
—Hay por Dios —dijo ella divertida —¿De dónde habrán sacado ustedes dos esa manía de comprarme?
—Tenemos un buen maestro —aseguró Nicholas divertido.
—Ya lo creo —dijo ella.
—¿Papá no irá a trabajar hoy, ma? —preguntó Mathias.
—Papi está de vacaciones... hoy comienzan —contestó ella —Vayan bajando que el desayuno está listo. Mientras yo termino de peinar a su hermana. Ellos dos bajaron las escaleras.
—Hija, ven al baño.
—Voy.
—¿Estás contenta de empezar la escuela? —le preguntó.
—Si, pero tengo miedo —dijo ella.
—¿Miedo, mi cielo? ¿De qué?
—¿Qué pasa si me pierdo? ¿Cómo voy a volver? —dijo preocupada.
—Tus hermanos van a cuidarte, no tienes que temer de nada princesa mía —la calmó Alana.
—No lo creo, ellos se la pasan babeando por la maestra de natación. Son unos bobos.
—Te van a cuidar, yo lo se —dijo divertida su madre.
Sonreí con ternura, mi pequeña es tan hermosa. Tan hermosa como su madre. Daniela es una copia exacta de Alana, a diferencia que tiene mis ojos. Con cinco años de edad ya es toda una mujer. Mientras que mis dos muchachitos son iguales a mí, con los ojos cafes de su padre.
Mathias y Nicholas son gemelos y por ende inseparables. Siete años de pura destrucción masiva... pero ¿Qué sería de mi vida sin ellos? Y ¿Qué puedo decir de la mujer que cambio mi vida por completo? Pasaron 10 años, y aún la sigo amando con la misma pasión de cuando teníamos 19.
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Mi Pequeña Obsesión.
FanfictionCreo que lo que mas me representan son las palabras SEXO, ALCOHOL y MUJERES. Creo que jamas pensaría a lo que me podrían llevar esas simples palabras, como sea, no las quiero aburrir, descubranlo ustedes en el camino... Ashton Irwin. ------------- E...