Narra Zayn:
-Qué es esto Zayn?- dijo mi amigo preocupado.
Era un lugar lleno de árboles, estaba oscuro ya que estaba anocheciendo y esto hacía que se vea más catastrófico de lo que ya era. En un costado aún más oscuro, iluminado por un pequeño foquito que se veía claramente que se estaba gastando, había una “casa” hecha de madera y en un muy mal estado. Mi piel se erizó al ver el horrible lugar y en el caos que me había metido.
-Zayn contéstame porque te juro que te pego y sí que te va a doler- dijo mi amigo muy enojado.
-Sólo espera acá, ya vengo! Cualquier cosa ahí hay un cuchillo para defenderte
-Qué? Cuchillo? Defenderme? Vos estás loco? A donde me trajiste Malik?- podía notar en sus ojos mucha furia. Pero no quise contestarle, solo me baje y en mi bolsillo derecho de mi buzo coloqué una pequeña navaja, por si acaso llegaba a pasar algo.
Del pequeño rancho salió alguien, pero no podía verlo por la oscuridad. Louis me gritaba diciéndome que entre a la camioneta, yo solo me di vuelta y le hice una seña de silencio. Él obedeció.
-Viniste!- dijo una voz muy cerca de mí. El chico silenciosamente había caminado y se había colocó enfrente de mí.
-Si- dije seco y tratando de ocultar el miedo. Éste se rió, pero no era cualquier risa sino una que puso mis pelos de punta.
-No tengas miedo “Chico Malo”- dijo esto último con mucho sarcasmo- Vamos, entra adentro- agregó caminando. Lo seguí como pude ya que se encontraba todo negro.
Llegamos al pequeño farol y entramos al rancho que se encontraba justo al lado. Adentro era todo muy chico, sólo había una sala con una mesa y un foco colgado del techo que era quien alumbraba todo. En ese momento lo único que quería era salir corriendo de este lugar.
-Hagamos esto rápido, acá esta lo tuyo-dije entregándole una bolsa con plata que había puesto en mi mochila.
-Por qué tan apurado?- volvió a reír con sarcasmo mostrando su diente de oro- A ver que nos has traído?- dijo observando la bolsa- Fíjate si esta todo Michael- concluyó tirándole la bolsa al hombre todo tatuado que estaba situado al lado de él.
-Sí, esta todo como habíamos arreglado- habló el acompañante.
-Bueno, entonces trato hecho!-dijo mirándome y estrechándome la mano para que lo saludara. Lo miré, no confiaba para nada.
-Trato hecho- dije seco, sin tocarlo.
-Entonces, tu vuelves con la chica, como era que se llamaba?... Priscila? Perru? Pe…
-Perrie- contesté.
-Perrie!- dijo él chascando los dedos- Bien, tu vuelves con ella y luego… Solo espera unos días y vas a ser el soltero más codiciado- dijo guiñándome el ojo.
-No la lastimes
-Tú no la quieres cerca, pero… Eso no te lo aseguro- dijo él con una sonrisa maniática.
-No estaba en el trato- dije con furia- No tienes porque lastimarla sólo alejarla de mí.
El hombre miró a su compañero y los dos empezaron a reírse burlándose de mí.
-Me vas a tener que dar mucho mas entonces- dijo ahora posando su mirada en mí. Yo suspiré.
-Cuánto quieres?- volvió a reír, ya me estaba cansando y el miedo se estaba lleno de mi cuerpo para darle paso a la furia.
-Cuánto? Plata? No querido… La pregunta en todo caso sería a quién querés que te dé?- dijo.
-Eso nunca, no te entregaría a nadie- contesté rápidamente. Mi celular empezó a sonar en el bolsillo derecho de mi pantalón.