Tranquila *Lemon*

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AQUÍ ESTA SU LEMON QUERIDOS LECTORES. ME COSTÓ MUCHO PERO ME GUSTÓ. TRAIGAN PALOMITAS QUE SI ME QUEDÓ EXTENSO(?).


Ya iban a dar las 10 y la madre de Chica aún no se había aparecido en casa. Chica estaba caminando alrededor de la sala, pensando, preocupada por ella. Golden había decidido en llamarla a su teléfono celular de una vez por todas.

*Ring* *Ring*.

-¿Hola?

Chica sorprendida corrió hacia el teléfono y se lo arrebató de la mano del peliazul.

-¿¡Mamá!? ¿Dónde estás? ¿Por qué no has llegado?

Silencio.

-Oh... Es cierto. ¡Dios! Perdón, lo siento muchísimo, no quería... Sí está bien, estamos bien. Bueno, nos vemos.

-¿Está todo bien? –Preguntó Golden indignado por la corta plática.

-Lo había olvidado por completo, ella iba a salir hasta mañana por... cosas. ¡Agh! ¡Y yo estaba tan preocupada!

Chica se dejó caer en el sillón con un rostro enrojecido. Puso ambos brazos alrededor de su cara y respiró hondo varias veces. Golden solo contemplaba la escena confundido, pero sabía que era mejor no preguntar nada más acerca de ello. Caminó hacia el sillón donde Chica estaba y se recargó en el respaldo de este.

-Entonces ella no va a venir.

-No hasta mañana, creo.

Golden volteaba hacia abajo y solo podía ver la delicada figura de Chica acostada en el sofá. La vista no estaba nada mal. Unos cuantos pensamientos "fuera de lugar" pasaron por la mente del chico, pero trató de desvanecerlos de inmediato. Aunque en realidad no podía.

-¡En fin! –La rubia ya se había incorporado de nuevo y volvía a ser la enérgica chica de siempre. -¿Tienes hambre Golden? Voy a hacer algo de cenar.

Golden solo la veía fijamente a los ojos. Esos grandes y bonitos ojos violetas que lo habían acompañado desde hace ya tiempo. Esos ojos que lo inspiraban a seguir adelante, y le provocaban cosas cada día.

Chica no podía apartar la vista de los ojos del chico, se sentía avergonzada pero feliz y su cara comenzaba a calentarse de lo colorada que se ponía.

-Ehm... entonces, cenar...

-Sí... ¿Quieres algo?

Golden ya no iba a dar más vueltas al asunto.

-A ti.

Chica no contestó a eso último, se encontraba demasiado apenada y además sorprendida por las palabras que emanaba el peliazul. Ella solo giró el rostro hacia un lado para apartar sus ojos de los del chico, comenzaba a jugar con sus manos, nerviosa y Golden la observó por un par de segundos antes de acercarse hacia el cuerpo de la rubia. Ella no se negó, pero se encogió de hombros y trataba de ocultar su rostro con sus manos, pero estas no le respondían a sus órdenes. Golden sostuvo a Chica de los hombros suavemente, se encontraba a pocos centímetros de su rostro en ese momento. La ojimorada estaba enfebrecida por todo esto. Estaba consciente de lo que iba a suceder, y no sabía cómo reaccionar.

Golden pasó la palma de su mano por la mejilla de la rubia y la acercó más hacia él. Ambos cerraron los ojos lentamente.

Ese pequeño contacto hizo que el corazón de Chica se acelerara tanto que parecía salir de su pecho.

La rubia temblaba mientras Golden continuaba con el beso. En un pequeño momento este se retiró y dejó respirar a la rubia, vio su rostro y ella estaba muy sonrojada, especialmente de sus mejillas y frente.

-¿Nunca habías besado a alguien, o sí?

Chica negó con la cabeza mientras bajaba el rostro y buscaba con la mirada algo con qué distraerse. La situación la tenía hecha una bomba de tiempo. A Golden le parecía adorable esa escena y no quería que terminara tan rápido. Hace tanto tiempo que quería hacer esto.

-Relájate, ¿sí? Tranquila...

Golden volvió a probar los labios de su acompañante y esta solo se estremeció. Buscaba un ritmo entre sus labios y los de ella para crear un ambiente más cómodo. Conforme pasaba el beso sentía que en los hombros de Chica comenzaba a desvanecerse la tensión que tenía en un principio y por fin pudieron concebir un buen beso. Un poco después Chica se separó del rostro de Golden respirando profundamente y volvió a retirar la mirada a otro lugar; sus manos no dejaban de temblar.

-Voy a... hacer algo para comer...

-No.

Chica volteó rápidamente a ver el rostro del chico y vio que éste estaba sonriendo, además estaba algo colorado también.

-¿No?

-No... No aún. –Golden puso su mano sobre su boca y soltó una pequeña risa acompañada de una mirada que hizo que Chica agachara su rostro y lo cubriera con ambas manos.

El peliazul pasó a sentarse a lado de la rubia. Era el sillón más pequeño de la sala, diseñado para que una persona se sentase ahí, así que los cuerpos de ambos chicos estaban completamente acoplados. Chica estaba usando aún el uniforme de la escuela, y Golden pudo notar que se asomaban un poco las calcetas largas negras que portaba con el mismo. Y aunque sonara algo extraño, se le hacía agua la boca por ello.

Golden lo deseaba, pero su mente le impedía muchas cosas ya que no sabía si tenía el consentimiento de la chica. Él no haría nada que la hiciera sentir incómoda, pero no encontraba la manera de preguntarle si podía. Así que prosiguió. Volvió a besar a la rubia, ahora de una manera más lenta y acompañada de sus manos sobre los brazos de Chica. Poco a poco fue bajando a sus codos, sus caderas, hasta sus piernas. Chica se sobresaltó por ello y puso su palma encima de la de Golden. Pero éste no se detuvo. Siguió acariciando suavemente su pierna para ver si a Chica le molestaría, pero no. Después bajó ambas manos hasta sus piernas, y jugueteaba un poco con el dobladillo de la falda. Sus latidos estaban más acelerados que nunca. Volvieron a separarse del beso y Chica recargó su cabeza en el hombro de Golden. Estaba todavía más nerviosa que antes y temblaba bastante. Golden para tranquilizarla acariciaba sus piernas con más suavidad y al mismo ritmo soltaba uno que otro beso en su cuello. Chica rápidamente se aferró al cuerpo de Golden con ambos brazos y dejó que prosiguiera. Ambas manos de Golden pasaron de sus piernas hacia debajo de la falda, cerca de su ropa interior. La rubia soltaba pequeños gemidos por las manos del chico. Golden se acostó en el sillón de manera que la ojimorada quedó sobre él, aun acariciando cerca de sus glúteos. Él rápidamente bajó sus panties mientras la fuerza de su respiración aumentaba. Chica no hacía nada más que aferrarse más firmemente al pecho de Golden.

Golden ya estaba muy excitado, así que prosiguió. Sacó una de sus manos del pantie para bajar su pantalón y su propia ropa interior. Él bien sabía que Chica era virgen, así que trató de hacerlo de la manera menos dolorosa para ella.

-¿Estás bien? –Golden murmuró en el oído de la rubia, y escuchó un sí casi inaudible entre fuertes suspiros.

Golden sostuvo a Chica de las caderas un momento para indicarle a su cuerpo dónde caer, y lentamente la penetró. La rubia soltó un gemido bastante fuerte pero seguido lo ahogó en la playera de, peliazul. Era doloroso. Golden prosiguió alzando y bajando el cuerpo de Chica sobre el suyo repetidas veces, y el dolor poco a poco se iba convirtiendo en algo que la ojimorada no había experimentado nunca antes. Placer.

Mientras el ritmo iba aumentando las respiraciones de ambos chicos se iban sincronizando a sus movimientos. Chica no podía evitar soltar gemidos cada vez más constantemente y a Golden le encantaba. Pasaron un tiempo en esa misma posición hasta que Golden sintió que se iba a venir, así que abrazó el cuerpo de Chica y lo dejó caer sobre él para evitar hacerlo dentro de ella. Y entonces pasó. Golden solo ocultó su rostro entre los pechos de la rubia y ambos se abrazaron más fuertemente.

Estuvieron abrazados uno encima de otro hasta que sus latidos regresaron a un ritmo normal. Chica no había dejado de temblar en todo el acto y aun lo seguía haciendo, pero Golden la tranquilizaba acariciando su sedoso cabello y susurrándole en el oído "tranquila, tranquila...".

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~Escapé~ #FNAFHS Golden x ChicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora