Capitulo 29

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La semana, o el resto de ella, había pasado extrañamente tranquila, tanto que no sabia si sentirme relajada por al fin tener un poco de calma, o hacerle caso a ese leve presentimiento de que después de esos días de paz se vendría la mayor de las tempestades, solo esperaba equivocarme porque a estas alturas no me extrañaba nada de lo que pudiese pasar, pero seguramente no sabría si podía aguantar todo lo que se me vendría encima, lo único que me atormentaba en esos momentos, eran el dúo de rubios eufóricos, que desde el momento en que les comente que tendría mi primera cita real con Blake, no habían parado de parlotear sobre todo tipo de cosas.

Si hubiera sabido aquel día que se pondrían tan histéricos y tan malditamente irritantes, bajo ninguna circunstancia me habría atrevido siquiera a mencionar la dichosa cita, pero ya era muy tarde para arrepentirse, ya la había cagado y ahora no me quedaba mas que aguantar a ese par, definitivamente Ana y James eran iguales, sobre todo igual de insoportables, desde ese día habían estado pensando en como hacer que la cita saliera “perfecta”, me estaban dando todo tipo de consejos para que todo saliera bien, desde como debía caminar, hasta como debía reír, y eso ya me tenia cansada, yo no quería simular ser la señorita perfecta, prefería ser simplemente yo, de igual forma Blake me conoció así, y si no le gustara como era pues no me habría invitado a salir.

Ana estaba llegando al limite de la histeria, tenía desde el martes queriendo obligarme a ir de compras y ya era viernes y yo no había cedido, yo se que ella tenia la mejor intención y estaba preocupada porque hoy era la cita y según ella y lo cito: “no tienes nada que ponerte mas que esa ropa de vagabunda ”, así es, había llamado a mi ropa “de vagabundo”, la verdad no me molestaba, viniendo de Ana que era la reina de la moda era normal, a mi me gustaba mi estilo, y no pretendía que ella lo entendiera, además me oponía rotundamente a que Ana me escogiera la ropa, no porque tuviera mal gusto, sino porque seguramente elegiría algún vestido, y de nuevo, no es porque no me gusten los vestidos, es solo que estoy muy segura que seria de aquellos vestidos de color llamativo y de paso que muestra mas de lo que estoy dispuesta, así que es un rotundo NO.

Estaba saliendo de una de mis clases, y para mi suerte no me encontré con ninguno de los dos torbellinos rubios, ya no creía soportarlos mas, pero tampoco quería ser grosera, después de todo, ellos solo querían ayudarme, aunque no se daban cuenta que ellos estaban planeando la cita perfecta, pero para ellos, porque de todo lo que decían, nada iba conmigo, era mas como lo que ellos hubieran deseado para ellos, además estaban olvidando un detalle de suma importancia y era que se suponía que el que estaba planeando la cita era Blake y no ellos, y hasta donde yo sabia, en ningún momento el había solicitado de su ayuda, así que no entendía cual era su afán con todo eso.

Cuando ya estuve en la cafetería, busque mi desayuno y localice a mis amigos en una de las mesa, así que camine hasta ellos, me senté al lado de Blake y los salude con un simple hola, gire mi rostro y el chico que me había invitado a salir, me miraba con una enorme sonrisa en el rostro, se inclino un poco, mirando mis labios y cuando entendí el mensaje, hice lo mismo, quedando a centímetros de el, rosando nuestros labios en lo que habría sido un dulce beso, de no ser porque Ana nos interrumpió en el preciso momento en el que el iba a unir completamente nuestros labios, ambos nos giramos con una visible molestia, que se supone que pasaba ahora, porque tenía que interrumpir, ambos la miramos mal.

- no me miren así, acaso ustedes no saben que no se pueden besar sin haber tenido por lo menos la primera cita, promiscuos, dijo ella como siempre exagerando.

- pero que dices, ¿acaso ya te volviste loca, o retrocediste unas cuantas décadas?, para ustedes no es un secreto que charlie y yo nos entendemos desde ya hace meses, porque justo ahora te viene a importar si nos besamos o no, hablo Blake.

- yo solo digo que eso no es de señoritas decentes, date tu lugar charlie, dijo y no pude evitar rodar los ojos.

- hablo quien pensó que estaba embarazada de su novio tan solo un par de meses después de empezar a salir, no seas cínica Ana, dijo Blake dejándonos mudos a todos, a Ana se le cristalizaron los ojos, James fruncio el ceño y apretó los puños en señal de molestia y yo quede tan sorprendida que aun no podía terminar de creer que eso había salido de la boca de Blake.

¡No Soy Rara, Soy Diferente! (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora