Durante la mayor parte de mi vida, he sido una persona incomprendida, los demás me consideran "rara", por el hecho de que no soy una chica común, siempre me han gustado las cosas diferentes, mientras a las demás chicas les gustan los colores rosa, f...
Las ultimas semanas se pasaron muy rápido, en el bar todo sigue de maravilla, los chicos siguieron yendo a verme trabajar, porque según ellos, es gracioso verme correr de un lugar a otro, era sábado y el lunes ya comenzaría mi dulce tormento en la universidad, pero ya me sentía mentalmente preparada, la carrera que escogí no era nada fácil, pero es lo que me gusta y para lo que soy buena, así que vale la pena, muchos me dijeron que la literatura era algo tediosa, pero no por eso voy a dejar de estudiarla, a mi me apasiona leer y escribir, y qué mejor que hacerlo profesionalmente, por eso escogí la carrera.
Hoy me levante temprano, iría a la casa de Ana a ayudarla con no se que, la verdad no entendí muy bien lo que dijo, solo entendí que necesitaba mi ayuda con algo, así me vestí normal y baje a comer algo rápido, en la mesa ya estaban mis padres tomando el desayuno.
- buenos días, dije tomando asiento y agarrando una tostada.
- buenos días cielo, dijo papá.
- hija, ¿ya tienes todo lo que necesitarás para tus clases?, dijo mamá
- ujum, dije porque tenia la boca llena.
- y cuando vas a renunciar al trabajo, dijo ella.
- bueno.... La verdad no quiero hacerlo, siento que soy capaz con los dos, me gustaría seguir trabajando, dije.
- hija la carrera que escogiste necesita dedicación y va a consumir todo tu tiempo, además si haces las dos cosas, alguna te puede salir mal.
- lo se mamá, es solo que quiero reunir algo de dinero, para cuando me gradúe, yo siento que soy capaz y si no es así, pues entonces dejare el trabajo, pero por ahora quiero conservarlo.
- es tu decisión, solo no quiero que te afecte en los estudios, charlie, no juegues con tu futuro.
- no lo haré mamá, ahora debo irme que Ana me esta esperando, adiós, dije para salir de la cocina y tomar las llaves de mi auto, ya que Ana vive lejos y también me pidió que lo llevara.
Luego de unos diez minutos en auto, ya estaba estacionando al frente de la casa de Ana, me baje y me aproxime a la puerta, toque el timbre y espere, a los pocos segundos la puerta se abrió, dejándome ver a un muy guapo blake.
- oh hola... ¿charlie verdad?, ve dijo con su voz ronca.
- si, ¿y tu eres blake?, dije devolviéndole el gesto.
- si, supongo que buscas a Ana, dijo.
- si, me llamo pegando gritos, y diciendo algo sobre una emergencia y que necesitaba mi ayuda, ¿tu sabes de que trata? Y por favor dime que no es de un chico, dijo colocando cara de irritación a lo que el mostró una sonrisa.
- la verdad no se, pero si amaneció pegando gritos, esta en su cuarto, deberías ir a verla, dijo divertido.
- bueno, iré a ver que le sucede, dije y empecé a subir las escaleras.
Cuando entre a su cuarto vi ropa tirada por todas partes, un deja vu vino a mi mente y solo estoy deseando que no sea lo que estoy pensando, me acerque a ella que estaba tirada boca arriba sobre su cama y no pude evitar maldecir por lo bajo, antes de armarme de valor y preguntar.
-¿que mierda paso aquí?, dije tocándola con mi dedo para verificar que seguía viva.
- la desgracia más grande del mundo, el lunes empezamos clases y tengo la misma ropa vieja y usada que el año pasado, dijo dramática.
- ahí, no puede ser, esto debe ser una jodida broma, para esto me llamaste, pensé que te había pasado algo Ana, dije irritada.
- necesito tu ayuda, charlie, ven conmigo de compras, por favor, necesitó a alguien tan malditamente sincera que me de su opinión, dijo ignorando mi comentario.
- pero sabes que a mi no me gusta esa mierda, siempre te ves bien con todo, para que quieres que valla, digo sin interés.
- por favor charlie, tu eres mi amiga, tienes que ayudarme, dijo haciendo ojitos.
- no, de ninguna manera, dije saliendo del cuarto y bajando las escaleras.
- por favor, dijo siguiéndome.
- dije que no, dije firme.
- eres una pésima amiga, Charlotte Williams, se supone que debes apoyarme y ayudarme y en ves de eso me abandonas mas rápido que las ratas del titánic, dijo dramática.
- ahí no, a mi no me salgas con esa mierda Ana, tu sabes que conmigo no funciona el chantaje emocional y si ese fuera el caso, yo te he apoyado en todo momento y siempre he estado contigo, como para que ahora tu me reclames por no querer perder medio día contigo eligiendo ropa que por muy bien que te quede, tu no la compras por ser tan insegura, dije realmente molesta, a Ana se le cristalizaron los ojos, y fue ahí cuando me sentí como la mierda.
- lo se y lo siento charlie, yo se que a ti no te gusta y aun así quise obligarte, es solo que me gusta que me acompañes porque tu siempre me dices que me veo bien, y me haces sentir segura con tu seguridad, dijo sollozando.
- también lo lamento, no debí gritarte, pero me dolió que me dijeras que no te apoyo, tu sabes que por mas que lo odie, siempre termino acompañándote, pero esta ves la discusión se nos salio de las manos, ahora limpia tu cara, colocate guapa y vamos a comprar tu ropa, dije dándole un sonrisa.
-¿enserio?, dijo con un brillo en los ojos.
- si, y mejor apurate antes de que me arrepienta, dije.
- oh, ¿puede venir blake?, ya sabes, necesitamos la opinión de un hombre, dijo mirándolo con un puchero.
- si el quiere, dije encogiéndome de hombros.
Ella aplaudió con entusiasmo y corrió a su cuarto, yo me gire a blake y tenia el ceño fruncido, aparentemente no sabe que acaba de pasar.
- mi mas sentido pésame, le dije palmeando su hombro.
- ¿tan malo es?, cuestiono.
- no tienes idea, le dije sincera, la verdad sera un día muy largo.
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