¡No Soy Rara, Soy Diferente! (PAUSADA)

Capítulo 8

Hoy era el primer día en la universidad, ya mi brazo no estaba rojo y se podía apreciar bien el tatuaje, con Ana por suerte después de recapacitar mis palabras, pudo conseguir toda la ropa que buscaba, lo cual fue mas fácil ya que se dio cuenta que todo le queda bien, el único que no se la paso tan bien fue Blake y de verdad me dio un poco de pena haberle dejado solo con la lunática de su prima, pero esa era mí oportunidad para escaparme y hacerme el tatuaje.

Estaba en mi habitación terminando con mi atuendo, que consistía en algo simple pero lindo, decidí llevarme una chaqueta para cubrir mis tatuajes, ya que podía haber gente muy prejuiciosa y la verdad no me apetecía ser el centro de atención hoy, la verdad me gustaba mas pasar de ser percibida, ya que tanta atención me abrumaba, tome mi bolso negro con decorados plateados, lo acomode en mi hombro y salí de mi cuarto, tome las llaves de mi auto y me puse en marcha.

Había quedado en pasar por Ana, así que luego de unos minutos ya estaba frente a su casa, toque la bocina y a los pocos segundos salio ella con uno de esos atuendos impecables y femeninos que la caracterizaban, detrás de ella salio Blake, con uno de esos estilos que lo caracterizan pero que a pesar de ser simple lo hacen ver estupendo, ellos se acercaron a mi y yo los observaba confundida.

- Blake esta matriculado en nuestra universidad, solo que un año adelantado, se apresuró a explicar Ana.

- bien, ya debemos irnos, toma, conduce tu, dije entregándole las llaves a Blake.

Blake tomo las llaves y se sentó en el Asiento del conductor, yo me subí en el del copiloto y Ana en los asientos traseros, el coloco el auto en marcha hacia la universidad.

Narra Blake...

Cuando charlie llego pensé como se tomaría el hecho que estudio en la misma universidad que ellas, pero cuando Ana se lo comento, ni siquiera le dio importancia, simplemente me dio las llaves de su auto y me pidió que condujera, me agrada ese gesto que ella tiene conmigo, se que lo hace para proteger " mi orgullo masculino ", pero la verdad me da igual que me vean llegar en un auto con una chica y que sea ella la que maneja, pero no digo nada porque me gusta saber que ella me confía algo suyo.

Cuando llegamos, estaciono en uno de los lugares vacíos y nos bajamos, le voy a entregar las llaves a charlie,pero como la ves anterior ella me pide que las tenga yo, así que las guardo bien porque no quisiera perderlas, mi pensado es darle yo el recorrido, pero voy a esperar un poco a ver si ellas me lo piden, caminamos por el campus y a los lejos veo a una chica, pero cuando la visualizó bien me doy cuenta que no es cualquier chica, sino que es Samanta Evans una chica con la que me había acostado y había repetido, pero no fue nada serio, aun así la chica esta con la loca idea de que somos novios, y cada vez que me ve con alguna chica, me arma una escena que hasta llora y todo, ya le he explicado miles de veces que no somos nada, pero parece no importarle.

Samanta se acerca a mi en cuanto me ve con las chicas, y por su cara no esta de buen humor, todo lo contrario, esta que hecha humo de lo molesta que esta, cuando ya esta en frente de nosotros, su rostro cambia y me regala una sonrisa, lo cual me desconcierta, sin pensarlo ella se lanza sobre mi y me come la boca, yo rápidamente la aparto muy molesto.

- ¿que coño te pasa Samanta, te volviste loca?, dije molesto.

- ¿que pasa amor, porque me rechazas?, antes no te molestaba cuando me tenias debajo tuyo, dijo ella insinuante, de inmediato voltee a ver a las chicas, Ana estaba formando una o con su boca y charlie, tenia cara de fastidio pero en sus ojos se veía molestia, eso llamo mi atención.

- ¿así que es por esto, me rechazas por este par de zorras?, volvió a decir esta ves mirando a las chicas con desprecio, charlie fruncío el ceño y tuve que intervenir antes de que esto pasará a mayores.

- no, no es por ella, es porque tu y yo no somos nada, yo no te quiero, solo fuiste la distracción de una noche, ya entiendelo Samanta, dije frustrado.

- pe- pero yo pensé que estábamos saliendo, dijo haciendo un ridículo puchero.

- pues no es así, solo tuvimos sexo varias veces y ya, nada mas, pensé que había quedado claro la primera ves, dije.

- todo es por ella verdad, por esa zorra desaliñada e insípida, dijo refiriéndose a charlie.

- mira... Tu, yo no se quien eres ni me importa nada de lo que esta pasando aquí, pero ya me has llamado zorra dos veces y no pienso soportarlo, así que cuida tus palabras, y para que sepas, Blake y yo no somos Nada, dijo charlie resaltando la última palabra.

- si, pues yo puedo decirte como se me antoje y la verdad no me creo eso de que ustedes no son nada, por encima se te ve la pinta de zorra que tienes, me oíste, eres una per... Dijo pero charlie se le acerco amenazante y con una sonrisa de lo más sínica y malévola.

- crees que soy una perra, pues bien te demostraré que tan perra puedo ser, donde te vuelvas a meter conmigo, te demostraré lo perra que soy y vas a lamentar haberte metido en mi camino, porque voy a hacer que tu vida sea una completa mierda, me entendiste, dijo charlie esto ultimo levantando la voz haciéndonos sobresaltar a todos, incluso a mi me dio un poco de miedo su rostro y la forma sádica en que decía las cosas.

- s- si, dijo Samanta temblando.

- que bueno, si me haces caso te podrás ahorrar un muy mal rato, dijo ella, mientras Ana permanecía callada mirándonos y ahí me percate que todos a nuestro alrededor también nos miraban.

Samanta salio disparada de el lado de charlie y desapareció entre la gente que aún nos miraba, ella la siguió con la misma mirada siniestra hasta que se perdió de su vista y respiro profundo borrando la sonrisa, miro a Ana quien la observaba con una sonrisa burlona y yo no sabia que coño acababa de pasar.

- que cruel eres, dijo por fin Ana soltando una carcajada.

- ¿pero que coño?, dije yo aun desconcertado.

- relajate Blake, fue solo una pequeñita broma pesada, no le haré nada, solo la intimide un poco para que no me joda por lo menos un tiempo, dijo charlie con diversión.

- oh, por un momento me lo creí, hasta a mi me intimidó un poco, admití avergonzado.

Ella soltó una carcajada y creo que es la primera vez que la oigo reír así, debo decir que su risa es bastante contagiosa, después de eso cada quien se fue a su clase, solo espero que sea cierto lo que dijo charlie y Samanta no la vuelva a molestar.

La cara de Samanta cuando vio a charlie.