Continuamos comiendo en silencio por algunos minutos, la comida era realmente buena, o quizás era el hambre que me había estado matando todo el día. Ni siquiera me había dado tiempo para desayunar.
—Entonces... Nicole —El rubio a mi lado levantó su vaso de refresco para llevarlo a sus labios —¿Qué tal te ha sentado Los Ángeles? Aunque por lo qué veo, te ha gustado más de lo que esperabas.
Enfocó sus ojos en Dylan, las mejillas de ella se tornaron rosadas casi de inmediato. Pero éste parecía importarle lo más mínimo, claro, estaba acostumbrado a que todas estuvieran interesadas en él que se le hacía la cosa más normal del mundo y cómo no, si tenía la capacidad de volverte loca sin siquiera tocarte, a mí me temblaban las piernas y eso que estaba a medio metro de mí y ni tan siquiera estaba mirándome.
—Me la estoy pasando genial — Nicole se encogió en hombros.
—Escuché que por allá, se practica mucho el hockey —Dijo James usando su tenedor para juguetear con sus nuggets.
Ella asintió removiéndose en su lugar, entonces de pronto sentí un ligero golpe en mi pierna por debajo de la mesa. Mi primer instinto fue mirar a Dylan.
—Si, cualquier cosa que sea sobre hielo, las temperaturas son realmente bajas —Afirmó Nicole.
Le regresé el golpe, causando en él una ligera mueca de molestia. Clavé mi vista en él pero sólo sonrío como un auténtico idiota.
—¿Tú patinas? —Le preguntó James, quería reírme, me causaba gracia que ellos dos conversaran y Dylan y yo estuviéramos pateándonos debajo de la mesa.
—Por supuesto, me encanta.
—Yo soy pésimo, se me da mejor el campo con tierra firme, ¿O no Dylan? —En cuánto Dylan escuchó su nombre, se detuvo y se giró hacia su amigo.
—Creo que das pena en ambos —Él no dudó en responder, cosa que hizo que Nicole soltara una pequeña carcajada. Dylan se removió en su lugar para quitarse la sudadera, cuando la sacó por su cabeza, mi cadena alrededor de su cuello quedó al descubierto captando la atención de Nicole.
—Oh que linda cadena —Ella se enfocó en ésta y llevó su mano hasta posar sus dedos sobre la letra que colgaba del cuello de Dylan —¿Una "J"? ¿Por qué llevas una "J"?
La pregunta de Nicole parecía bastante inocente, claramente sin saber nada. Dylan no tardó en desviar su vista hacia mí.
—Es... por mi abuela —Dijo tomando la cadena y ocultándola bajo su camisa, entonces el imbécil de James abrió la bocota.
—¿Tú abuela no se llama Christina? —Preguntó, me acerqué a él y le di un buen golpe en las costillas con mi codo.
Dylan se tensó y le dio una mirada de pocos amigos mientras que Nicole no comprendía absolutamente nada.
—Si, pero su segundo nombre es... ya sabes... —Dijo manteniéndose unos segundos en silencio, entonces me apresuré a terminar por él.
—Jane —Dije, por supuesto que mentía, pero fue el primer nombre que apareció en mi mente.
—Exacto —Afirmó Dylan, entonces Nicole me miró a mí.
—¿Conoces a su abuela? —Ella echó su cabello hacia atrás y ladeó su cabeza un poco. Asentí, en realidad no la conocía.
—Nuestras familias son muy unidas. Dylan y yo nos conocemos desde siempre.
—¿Y por qué se detestan? —Ella frunció el ceño, di un largo suspiro —Creo que si se conocen desde hace mucho tiempo, sus familias son cercanas y van al mismo instituto, al menos deberían intentar llevarse bien, no le veo lo complicado.

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Tan Guapo Como El Infierno
RomanceHan vivido por tanto tiempo ocultando la energía dentro de su pecho, ignorando el misterio que les provoca lo palpable que puede resultar la más mínima cercanía entre ellos. El fuego en sus almas sólo parece profundizar el deseo, creando un torbell...