Capítulo 24

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Abrí ligeramente mis ojos, la oscuridad de mi habitación no me permitía reconocer nada más que no fuera la ligera luz que emitía el reloj que estaba sobre mi buró. Me di la vuelta sobre mi cama y vi a Dylan totalmente perdido en su sueño, boca abajo y con la manta cubriéndole de la cintura hacia abajo dejando libre su espalda.

5 am, intenté cerrar los ojos y volver a dormir pero me fue imposible, así que me volví a girar hacia mi buró abriendo el primer cajón sacando un par de llaves y me levanté de la cama con cuidado de no despertar a Dylan. Me acerqué a la puerta y la abrí sin hacer ruido, al salir, aseguré la puerta llevándome las llaves conmigo y dejando a Dylan encerrado ahí adentro, eran las 5 de la mañana pero no iba a arriesgarme a que alguien entrara y lo viera sobre mi cama. Bajé las escaleras llegando a la cocina donde una vez dentro me tomé un vaso de agua.

—¿Qué haces despierta? —Me sobresalté en cuanto reconocí la voz de Chase, me giré hacia él y éste parecía apenas estar llegando a casa. Dejó las llaves de su auto sobre la mesa y me miró confuso.

—Ya he dormido suficiente —Dije con el vaso en mis labios, él asintió y pasó por un lado de mí, cuando lo hizo su aroma me golpeó haciéndome fruncir el ceño —Hueles a Victoria's Secret.

Él se giró confuso hacia mí.

—¿Qué?

Me quedé mirándolo y luego le sonreí.

—Oh ya entiendo, es por eso que vas llegando a casa a esta hora —Le sonreí dejando mi vaso sobre la mesa, después apunté su cuello —Será mejor que cubras bien eso.

—Algunos nos divertimos allá afuera en vez de estar aquí encerrados todo el tiempo —Respondió bebiendo de su agua, rápidamente intenté ocultar mi sonrisa al recordar al chico que dormía en mi cama y lo que había hecho con mi cuerpo.

—En realidad, me divierto mucho aquí, más de la cuenta  —Respondí con burla pero pareció no entender, mejor así  —¿Y bien? ¿Quién es ella?

—Apenas y recuerdo su nombre —Dijo peinando su cabello hacia atrás, ya le hacía falta un corte, nunca acostumbraba dejarlo largo —Samantha creo, la verdad es que no conversamos mucho.

Se recargó sobre la encimera y se cruzó de brazos sonriendo ligeramente como si se pusiera a recordar todo, lo que me hizo hacer algunas muecas de desagrado.

—¿Samantha? —Alcé una ceja.

—Si, mírala —Sacó su teléfono del bolsillo de su pantalón y buscó una foto hasta que la encontró, me extendió su móvil el cual tomé con rapidez, sólo bastó un segundo para poder reconocer a la chica. No pude evitar reír un poco —Era tan bella, besaba como un jodido ángel y lo demás no te lo contaré.

—Vaya, parece ser que los Miller y los Parker terminan atrayéndose de una forma u otra —Dije causando una confusión en él.

—¿De qué hablas? —Preguntó.

—¿De casualidad esa chica no te dijo su apellido? —Pregunté con curiosidad, él negó al instante —Pues te la presento, se llama Samantha Miller, es la prima de Dylan.

—¿Qué? —Abrió sus ojos ligeramente —¿Desde cuando el idiota de Miller tiene primas?

—Es la chica con la que estaba esta mañana, ¿Recuerdas? —Pregunté dejando a mi hermano totalmente pensativo.

Tan Guapo Como El InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora