Tan Guapo Como El Infierno

Capítulo 19

DYLAN

Me adentré a la habitación con cautela observando sus movimientos, me acerqué a él y lo tomé del brazo tomándolo por sorpresa. Lo jale alejándolo de Jade.

—¿Qué mierda haces aquí? — David se tensó y con rapidez giró, al ver que se trataba de mí, resopló.

—Baja la voz, ni porque Jade está así puedes controlarte, parece como si fueras un jodido animal salvaje —Dijo molesto entre susurros.

—Lárgate de aquí David, no lo voy a repetir —amenacé, él se rió en respuesta.

—¿No te cansas de ir por ahí actuando como si fueras su dueño y ella fuera un puto perro que va detrás de ti obedeciendo tus órdenes? —Preguntó de mala manera, Jade se removió en su lugar y no tardó en despertar.

Le costaron algunos segundos caer en cuenta de lo que pasaba, cuando lo hizo frunció el ceño.

—¿David? ¿Qué haces aquí? —Preguntó levantándose con lentitud, éste nuevamente se giró hacia ella.

—He escuchado lo de tu accidente y te he traído un presente —Con su mirada apuntó un ramo de flores que estaba sobre el sillón, ya me encargaría de echarlas a la basura en cuánto pudiese —Quería ver que estuvieras bien.

—Pues ya la viste, está perfectamente así que ya te puedes ir —Me crucé de brazos logrando la mirada de ambos.

Él se rió girándose hacia ella.

—Deberías hacerle saber que no es tu dueño —Le dijo a Jade.

—¿No te cansas de joderme el día? Mejor lárgate David, no tienes nada que hacer aquí y lo sabes —Respondí.

—Dylan... —Respondió Jade dándome una mirada de pocos amigos —Tranquilo.

—No puedes prohibirme verla —respondió y solté un bufido.

—No me obligues a sacarte yo mismo de aquí, aléjate de ella y sal ahora —ordené acercándome —La próxima vez no responderé.

—¿Por qué eres tan egoísta, joder? Sólo intento que seamos amigos.

—Tú no quieres eso y lo sabes, sólo la quieres porque está conmigo —Me acerqué a él —No juegues conmigo a ser el bueno del cuento David, ambos sabemos la escoria de persona que eres así que deja de meterle cosas en la cabeza para intentar ponerla en mi contra.

—¿Asustado? Yo no la pongo en tu contra, ella se dará cuenta con quién se está metiendo y sola se pondrá en tu contra —Sonrió mirando a Jade.

—David basta, lo que sea que estés buscando en mí, no lo obtendrás, evítate problemas y déjame en paz —Ésta vez habló Jade, di gracias que pensara igual que yo —No seremos amigos ni nada de lo que tengas planeado ¿De acuerdo? Déjame en paz.

—Vaya, has estado demasiado ocupado poniéndola de tu lado para hacerme esto más complicado —Dijo con rapidez mirándome —Ella tiene la misma esencia que tú, es cómo una versión femenina de ti, ahora entiendo porqué se entienden muy bien.

—David deja de jugar a esto, quiero descansar y esto entre ustedes no me gusta para nada —Dijo ella.

—Lo entiendo, sólo quiero que sepas que quiero lo mejor para ti, quiero que estés bien, es todo—Respondió, apreté mi mandíbula y tuve que respirar profundo para no matarlo con mis propias manos.

—Ya lárgate —Amenacé.

—Vamos, no entiendo para que te molestas tanto en protegerla de mí si en un par de semanas la dejarás sola como acostumbras a hacerlo y estoy seguro que ella necesitará de un buen amigo —me miró con una sonrisa burlona, lo miré con mis ojos entrecerrados y apreté mis puños.