Tan Guapo Como El Infierno

Capítulo 11

JADE

Me burlé al ver su cara, estaba segura que se le había ido el color. Él me observó esperando que estuviera bromeando y cuando no lo hice, negó.

—Ni de coña, Parker.

Sostuve su casco entre sus manos, sabía que sería difícil convencerlo pero la verdad es que no iba a perder nada. Entonces pensé en lo que me había dicho antes así que decidí utilizarlo en su contra.

—¿Qué? ¿Le tienes miedo a la adrenalina, niño bonito? —Me crucé de brazos, imitándolo. Me miró con desaprobación con aquellos lindos ojos oscuros, me di cuenta que no se había afeitado la barba que comenzaba a salirle, que por cierto y como todo lo demás, le lucía bastante bien.

Dylan bajó la vista como recordando algo, después volvió a mirarme tratando de no reír.

—No vas a conducir, ni siquiera puedes encenderla sin empezar a gritar — Me miró, haciéndome recordar cuando subí a su motocicleta la primera vez.

Engañarlo en ese entonces me había resultado bastante sencillo.

—Oh vamos, no me digas que creíste que jamás me había subido a una motocicleta esa vez que fuimos a la playa juntos —apreté los labios para evitar reír, Dylan estaba algo sorprendido por enterarse de esto.

—¿Estás diciéndome que sabes conducir una motocicleta? —Me cuestionó algo dudoso.

—Sé conducirla mejor que tú —Asentí con seguridad.

Por supuesto que lo sabía, había salido con muchos chicos con motocicletas. John Goldman, el primero de los trillizos con los que salí, tenía una, fue quien me enseñó a conducirla hace dos años. No tengo licencia porque sé que mis padres estaría totalmente en contra de verme conducir una pero la realidad es que conducirlas se me da bastante bien.

Ni siquiera sé porque fingí estar asustada cuando me subí por primera vez junto a Dylan, supongo que hacerse la delicada junto a un chico malo siempre resulta bastante bien.

—¿Pretendes que te crea? —Alzó una ceja, chasqueé mi lengua.

—¿Por qué no lo averiguas? —Lo desafíe.

—¿Qué tal que terminas asesinándome en el intento? —Se acercó a mí, le sostuve la mirada.

—Desde que te conocí siempre actuabas como el chico "Fuerte" —Volví a imitarlo —Jamás imaginé que serías tan miedoso.

Entonces lo vi sonreír. Relamió sus labios y lo dudó algunos segundos, aproveché para acomodarme sobre la moto.

—No sé porque presiento que esto terminará mal.

Rodeé los ojos.

—Entonces... ¿Te quedarás ahí o me dejarás mostrarte que para nada, soy como las otras chicas? —Le entendí la mano para que me diera las llaves.

Él dio un largo suspiro mientras sacaba las llaves del bolsillo de su pantalón.

—El más mínimo rayón y tendrás que pagarlo de la manera que menos imaginas pero que más disfrutarás —Me fulminó, finalmente me extendió las llaves, las tomé y volví a acomodarme sobre mi lugar asegurándome que el casco estuviera bien puesto.

—Deja de llorar y sube —Giré mi cabeza indicándole que subiera detrás. Dylan se acercó y se sentó.

Se colocó su casco que le tomó algunos segundos y subió detrás de mí. Puse la llave y encendí la motocicleta, no tardé en sentir sus grandes manos colocándose en mi cintura. Dio un ligero apretón y jaló de mí acercándome a él lo más posible.