Capítulo XII

198 17 0
                                    

Era anoche de luna. Las plantas exhalaban su misterioso aroma. Apoyado en el marco de mi ventana, imaginaba verla en el jardín recogiendo el ramo de azucenas. Mañana, sus miradas, al encontrarse con las mías, ya no tendrían nada que ocultarme.

Al día siguiente, cuando se presentó ante mí, tenía una sonrisa de felicidad en sus castos labios.

Era ya para mí una necesidad tenerla a mi lado. Después de ese día, se decidió que ella y mis hermanas empezarían los estudios elementales que habían pedido bajo mi dirección.

Convirtieron uno de los ángulos del salón en gabinete de estudio. Nos reuníamos todos los días dos horas. Entonces pude evaluar toda la inteligencia de Maria. Emma había descubierto nuestro secreto y compartió nuestra felicidad.

María (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora