The same person. A different story. |BECSTIN #1|

Epilogo

Tres meses han pasado y mi espera por la carta de la universidad al fin había llegado. Debo de admitir que estoy nerviosa; nerviosa de saber el contenido de aquella carta que tanto he esperado. Las mirada de mi familia hacia que mis nervios aumentaran más, sé que ellos quieren saber la respuesta tanto como yo pero me desesperan un poco porque prácticamente los tengo encima de mí. Hice el intento de ignorarlos un poco y abrí la carta.

"Estimada Rebbeca Gomez, por su alto promedio le otorgamos un cupo en la Universidad de California. Es un honor para nosotros y todo el plantel tenerla como nuestra estudiante..."

Estoy feliz y la sonrisa que tengo ahorita en mi rostro lo demuestra. Mi familia gritó, me abrazo, lloró. Eran muchas las emociones que cada uno atravesaba pero eran emociones positivas.

-Te irás a Los Ángeles – Murmuró mi hermana.

Sí, me iré a Los Ángeles. Eso no me lo imaginaba aunque había seleccionado varias universidades de allá, no creí que fuera a quedar seleccionada en una y siento que esta es una oportunidad inmensa que por nada debo desperdiciar.

-¿Cuándo te irás, querida? – Pregunta mi madre.

¿Cuándo me iré? Lo más pronto posible, por supuesto. Lo único que debo buscar es mi pasaje para allá, ya que sé que mi mejor amiga me recibirá con los brazos muy abiertos. Sólo debo avisarle y ya.

-Esta semana – Murmuro – Tengo que comprar el pasaje.

Mis padres se miraron entre si y mi padre se marchó. Abandone la sala y fui en busca de mi celular para llamar a mi amiga y darle la buena noticia. Ella al escuchar el "Me iré a Los Ángeles" gritó muy fuerte y comenzó a decir que debía irme si es posible mañana, ya que necesita verme.

-¡Rebbeca, cariño...! - Le colgué a mi amiga y fui a la sala nuevamente para saber que necesitaba de mí.

Mi papá y mi mamá me entregaron un pasaje a Los Ángeles, ellos sabían que quedaría y que esa respuesta la recibiría muy pronto, así que se apresuraron en comprarla y congelar la fecha.

-Así que, te toca empacar – Los abrace y asentí.

Mi hermana decidió ayudarme y no me quejo, necesitaría un poco de ayuda. No guardamos toda la ropa porque mucha no la uso, así que se la dejaré a Steph. Guardamos los zapatos, libros, cosas como alguna toalla o almohada, hasta hemos guardado fotografías, muchas cosas he empacado.

-¿Y esa caja? – Pregunta.

Miré la caja del armario y la abrí. Miles de recuerdos viajaban por mi cabeza y la punzada en mi corazón regresaba después de tres meses. Esa caja la había guardado desde aquel día. Decidí que lo mejor era guardar aquellas cosas, dejarlas escondidas para olvidar cada significado que tiene pero ahora que los veo sé que olvidar no es nada fácil.

Toque los peluches, las camisas que utilizaba para dormir, las cartas, cada rosa que me regaló marchita, la gorra y aquella cadena. Tome la cadena en mis manos y leí lo que contenía el dije "Becstin. 08-04-15" cerré los ojos y los recuerdos de aquel día hacían que mi corazón se pusiera pequeño y arrugado. Saque alguna de esas cosas y las metí en una maleta que estuviera un poco vacía.

-¿Esas cosas son tuyas? – Preguntó nuevamente mi hermana.

-Si – Asentí – Son regalos.

Me parecía un error llevarme esas cosas pero siento que tenerlas conmigo me harían sentir de alguna manera bien, además tengo que admitir que aquellos regalos no deseo olvidarlos porque traen buenos recuerdos y los buenos recuerdos no se deben olvidar aunque quién sabe quizás dentro de unos años ya ni les tome importancia.

Apenas terminamos de arreglar mis cosas, me reuní con la familia completa. Querían hacerme una despedida, ya que mañana me iría. Esa noticia fue muy sorpresiva para la familia Gomez pero ellos están felices y orgullosos de mí. He hablado con cada uno de ellos y las felicitaciones como también los discursos de un buen comportamiento que debía tener por allá fueron dichas por casi todos ellos, menos de los primos.

Cada uno de ellos decidió contar anécdotas de nosotros pequeños y de ellos pequeños. La verdad que me he estado riendo mucho y se podía sentir la buena energía que había en casa, eso me hace feliz. Tener a la familia reunida me hace feliz de las miles de formas que existe.

Por como siempre debe suceder, ellos marcharon y quedamos nosotros preparados para irnos a dormir porque mi vuelo sale mañana a las 6am, así que debíamos estar muy bien descansados.

Yo realmente no tenía ganas de descansar ni siquiera tenía sueño, no sé porque me sucedía eso, quizás sea porque estoy emocionada en aquel viaje. Mientras las horas pasaban entré al Facebook donde me encontré una fotografía de Alex y Austin en el paseo de las estrellas allá en Los Ángeles.

Austin... desde la fiesta tomé la decisión de olvidarlo y fue una decisión seria porque lo bloquee en todas mis redes sociales al igual que sus otros dos amigos, realmente no quisiera saber lo que pasa en su vida y tampoco quiero que él sepa en lo que sucede en la mía. A Alex no porque a pesar de que ya no soy nada de su mejor amigo ha estado pendiente de mi, preguntándome como me encuentro y eso, así que creo que hacerle eso sería muy malo de mi parte además prometió no decirle nada a Austin de nuestra amistad y de aquella promesa que me hizo, la cual le rogué para que lo prometiera.

Observe la hora en mi celular y ya eran las cuatro de la mañana. Ha pasado las horas rápido, tendría que estar en el aeropuerto en una hora. Ahora que lo pienso me da tristeza tener que irme por un buen tiempo para Los Ángeles porque prácticamente estoy abandonando a mi familia pero sé con mucha certeza que eso no será para siempre además los visitaré cuando tenga mucho tiempo libre.

La hora llegó y ya estaba completamente preparada para irme al aeropuerto con mi familia. Ellos se sorprendieron al verme despierta antes que ellos, pensaron que era por la emoción pero era porque no dormí en toda la noche.

Estar en el aeropuerto era extremadamente aburrido y aunque hablábamos se podía sentir que cada uno estaba cansado y que necesitan irse a dormir otra vez y ese sueño se hizo realidad porque el llamado de mi vuelo retumbó en todo el lugar.

Mi familia me miró y me abrazaron cada uno de ellos. No quería dejarlos, me daba dolor hacerlo pero debo hacerlo porque allá esta mi futuro además esa oportunidad no se recibe todos los días.

-Los extrañaré mucho pero espero que estén pegados a ese teléfono porque los llamaré en cualquier momento – Sonreí – Los amo.

-Nosotros te amamos más – Murmuró mi madre.

Nuevamente se volvió a escuchar el llamado de mi vuelo y ahora si era la hora de marcharme. Me volví a despedir de ellos y fui hacia donde estaba el vuelo de Los Ángeles, entregué el boleto y una chica me hizo pasar. Volteé a ver a mi familia y les moví la mano en despedida.

Este es un nuevo comienzo, lleno de muchas cosas; cosas increíbles y estaré muy agradecida de eso. Será el comienzo de una nueva historia, una completamente diferente y estoy lista por vivirlo.