The Walking Who Lock

Holmes

Rick había insistido en que esta vez saldría solo a buscar a Carl, eso sí, le pidió a Daryl que averiguara que era aquel extraño artefacto metálico que tenia en la punta lo que parecía una pequeña bombilla verde. Así que Daryl fue a buscar respuestas con la única persona que podría ser capaz de contestar una incertidumbre de tal magnitud. Al averiguar que era, tal vez podrían saber mas sobre ese tal Doctor.

El arquero llego hasta el balcón de la casa en que compartía con varios de los miembros de su grupo en Alexandria y abrió de golpe la puerta. - Casi me pegas. - chillo una voz de mujer.

- Pero no lo hice - respondió el arquero. - Esta bien, lo siento intentare tener mas cuidado. Pero no prometo nada. - protesto Dixon, para el cual intento de ser cuidadoso y delicado al hacer las cosas resultaba siendo casi nulo. - ¿Me dejas pasar? Aun sigues en el medio Molly.- añadió haciendo le una seña para que la forense le despejara el camino para poder entrar a la casa.

- Lo siento. Si, si, pasa. - dijo abriendo la puerta. - ¿Pero por que tanto revuelo? ¿Cual es la prisa? -

- Necesito hablar con Sherlock ¿Donde  esta?- pregunto Daryl. - Necesito que revise esto.- dijo mostrando el destornillador.

- Oh, que extraño... Esta en el estudio, creo que leía algo sobre nuevas formas de crear energía o algo así. Pasa. - respondió la mujer de cabello castaño claro, el cual tenia amarrado en una trenza.

Sherlock estaba sentado en un sillón leyendo un libro sustancialmente gordo. No miro a Daryl cuando este entro al estudio. - Estoy ocupado. -

-Eso puede esperar, necesito que me digas que es esto. - le dijo extendiéndole el destornillador.

Sherlock cerro el libro de mala manera y lo dejo en la mesa del te. Pero cuando vio el artefacto sus ojos brillaron, era algo nuevo, algo que nunca había visto antes. Prácticamente le arrebato el destornillador de las manos a Daryl. - ¿De donde lo sacaste?- dijo al inspeccionarlo.

- Se lo quite a unas personas que encontramos a las afueras de Alexandria. Lo extraño es que  por sus reacción cualquiera diría que nunca había visto a un caminante antes.  Por supuesto eso es imposible. - contesto el arquero.

- Improbable, no necesariamente imposible. Han ocurrido tantas cosas que científicamente para mi en otro momento las hubiera catalogado de imposibles, y aun así ocurrieron. - Sherlock presiono el pequeño botón que tenia el destornillador y la punta de este comenzó a brillar en una luz verde y hacer un chirrido que pronto dejo a todos los que estaban presentes sordos. Tanto Daryl y como Molly que se disponía a entrar en la habitación, tuvieron que taparse los oídos al escucharlo. Algunos floreros y un baso de cristal que estaba en la mesa del te se había quebrado por el sonido emitido por el destornillador.

-¡Calla eso!- dijo la mujer. -Me dejas sorda. -

-¡Si ya callalo! - añadió Dixon.

Sherlock dejo de presionar el destornillador haciendo que este dejar de brillar y sonar. - Interesante. Podríamos decir que es un tipo de arma... si rompió los vidrios sin yo aun saber usar lo quien sabe que mas pueda hacer. Me gustaría investigarlo mas a fondo. -

- Si bien dices que es un arma, lo mejor es que antes de que intentes desarmarlo o hacer cualquier cosa con él, sera mejor que Rick lo decida. - dijo Daryl arrebatando el destornillador de la misma manera en que Sherlock se lo había arrebatado de las manos en primera instancia. - Adiós. -

Y así Daryl Dixon abandonó aquella casa, en busca de mas respuestas. Pero por ahora solo esperaría a que Rick volviera con Carl.

- Ves todo ese vidrio. - dijo Molly apuntando al vaso y los floreros quebrados. - Ahora los limpias tu. Porque yo no lo haré, no soy tu sirvienta, ni soy la señora Hudson. -

Sherlock se había quedado solo en la habitación y mirando el vidrio roto comenzó a recordar esos primeros momentos en que se topo con los muertos, fue ahí cuando todo lo que sabia se desvaneció por completo. En aquel momento no podía comprender como era posible que los muertos reviviera, para él era científicamente imposible. Pero ahí estaban, en pie y dispuestos a devorar a todo aquel que se cruzara en su camino. Es por esta razón que el extraño artefacto no le extrañaba. Una varita que emitía ondas sonicas y destruía todo a su paso le era mas probable que un muerto que camina.

--- Tiempo Atrás ---

La historia de como Sherlock Holmes y su grupo terminaron fusionándose con el de Rick Grimes, se remonta a la época de la prisión. Poco antes de que Rick y los suyos se encontraban vagando buscando un lugar en donde Lori pudiera dar a luz. Estos simplemente se cruzaron en el caminó los unos de los otros. Entre todos lograron limpiar la prisión y habitarla. Pero muchos se preguntaran ¿Que hacia Sherlock Holmes en América en ese momento? Su presencia allí, y la de los otros britanicos no tenia nada que ver con algún crimen o investigación. Habían llegado hasta la Nación Americana con el simple propósito de vacaciones. No era que fuera algo que le complaciera al detective, mas bien fue casi arrastrado por sus amigos a dicho viaje. Siendo así como termino en tierras extrañas a él y luchando junto a personas que apenas conocía para poder sobrevivir.

El día en que el gobernador ataco la prisión,  fue el día en que Mary la esposa de Watson falleció al ser mordida por un caminante al tratar de escapar de la prisión y poner a la pequeña Rosamund a salvo. Watson había estado en el frente repeliendo el ataque del Gobernador junto a los otros. Este no presencio la muerte de su mujer, mas Molly y Sherlock sí. Mary logro entregarle la bebé al par antes de sucumbir al mortífero virus. Fue la propia Molly quien le dio un disparo en la cien a la rubia en un acto de compasión. Sherlock solo observo con la niña en brazos, este había estado débil pues fue uno de los contagiados con la gripe que mato a muchos en la prisión. Ya no estaba en peligro, ni contagiaría a nadie pero el estar convaleciente fue lo que le impidió luchar contra el enemigo.

Por un buen tiempo John Watson estuvo sin hablarle a ninguno de los dos. Era como si los culpara de la suerte de Mary. Pero cuando su mente e ira se calmaron comprendió que el único culpable fue el Gobernador y nadie mas. Es más, a esé par le debía que su pequeña hija aun estuviera con vida.