Una Noche en Alexandria Parte 2

53 6 1
                                    

Definitivamente había sido un día muy loco y no es que el Doctor no estuviera acostumbrado a esos. Pero sin duda no todos los días te topabas con un mundo invadido por zombies o como esta gente los llamaban, caminantes. Si se había topado con criaturas que tenían una forma similar a los zombies pero jamas pensó con toparse con unos que realmente lo fueran. Dígase que aun no se había topado con unos que gruñeran,esgarran y sobretodo mordieran a la gente en su intento por comerlas. Claro que el Doctor aun no los había visto en su máximo esplendor, solo había visto a uno y para suerte de ellos no paso de ser más que un susto. Si este llegaba a ver la horda gigantesca de caminantes que hace un tiempo atrás se dirigía a Alexandria quien sabe cual hubiera sido su reacción. Por suerte para los habitantes de la zona segura, la inmensa horda no llego completa gracias a los esfuerzos de Rick y los suyos. Aun así fueron grandes las perdidas tanto material como de vidas que sucumbieron a los mortíferos dientes de los muertos vivientes.

El Doctor se dirigió hacia la habitación en donde tanto John Smith como Rose se encontraban. Con ellos se encontraba un pequeña niña la cual jugaba sentada en la cama con un peluche. Esta tenía el cabello largo y rubio, amarrado en dos trenzas y sus ojos eran grandes y de color marrón. -Donna, querida porque no vas a buscar a Carl y le das las gracias por el peluche. Quizás juegue contigo un rato o puedes ayudarlo a cuidar a Judith.- sugirió la madre a la niña.

-Esta bien mamá.- dijo la pequeña Donna con voz chillona. Esta se bajó de la cama, agarro su muñeco y se dirijo a buscar por la casa a Carl el hijo de Rick. Pero no sin antes cruzar miradas y palabras con el extraño que acababa de entrar al cuarto de sus padres. -Adiós señor.- dijo y salio dando saltitos de la habitación.

Rose se quedo observando las nuevas facciones del rostro del Doctor era tan diferente a las otras versiones de él que había conocido. Esto no duro mucho pues rápido aparto su mirada de él, no quería que su marido pensara que aún tenia sentimientos por el Doctor porque si los tenia pero no de la manera en la que los tenia antes. El Doctor tenia in lugar especial en su corazón, pero ya no lo amaba como hombre. Ahora ese amor pertenecía únicamente a John Smith. Aun así luego de estar tanto tiempo sin verlo, y a pesar de la vez aquella en que abogo por su ayuda y no llegó, Rose tenía ganas  de abrazarlo. Nadie mejor que el Doctor Metacrisi para saber lo que pensaba su mujer. Aun así, sabia que dadas las circunstancias y de quien se trataba, esta no se atrevería a hacerlo por respeto a su marido. Por lo que Smith dejo a un lado su orgullo y hablo.-No tienen porque fingir que no se extrañaron, lo entiendo.-

-John tengo que repetir que mi interés por Rose es solo por amistad.- afirmo el Doctor.

-Lo se, quien mejor para conocerte que yo mismo, que fui tu en algún momento. También se que él interés de Rose por ti es solo cariño de amigo y admiración.- dijo tomando la mano de la rubia y dándole un beso. -Que  esperas, ve y dale un abrazo.-

Rose sonrió a Smith y se diario hacia el Señor del Tiempo y lo rodeo con sus brazos. -Pensé que no te volvería a ver, sabes había pedido tu ayuda pero eso fue hace mucho tiempo pensé que nunca llegarías. O sea John y los demás hacen lo que pueden con lo que tienen pero no es suficiente. Necesitamos mas herramientas...- comento esta despegándose de él, cuando se refería a herramientas se refería claramente a la TARDIS.

-Oh sea que fuiste tu.- dijo sin estar seguro de sorprenderse o no. Porque por una parte no le sorprendía porque era de las pocas personas en este mundo paralelo que lo conocían y podrían recurrir a pedir su ayuda. Mas por otro lado le sorprendía que aún estando con el Doctor Metacrisis ella le pidiera ayuda a él y no a su esposo.

-Mira Doctor, fue un momento de desesperación. Estaba acorralada junto a mi hija y creía haber perdido a John.- dijo aclarando la razón por la que esta había recurrido a él. Ella creía haberse encontrado sola, y si alguien podía salvarla en aquel momento era El Doctor. Para suerte o desgracia este no llego cuando tenia que llegar, mas aun así la ayuda llego de otra manera ni ella ni la pequeña Donna estuviera allí.

Ahora se le hacia más lógico al gallifreyniano. Rose realmente había superado esa etapa en su vida en la que él era el centro. -De todas maneras lo siento. Supongo que entonces no llegue a tiempo.- dijo al darse cuenta que de lo que esta hablaba era ya pasado.

-Bueno sólo, un año tarde. - respondió la rubia como si realmente eso hiciera diferencia. -Aunque aun me puedes ayudar... Aun nos puedes ayudar mejor dicho.- contestó esta. -Ayúdanos a salir de este lugar. Llévanos a un lugar seguro. Como habrás notado hay niños, pero cada día que pasa quedan menos.- Rose no pudo dejar escapar una lágrima la cual rápido limpio. El día que había sucumbido la muralla de Alexandria, varios niños habían muerto, Sam, Ron entre otros que no había tenido la oportunidad de conocer sus nombres.

A pesar de que la idea sonaba fabulosa en la cabeza de Rose, nada era tan fácil como pintaba. La TARDIS estaba averiada, y ademas no podían ir llevando a personas infectas a otra dimensión o tal vez otro planeta. Primero debían arreglar la nave, y encontrar una cura, ya luego entonces, y solo entonces podían ponerlos en un lugar seguro. -Puedo hacerlo, mas primero hay que revisar la TARDIS, y luego buscar una cura al virus no puedo dejar que anden contagiando al universo. Lo se no me vayan a mirar atravesado por eso, pero mi deber es velar por todos no solo por unos pocos. ¿Ademas que pasaría con el resto de las personas? -

-Vez, ya sabia que le había dicho rápido que sí para salir del paso y hacer que lo liberaran. Doctor ya te lo dije no puedes ser como sueles ser o pagaras un alto precio. Si yo hubiera seguido tu misma linea... nuestra misma linea. Ni Rose ni mi hija estarían vivas. - protesto John Smith.

-Se te olvida que tu nunca fuiste como yo, por algo te deje en esta dimensión. Pudiste serlo, pero veo que nunca llegaste a cambiar. - respondió un poco irritado el Doctor.

-Es que aun no lo entiendes, cuando veas con tus propios ojos lo que hay haya afuera comprenderás lo que te digo. Aquel pequeño muerto que viste, no es nada Doctor, nada. - recalco el Doctor Metacrisis.

-Él tiene razón, pero se que hasta que no lo veas con tus propios ojos no cambiaras de opinión. Espero que el viajecito con Rick y Daryl mañana te haga entender. - dijo una Rose resignada. - Hasta mañana Doctor. - dijo despidiendo lo de esta forma para que este abandonara la habitación. Por lo que el Doctor salio en silencio a buscar a Clara, y pensando en todo lo que le habían dicho esa noche.  


The Walking Who LockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora