The Walking Who Lock

Desatando Nudos parte 2

¿Saldría todo lo planeado en el día como esperaban? Eso estaba por verse. Los Alexandrinos habían corrido con suerte por al menos un mes en donde todo comenzaba a salir bien y parecía que tendrían paz y tranquilidad por buen tiempo. Cosa que realmente necesitaban luego de que aquella horda de muertos irrumpieran en la comunidad causando estragos. Pero la verdad era que desde la aparición del Doctor y Clara, y mas aun con la aparición de Jesús, las cosas se volvían a poner patas para arriba.

- Aun cuando no logremos nada al menos sera una experiencia única en la vida. No todos los días se puede ver con tus propios ojos una nave espacial extraterrestre y mucho menos en estos tiempos. - comento Eugene desde la parte posterior del vehículo en el cual viajaba con el Doctor y Sherlock.

- Deja la lamboneria Eugene, a nadie le importa. En especial a mi.- protesto Sherlock quien manejaba el auto en el que viajaban. - Eso de guardar "Experiencias de vida" es solo un malgasto de espacio en el cerebro.-

-A ti lo que te duele es que exista alguien igual de inteligente que tu. Esa es la pura y única realidad.- contra ataco Porter.

- Aquí la única realidad es que yo no fui quien se hizo pasar por el salvador del mundo para que lo protegieran, porque no sabe matar a los caminantes.- remato Holmes. - Ver la nave es perdida de tiempo. Ahora... Estudiarla ya es otra cosa.-

-¡Ya!¡Ya!¡Ya! ¡Dejen la pelea boba! Eugene mira cuanto te de la gana pero no toques y Sherlock mas vale que no trastees nada a menos que yo te lo diga.- dijo el Doctor hastiado de la competencia de Porter y Holmes.

Luego de esto el silencio reino en el auto. Sherlock manejo callado y con caras de pocos amigos, Eugene con su cara usual de atontado, mientras que el Doctor observaba por la ventanilla del pasajero el panorama. Un panorama que con cada kilómetro que pasaba le mostraba al gallifreyniano el cruel y difícil mundo que les había tocado esta gente.

Habían aparcado el automóvil a la orilla de la carretera y prosiguieron a adentrase al bosque. La verdad era que si su lugar de destino era solo la TARDIS no había ninguna necesidad de sacar un vehículo de Alexandria pero... bueno recordemos que el Doctor anda con Sherlock y Eugene los cuales se rehusaron llegar al sitio por sus propios pies.

Al el trió llegar al lugar exacto donde se encontraba la TARDIS se toparon con un par de caminantes que manoteaban contra las paredes de la cabina telefónica. -Yo me encargo, no quiero perder la practica.- indico Sherlock. Este llevaba consigo un arpón con una vara casi tan alta como él. Sin tener que acercarse mucho este apunto hacia la cabeza del caminante y le clavo la punta del arpón dejando lo quedaba de cabeza y sesos clavado en una de las paredes de la TARDIS.

¡Shass! Se escucho partir el cráneo del otro muerto quien había caído por la hacha del Doctor.

- Oye te dije que me encargaría. ¿Cual es tu problema?- dijo molesto Holmes.

-¿Mi problema? Mira lo que le hiciste a mi TARDIS. No iba a dejar que lo volvieras a hacer.- reclamo el gallifreyniano.

Mientras tanto Eugene miraba para todos lados con temor a que llegaran mas muertos mientras los otros discutian.

- Ridículo eso se limpia y pinta.- protesto Holmes.

- ¿Podríamos enfocarnos en los caminantes que vienen? Eso es mas importante que su efímera discusión. - intervino Eugene quien ya veía que los muertos estaban demasiado cerca de él como para dejar que siguieran discutiendo poniendo su vida en peligro.

Sherlock desatasco el arpón que mantenía lo que quedo del caminante clavado de la pared de exterior de la TARDIS. Los restos sin vida se desplomaron en el suelo y Holmes volvió a tener en su posesión el arpón para luego lanzar el mismo tal como hacían los atletas con las jabalinas solo que el arpón a diferencia de la jabalina no termino espetada en el suelo si no en la cabeza de un caminante de pequeña estatura. Sherlock no disimulo su cara de satisfacción.

- A este le gusta lucirse.- comento el Doctor algo incomodo, generalmente era Él quien tenia esa forma de ser por lo que verlo en otro le chocaba. Al final... ¿Seria buena la idea de Rick Grimes de enviar juntos al Doctor, Sherlock Holmes y a Eugene Porter? Eso estaba por verse.

-Vamos a entrar no estaremos todo el día lidiando con los muertos. Tenemos cosas que hacer.- ordeno el gallyfreiniano mientras luchaba con la llave para abrir la puerta. Pues cuando miro el porque sus manos se encontraban resbalosas se encontró que estas estaban ensangrentadas con la sangre del caminante que anteriormente había matado. Esto ya parecía algo del diario vivir para estas personas, estar cubiertas de sangre todo el tiempo.

Eugene no lo pensó dos veces y entro tan pronto el Doctor logro abrir la puerta, pues para Porter mientras mas lejos de los muertos vivientes estuviera mejor. Pero vamos... ¿A quien no le haría lógica esto? El Doctor sin volver a repetir que entraran a la TARDIS entro en ella siendo Sherlock Holmes el ultimo en entrar.

- ¡Es mas grande por dentro!- se escucho exclamar a Eugene Porter tan pronto puso sus pies dentro de la nave. Esto hizo que una sonrisa en la cara del señor del tiempo apareciera. Era una reacción que sin duda por algún extraño motivo lo llenaba de satisfacción.

Por otro lado el detective por mas impresionado que se encontrara mantenía su cara de indiferencia. Aun así remarco su impresión al hablar. - Esto realmente es algo digno de investigar y explorar.-

- Como les dije antes, nada de tocar sin mi autorización. Esto es tecnología de los Señores del Tiempo no humana. Así que todo lo que conocen de maquinas no les servirá de mucho. - aclaro el Doctor.

- No estés tan seguro de eso. Tal vez seremos humanos pero somos los mas inteligentes con los que te topas. - protesto Sherlock.

- Acabas de admitir que soy inteligente. - comento Porter.

- Lo inteligente no te quita lo inútil.- le respondio Sherlock a Eugene. - ¿Pero bueno para que pierdes nuestro tiempo si no quieres que toquemos nada?-

- Están aquí por mandato de Rick, no por iniciativa mía. Pero eso no quiere decir que no tenga trabajo para ustedes. No me ayudaran a poner a funcionar la TARDIS pero tendrán un trabajo por mucho mas importante. - explico cruzado de brazos frente a la consola y con una sonrisa en su rostro.

- Tengo que exponer que tu sonrisa es algo perturbadora y me preocupa preguntar de que se trata. - dejo saber sin remordimiento alguno Eugene.

- Estoy seguro de saber de que exactamente se trata. - comento Sherlock seguro de si mismo.

¿Pero que podría ser mas importante que arreglar la TARDIS y salir de aquel lugar infestado?