Aquí estoy, en este curso de mierda para sacarme la ESO por libre... Al menos aquí me hablo con todo el mundo y tal.
- Hola, tata. - Me dice Sofía con un abrazo, odio que haga eso, odio que me toquen y sobre todo las muestras de afectos.
- Ey, ¿entramos en clase? - Me apresuro a entrar dejándola atrás y sentándome donde siempre.
De repente entra él, el típico niñato que encuentra divertido sacarme de mis casillas y no puedo evitar mirarle mal.
- ¡Vaya! Pensaba que te habías dejado las clases, qué lástima... - Saco mi labio inferior poniendo morritos y carita de pena.
- Pues no, no me las he dejado – dice riéndose - he estado muy ocupado haciendo charlas para chicos que han hecho vidas imposibles en institutos ¿sabes? - Dice sentándose delante de mí y girándose en su silla para estar cara a cara.
- Vaya... - No digo nada más, solo se me ocurre quitarle su móvil y quitar su funda. - Anda... Si es un Huawei G7 como el mío... ¿Qué pasa si cambio las fundas? - La verdad que la suya estaba muy chula ¡era de un minion!
- No, ni se te ocurra. - Dijo intentando quitarme su móvil de las manos, yo me aparté rápida y las cambié enseguida entregándole su móvil con mi funda y una sonrisa de triunfadora.
- Tranquilo, cuando acaben las clases te la devuelvo. - Le guiñé un ojo y me reí porque se puso como un tomate, menudo niño más inocente...
3 horas más tarde...
- Oye, tú - Le dije tocándole el hombro para llamar su atención. - ¿Vives por aquí cerca? Tengo mucho frío y podríamos ir a tu casa a coger una sudadera, así me la dejas ¿no?
Yo sabía que a ese niño tan inocente le gustaba, le atraía y le tenía comiendo de mi mano, como a todos los que han pasado por mi vida.
- B-bueno, v-vale... - respondió éste algo tímido y pude atisbar una pizca de emoción.
Así que fuimos Sofía, él y yo hasta su casa pero solo subimos él y yo.
Abrió la puerta y salió una perra preciosa a recibirnos, estuve un rato acariciándola y diciéndole cosas. Luego entré en la habitación del inocente y me senté en su cama, éste enchufó su móvil a unos altavoces poniendo RAP y yo estaba en mi salsa, él se sentó a mi lado algo nervioso y yo no podía evitar reírme ante lo irónico que me parecía que no se me lanzara si me tenía tan a huevo y estuviera tan tímido y nervioso.
Me puse su sudadera de Angry Birds y, con una sonrisa, le pregunté si nos marchábamos ya.
- Habéis tardado mucho ¿qué habéis hecho? - Dijo la entrometida de Sofía.
- Hemos follado, por eso hemos tardado - Le dije a ésta a la vez que le sonreía y guiñaba un ojo a Joan, así descubrí que se llamaba.
Sofía me puso una cara de desaprobación y enfadada mientras Joan y yo nos reíamos por lo inocente que nos pareció que se creyera que nos habíamos acostado cuando, en realidad, solo estuvimos conociéndonos con preguntas triviales y escuchando música.
Era bastante obvio que no habíamos hecho nada más que eso, algo que me alegraba y a la vez me hería por pensar que a ese chico yo no le atraía, sabiendo que a todos les atraía y sentían deseos de tener algo conmigo aunque yo les rechazase.
3 horas después...
Por fin puedo irme a casa a comer y luego a casa de Nadia, tal vez hoy vea a su hermano.
- ¿Puedo acompañarte hasta casa? - Me pregunta Joan con la cabeza bajada y nerviosa.
Vacilo un poco antes de asentirle.
- ¿Por dónde vives? - No estaba muy segura de querer decirle dónde localizarme.
Decido que me da igual.
- Por la Av. Duque.
- ¿Y vienes todos los días andando?
- Sí, me encanta andar.
Y así fuimos camino a mi casa, bromeando y hablando de todo un poco.
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Amor Inesperado (Hechos Reales)
Teen FictionEs mi historia de amor, todo empezó el 24 de julio de 2016 y, a día de hoy, seguimos juntos. 6 meses de relación y 1 bebé de camino.