Capítulo 2: Declaración de amor

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2 semanas más tarde...

Ya han pasado 2 semanas desde que empecé a liarme con Joan, bueno... Para mí es solo uno más y se lo intento hacer saber, ahora voy camino de su casa para estar un rato allí y luego irnos a dar una vuelta.

He estado pasando mucho tiempo en casa de Nadia pero, su hermano aparece y como si no existiera, así que he optado por hacer como si me diera igual... Aún que, en mi fantasía, cuando le ve se sienta al lado mía y me dice si quiero irme con él lejos.

No sé qué narices me pasa, hacía ya más de 1 año que esto no me pasaba... A veces pienso que me he enamorado de él, pero luego digo que es imposible enamorarte de un chico que ni siquiera habéis intercambiado 4 palabras más de 2 minutos.

A parte que me niego a enamorarme de nadie, ya lo pasé fatal con una relación y no quiero que se repita.

"Solo sexo, nada de encariñarse" me repito una y otra vez cada día.

Llego a casa de Joan y, lo primero que hace es darme un abrazo, abrazo del que me escabullo conforme pasan 2 segundos.

- Hola, guapa - Me da un beso y yo sonrío ante su cumplido.

- Ey... - Me aparto de él y voy directamente al salón, saco el móvil y entro en facebook.

Empezamos a calentarnos, nos vamos a su habitación y a delante con la acción.

- Oye... Quiero decirte algo... - Me dice casi susurrando cuando terminamos.

- Dime - Aparto la vista de mi móvil y le miro directamente, estamos en su cama y al ver que se aproxima un poco más me pego a la pared casi por instinto.

No necesito que me trate con cariño, esto es solo lo que es y no quiero que se haga muchas ilusiones porque algún día se acabará.

- Nada... da igual... - Agacha la mirada y me da la espalda.

Me obligo a aproximarme, si no me muestro un poco tolerante con él nunca me dirá lo que pasa por su cabeza, a veces siento lástima...

La verdad que delante de sus amistades o de las mías, cuando me da, hago un poco de postureo siendo cariñosa, pero no en exceso.

- Mírame, Joan - Le digo empujándole hacia a mí para que quedemos cara a cara.

Éste cede y le sonrío dándole las gracias por no hacérmelo más complicado, sabe que ante estas gilipolleces no tengo paciencia, le saco 2 años y se nota mucho que sigue siendo un niño, pero sabe que yo no aguanto niñerías.

- ¿Qué pasa? - Le digo lo más calmada que puedo.

- Es que tengo miedo... - Dice al fin, con voz baja.

- ¿De qué? - No puedo evitar peinar su pelo, como si peinase a un niño de 8 años que ha venido corriendo a mi cama porque ha tenido una pesadilla y piensa que hay monstruos debajo de su cama.

- De esto... de nosotros... Llevamos 2 semanas acostándonos y no dices nada... - Me dice mirándome fijamente a los ojos.

- ¿Qué quieres que diga, Joan? - Le digo cerrando los ojos y suspirando, sé por dónde quiere ir y yo no quiero.

- Yo no quiero ser un polvo más... No quiero que juegues conmigo y me utilices... - Me dice con un tono un tanto enfadado.

- No te estarás enamorando de mí ¿verdad? - Intento que no se note mi tono de espanto, pero fracaso estrepitosamente.

Amor Inesperado (Hechos Reales)Where stories live. Discover now