Capítulo 11: Casi nuestra primera vez

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2 semanas después...

Hugo y yo no hemos parado de quedar y seguir como siempre, beso, caricias, jugueteo, risas, conversaciones.

Pero también nos hemos calentado mucho estos días, llevamos 1 mes a base de besos y yo puedo esperar, pero si me pone cachonda no hay modo de que yo pueda parar mi ansia de llegar más lejos.

Estamos en su sofá y seguimos así, calentándonos. Yo beso su cuello, él mi hombro, nos acariciamos, nos besamos, nos mordemos y mi auto control está disminuyendo... Llevo 1 mes sin quedar con otros chicos y no tengo ganas, solo pienso en él y en las ganas que tengo de llegar a más.

- ¿Vamos a tu cuarto? - Le insinúo - Estaremos más cómodos...

Él sonríe y se levanta, voy detrás de él y nos tumbamos en la cama, seguimos donde lo dejamos.

Se monta encima de mí y empieza a torturarme.

- Por favor... - Ruego en un susurro.

Él se limita a reír y a seguir torturándome.

- Por favor, Hugo... - Vuelvo a suplicar y no sé si le suplico que pare o que me folle de una vez.

- Por favor ¿qué? - Me dice con una sonrisa y tocando mi pelo.

Le miro con ansia de comérmelo entero pero una parte de mí solo le acaricia la cara y desea tener ese instante toda la vida.

Me estoy enamorando de este chico tan loco, estoy enamorándome y no quiero eso... Lo pasé fatal en una relación y no quiero pasar por lo mismo de nuevo, pasé por psicólogos y pasé por ansiedad, hace 1 mes que me quitaron los antidepresivos porque estoy ya bien y hace 1 mes que estoy feliz. No quiero enamorarme de nuevo...

Se tumba a mi lado y me abraza escondiendo su hermosa carita en mi cuello.

- Esto es peligroso... - Suspiro.

- Lo sé... - Dice rozando su nariz en mi cuello.

- En serio... Estamos jugando a algo peligroso - Digo mirándole en la oscuridad y acariciando su pelo.

- Ya... - Me muerde el cuello.

- ¿Sabes por qué? - Digo sonriendo.

- Sí...

Así que sabe que estoy enamorándome de él... Esto creo que no va a acabar bien, aunque ahora mismo me da igual.

- ¿Por qué? - Pregunto sonriendo y con los ojos cerrados.

- Porque podemos acabar follando... - Dice abrazándome más.

No puedo empezar a reírme ante su inocencia y negar con la cabeza.

- ¡Por eso no es! - Digo riéndome aún.

- Yo que sé... ¿por qué es peligroso?

Me calmo y cierro los ojos, tardo un momento en decirlo, me da miedo que se vaya...

- Porque podemos enamorarnos y eso es malo... - Digo, con los ojos aún cerrados.

- ¿Por qué es malo? - Dice dándome besos en la mejilla.

Sacudo la cabeza y le abrazo más fuerte contra mí, se ve que he estado muy equivocada. Pensaba que no estaba enamorándose de mí, que solo sería sexo, que no querría nada más que eso pero... Me equivocaba, sí que está enamorándose de mí y quiere algo más, se le nota mucho.

Estoy feliz pero a la vez aterrada.

2 días después....

Hugo y yo hemos quedado de nuevo.

Hemos dado una vuelta y hemos acabado en su casa, de nuevo.

Se sienta en el sofá y me siento encima cara a él, empezamos dándonos pequeños besos pero éstos se van convirtiendo en más desenfrenados.

Pongo mis manos rodeando su cuello, acercándolo más. Necesito sentirle más cerca, quiero que nuestros corazones se toquen y latan a la vez.

Hugo me coge del culo y movemos las caderas al unísono, me muerde el labio inferior y me vuelvo loca.

Mis manos viajan de su nuca a sus hombros, de sus hombros a sus musculosos brazos y vuelvo a subirlas a su nuca.

Hugo se separa un poco de mí y se quita la camiseta, yo no puedo evitar tocarle todo, está muy bueno.

Seguimos besándonos y Hugo baja por mi mentón, luego al cuello y finalmente a mi pecho.

- ¿Vamos a la habitación? - Pregunto entrecortada.

Nos levantamos y tumbamos en la cama, él se queda en boxers y yo miro a todas partes menos a su paquete.

Se timba encima de mí y le rodeo la cintura con las piernas, le acerco a mí y le beso el cuello.

Sé cuál es el punto que le hace perder la razón y entonces juego ahí.

Él me acaricia entera y me besa, me envalentono y me quito los pantalones. Él me quita la camiseta y yo vacilo un poco.

Tengo muchos complejos pero, sin luz, él no puede verme...

Le dejo hacer y seguimos así durante, lo que se me antoja, horas.

- Hagámoslo... - Le digo en un susurro.

- No podemos, no tengo... Ya sabes... - Dice acariciando mi cara.

- Ahora mismo eso me da igual... Quiero hacerlo contigo... - Le digo besando su cuello.

- No podemos... - Dice, perdiendo poco a poco la razón.

- Un poquito... - Voy a ese punto.

- De acuerdo...

Me río y me siento fatal, no entiendo por qué insisto tanto y me da igual que no tenga preservativos.

- Oye, si no quieres no lo hacemos - me apresuro a decir.

- Quiero hacerlo - me dice mordiéndome el cuello.

- No, en serio - le aparto un poco - no quiero que hagas nada que no quieras hacer - le digo con un tono que sepa que no está obligado a hacerlo.

- Si no quisiera, no lo haría. Tranquila - Noto como sonríe contra mi cuello.

Empiezo a ponerme nerviosa, no sé si le gustará... Nunca he tomado yo la iniciativa, siempre han hecho conmigo lo que les ha dado la gana como si de una muñeca de trapo se tratase.

Él, en cambio, me ha puesto encima de él.

Pasados 5 minutos...

Estamos tumbados en su cama, abrazados sin decir nada.

No hemos acabado lo que hemos empezado porque no se fía de hacerlo así y yo lo agradezco.

Nos vestimos y vamos al salón, nos tumbamos y nos abrazamos.

- Estoy muy a gusto así contigo - dice Hugo con la cabeza en mi pecho.

- Y yo contigo - digo sonriendo y acariciando su pelo y su cara.

Me mira y nos damos un beso.

Amor Inesperado (Hechos Reales)Where stories live. Discover now