Capítulo 3: Novios por obligación

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1 semana después...

Hace 1 semana desde que Joan me dijo que me quería y ha seguido sin obtener respuesta, cuanto más pueda evitar ese tema, mejor.

Ahora voy camino de su casa para hablar de algo de trabajo que me ha dicho por un pueblo de aquí, veremos qué tiene que decirme, yo quiero y necesito irme de esta ciudad porque ya no aguanto más...

Pase por donde pase me invaden recuerdos de mi antigua relación y me da mucho asco, quiero irme a un sitio donde no conozca a nadie, trabajar y solo vivir como una persona de 40 años:

De casa al trabajo, del trabajo al gimnasio y del gimnasio a casa.

Llego y me recibe como siempre, intenta darme un abrazo pero no dura más de 2 segundos y parece no molestarle, se está amoldando a mí y es lo que necesito.

- ¿Qué quieres? - Le pregunto sin andarme por las ramas.

- Pues es que he encontrado trabajo de seguridad en Jávea... - Dice un poco apenado.

- Ah, pues bien ¿no? - Le digo sonriendo, estoy feliz por él.

- Ya... La cosa es que no nos veremos... - Atisbo la tristeza en su voz y me quedo seria.

Hace ya casi 1 mes que estamos con esta tontería, lo he alargado demasiado y no sé cómo dejarle... La verdad que si se va le echaré un poco de menos, no porque le quiera, sino porque le considero un buen amigo mío y he estado muy a gusto con él.

El pensar que me voy a quedar sola me hace ponerme muy triste y me cuestiono si quiero que acabe o, por el momento, no.

- Bueno, siempre estaré aquí ¿no? Es una gran oportunidad para ti, vas a pasar un buen verano trabajando, ganando lo que te ofrezcan y pudiendo ir a donde te dé la gana. Míralo por ese lado... - Le digo sonriente, metiéndome en su salón y sentándome en su sofá.

- Ya... Pero es que no quiero estar ni un solo día sin verte... Y no quiero irme sin estar seguro de que tú y yo somos una relación, no quiero irme sin tener nada serio contigo.

- ¡¿Por qué te empeñas en eso?! - Me levanto de golpe y me aproximo peligrosamente a él.

Cuando me doy cuenta de lo que estoy haciendo paso por su lado y me quedo en medio del salón mirando a la tele apagada.

- Porque no quiero perder lo que tenemos... Necesito que me des una relación, algo estable, para saber que no vas a estar con otros... - Dice acercándose a mí con precaución.

Me giro de golpe mirándole seria, directamente a los ojos.

- La cosa es que no me he acostado con otros desde que empezamos a liarnos tú y yo. ¿No puedes confiar en mí, sin más? - Le digo, con los puños apretados a ambos lados.

No entiendo por qué quiere que seamos novios, eso no funciona y no estamos enamorados uno de otro, él me dijo que me quería pero no dijo estar enamorado de mí. Puedes querer a alguien pero, de querer a amar, hay una gran diferencia.

- No, no puedo confiar en ti sin más... Necesito esto, necesito estabilidad y algo seguro. Si no quieres una relación yo... - Se le llenan los ojos de lágrimas y agacha la cabeza.

- Joan... - Suspiro, agacho la cabeza y me aproximo con cautela a él, le cojo la cara con ambas manos y le obligo a mirarme.

No decimos nada, solo permanecemos así, mirándonos de ojos verdes que son los míos a ojos oscuros que son los suyos.

Entonces pasa, me abraza con fuerza y rompe a llorar rogándome que le de esa seguridad, le intento calmar pero su llanto no cesa hasta que escucho, mi boca traicionera, hablando antes de que procese lo que estoy diciendo.

- De acuerdo, te daré lo que me pides... Deja de llorar, por favor.

Su llanto va cesando cada vez más, nos dejamos caer en el suelo y permanecemos así, con su cabeza puesta en mi pecho sorbiendo por la nariz y mis brazos rodeándolo como si de un bebé se tratase.

1 hora más tarde...

Estamos en la cocina, bromeando y riendo, él cocina mientras yo friego.

Aún no me creo que haya accedido a ser su novia... Yo no quiero nada serio con alguien a quien no amo, no me veo capaz de tener otra relación.

De repente, me viene el hermano de Nadia a la cabeza, imagino que es él el que está cocinando y haciendo tonterías para que me ría, imagino que es él quien me da algún que otro beso acompañado con una sonrisa y un " Te quiero " y por un momento me creo que esa fantasía es realidad hasta que, Joan, habla y me saca de ese sueño.

- ¿Qué piensas, pequeña? - Me dice abrazándome por la cintura, aún no me acostumbro pero si vamos a ser pareja tendré que hacer un esfuerzo.

- En nada... En que se te va a quemar la comida, seguro que eres pésimo cocinando. - Le chincho sacando la lengua y riéndome.

- Vaya, estás de buen humor por lo que veo y, si tan pésimo soy, haber cocinado tú. - Me dice arrugando la nariz.

Y así seguimos toda la noche, entre bromas, risas y mi culpabilidad... Ya sé que no somos siquiera amigos el hermano de Nadia y yo, pero siento como si le debiera guardar fidelidad, ¡menuda gilipollez! Ni siquiera sé su nombre y, cuando nos vemos, siquiera se digna a dirigirme palabra... Aunque yo tampoco le digo nada, sinceramente.

Después de cenar decidimos que es hora de sacar a la perrita a pasear y jugar con ella durante 2 horas casi, después me lleva a casa y me quedo en facebook un rato largo pensando si buscar al hermano de Nadia o dejarlo estar.

Decido que es mejor dejarlo estar y me voy a la cama, mañana será otro día... Espero que no sea tan extraño como hoy.

X�3

Amor Inesperado (Hechos Reales)Where stories live. Discover now