Capítulo 14: Cambio de planes

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- Mía, si tú me dices que no puedes yo seguiré adelante con esto. En cambio, si me dices que no quieres paramos aquí y te vas a casa. ¿De acuerdo?

Asentí más calmada.

- ¿Qué tienes que decir?

- No puedo... - Dije en voz baja.

- No, no quiero.

- Vale, no quiero hacerlo - Dije sonriéndole por calmarme.

- Ahora sí. Mía, eres mujer y eres fuerte, nadie y repito nadie puede obligarte ni decirte qué debes hacer con tu cuerpo y tu vida. Si quieres ser madre, hazlo y no dejes que te digan que lo has hecho mal.

- Ya... Es que no quiero arruinar la vida de mi pareja, pero tampoco quiero matar a mi bebé cuando, realmente, quiero tenerle en mi vida... Pero tengo miedo de que me deje mi novio... - Dije, volviendo a llorar.

- Mía, si te quiere no se irá y si se va, puedes hacerlo sola y encontrarás a alguien que os quiera de verdad. Eres joven, muy guapa, con un buen tipito - Dice, colocándome el pelo detrás de la oreja - No dejes que un hombre controle tu vida, tú decides qué hacer, cómo, cuándo y por qué. Ahora ve a vestirte mientras yo informo de que no vas a seguir adelante con esto - Dijo, saliendo del quirófano.

Me levanté y me vestí rapidísima, salí fuera y estaban mi madre junto a mi novio, se levantaron enseguida y me eché a llorar pidiéndoles perdón.

No sé muy bien si pedía perdón por no abortar, si pedía perdón al bebé por dejarme convencer de que matarle era lo mejor o a mí misma por no respetarme.

- Bien, Mía, debes echarme una firma aquí como que has asistido a la cita, tienes hasta el jueves que viene para pensártelo.

- De acuerdo - Digo mientras firmo.

Cuando salimos fuera me preguntan que qué ha pasado y yo no tengo fuerzas para hablar, solo quiero irme a casa y dormir.

- ¿Quieres que entremos y vemos si uno puede entrar a estar contigo mientras hacen eso? - Dice Hugo, mientras me coge del brazo con delicadeza.

- ¡No! ¡No quiero hacerlo! - Dije zafándome de su agarre.

Empiezo a andar para alejarme de ellos, me siguen y me paro.

- ¿Y qué vamos a hacer? - Dice Hugo llorando.

- Sacarle a delante - Le digo mirándole fijamente y seria.

Él se derrumba y yo estoy cabreada con su familia.

Me acerco a él y le abrazo fuertemente, le cojo la cara con ambas manos para que me mire mientras le acaricio.

- ¿Tú quieres tenerlo? - Le pregunto.

- Claro que quiero, pero... - Dice, agachando la mirada.

- Quieres tenerlo pero temes al qué dirá tu familia y los prejuicios que tendrán sobre ambos ¿no? - Digo seria.

- Sí... - Dice susurrando.

- ¿Me permites un consejo? - Dice mi madre - Si la quieres y quieres tenerlo, manda a tomar por culo a todo el mundo. Si ellos no te apoyan nosotros te apoyamos - Dice mi madre seria para que vea que habla con el corazón en la mano.

Vamos camino al coche y Hugo está serio.

- Te ha dicho que tienes hasta el jueves que viene, venimos... - Dice pero no le dejo terminar.

- ¡No! ¡No pienso venir más! ¡Estoy harta de tu familia de mierda y harta de hacer lo que me diga la gente que debo hacer! - Digo gritando y llorando.

Mi madre se pone delante de mí e intenta calmarme.

Entramos en el coche y estoy muy enfadada y dolida. No quiere tener al bebé y no voy a obligarlo a quedarse si no quiere, pero eso no significa que me tenga que obligar o intentar convencer de que haga algo que no quiero.

Siempre han decidido mi vida y ya me he hartado, a partir de hoy voy a tomar mis propias decisiones y a hacer lo que yo realmente quiera hacer con mi vida.

Si decido tener al bebé ya nada ni nadie podrá contra esa decisión.

- ¿Qué vas a hacer? - Le pregunto.

- No lo sé... Quiero irme lejos, pensar en qué voy a hacer. No sé qué haré - Dijo sin mirarme siquiera.

¿Me va a dejar? No lo creo ¿no? Tal vez solo necesite 1 día entero para calmarse, aclarar su mente y darse cuenta de que lo que quiere y debe hacer es estar conmigo, no por nuestro bebé que eso ya es aparte, sino porque le necesito en mi vida.

Necesito que esté cada día conmigo, haciéndome reír, dándonos cariño, saliendo por ahí y compartiendo cada instante.

Necesito que me abrace cuando le pido que me abrace, que juegue con mi pelo y que lo huela diciendo que le encanta cómo huelo, sus manos por mi espalda y sus caricias por las noches.

Su sonrisa y sus tonterías de cada día, su manera de "agobiarme" llenándome la cara entera de besos sin dejarme terminar de hablar y esas cosas... Necesito todo de él.

Llegamos a mi casa y él se marcha, yo no le hablo, solo lo justo para que sepa que sigo aquí y que le voy a dejar todo el tiempo que necesite a decidir qué quiere hacer con todo esto, pero me encantaría ir donde esté él ahora mismo y abrazarle, convencerlo de que todo irá bien y que debemos estar juntos porque nos amamos.

Aun que, ahora mismo, pienso que yo le amo más que él a mí...

Amor Inesperado (Hechos Reales)Where stories live. Discover now