I will be there

Déjeme ayudar

POV Regina

Ya habían pasado varias semanas desde la última vez que viera a Emma, según lo acordado le había dado el coche, pero mandó a su amiga Ruby a escogerlo y no se juntó con nosotras aquel día. Yo había planeado olvidarme de Emma y de su hija, pero cada día me sorprendía pensando con más intensidad en aquella rubia. Intentando entender su decisión de apartarme tan abruptamente, sin antes desear saber si yo pretendía o no mantener algún contacto con Lucy. Tal vez yo no estaba acostumbrada a ser dejada de lado de aquella manera, pero comenzaba de verdad a molestarme con mis propios pensamientos. La gente en la empresa ya no se arriesgaba a decirme buenos días, yo pasaba directamente por todos sin mirarlos y hasta mi hermana evitaba hablar conmigo.

Aquel día dejé la empresa dispuesta a ir a mi casa y tupirme a pastillas para dormir hasta el día siguiente sin darle la oportunidad a Zelena para que hablase conmigo, pero durante el camino, un tráfico infernal hizo que me quedara parada con el coche al lado de un parque durante algún tiempo, y acabé por ver a la pequeña Lucy jugando algo descontenta bajo los cuidados de una señora mayor. Sin pensar mucho, estacioné y bajé, y caminé derecha a la pequeña, que al verme corrió y se tiró en mis brazos.

«¿Por qué no viniste? Pensé que no te iba a ver de nuevo» con cierta dificultad la cogí en brazos y ella enroscó sus piernas en mi cintura, acariciando mi rostro con sus pequeñas manos «Te eché de menos»

«Yo también te eché de menos, pequeña, quería tanto ir a verte»

La señora que acompañaba a Lucy intentaba levantarse con dificultad y miraba en nuestra dirección, preocupada, por ese motivo caminé hacia ella con la pequeña aún en mis brazos y le sonríe al acercarme.

«Granny, esta es Regina» Lucy nos presentó y la señora sonrió al escuchar mi nombre, probablemente estaba al corriente de lo que había ocurrido «Regina, esta es Granny»

«Un placer en conocerla finalmente en persona, Regina» la señora me sonrió «Lucy habla tanto de usted»

Me senté a su lado y Lucy se recolocó en mi regazo, poniéndose de espaldas hacia mí y apoyando su cabeza en mi pecho.

«Granny, ¿cuándo voy a ver a mi mami? La echo de menos»

«Oh, Lucy, no sé. Creo que tu madre solo va a ir a buscarte cuando encuentre un empleo nuevo»

«¿Emma está sin trabajo?» me quedé sorprendida al escuchar aquello

«Sí, su jefe la despidió después de que ingresaran a Lucy» Granny se encogió de hombros «Ahora está detrás de otro empleo» Lucy se movió inquieta en mi regazo «Lucy, ¿por qué no vas a jugar un poco? Después nos tomamos un helado» La pequeña asintió y salió corriendo, deteniéndose para ver de cerca una mariposa que se posaba en una flor «Dejó a la niña conmigo, el alquiler de su apartamento está a punto de acabarse y tiene miedo de no poder conseguir un empleo a tiempo»

«No sabía eso» encendí un cigarro y moví la cabeza «Si me hubiese contado, podría haberla ayudado de alguna forma»

«Ah, jovencita» Granny negó con la cabeza «A Emma no le gusta ser ayudada, no le gusta aceptar cosas de las personas. Solo dejó a Lucy conmigo porque yo insistí mucho, si no, probablemente, estaría arrastrando a la pequeña por toda la ciudad en busca de empleo. Está tan estresada, ayer llamó a la hija, y apenas se hablaron, me gustaría poder ayudar más, pero soy vieja y tengo tantos problemas de salud, que ni sé cómo he conseguido traer a Lucy al parque hoy»

Antes de que pudiésemos decir algo, Lucy volvió con nosotras y pidió marcharse, echaba de menos a la madre y ni la idea de tomar un helado la animó. Yo las dejé en la puerta de la casa de Granny y conduje al edificio en donde había dejado a Emma algunas semanas atrás, la convencería para que aceptase mi ayuda, queriendo o no. Llamé a la puerta varias veces y como no obtuve respuesta, regresé al coche y esperé a que llegase.