Tentación

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POV Regina

Aquella noche no dormí nada y en cuanto el sol nació ya estaba en pie. Salí de casa antes de que todos despertasen y me fui a la empresa, sabiendo que allí podría estar sola durante un tiempo para pensar con claridad. Casi me había dejado llevar por mis impulsos la noche pasada, por poco no había cedido al deseo de tener a Emma en mi cama. Por un momento, pareció que ella también quería lo mismo que yo, pero no me gustaría que las cosas fuesen de esa manera entre nosotras, sabía que si algo salía mal y nuestra convivencia se volvía insoportable, se marcharía y se llevaría a Lucy con ella.

Pensar en eso me causó un escalofrío en el momento en que entraba en mi despacho y encendía las luces. Mi cuerpo estaba bastante dolorido, pues no había descansado del viaje y sentía mis nervios a flor de piel, eso sin hablar del incómodo dolor que latía entre mis piernas cuando mi mente volvía a evocar el recuerdo del cuerpo de Emma bajo el mío, aquel leve roce de sus manos en mis muslos me causaba más sensaciones de las que me gustaría.

«Concéntrate, Regina» me dije a mí misma en voz alta «Te estás enamorando de esa mujer y eso no puede pasar, no puedes hacer que ella desaparezca de tu vida y se lleve a la pequeña, sabes que no aguantarías perderlas a las dos» suspiré «Recomponte»

Me pasé algún tiempo mirando por la ventana y vi llegar a los trabajadores, algunos eran dejados por sus esposas o maridos y al bajar del coche se despedían con un beso. Inmediatamente recordé la forma en que Emma se tiraba a mis brazos cuando algo la ponía triste, me había apegado a ese gesto y cuando veía que ella no sentía confianza para hacerlo, yo misma trataba de atraerla hacia mí.

«Regina» salté del susto al ser cogida por sorpresa por la voz de Zelena, que había entrado en mi despacho y estaba de pie a pocos pasos de distancia. «¿Dónde tienes la cabeza, mujer? ¿Qué haces aquí tan temprano?»

«Preguntas demasiado, Zelena» le dije de mal humor mientras me sentaba en el borde de la mesa «No me gusta cuando me hacen demasiadas preguntas»

«Ok» levantó los brazos «Solo quería avisarte de que voy a cenar a tu casa esta noche»

«¿Por qué?»

«Vaya, ¿cómo que por qué? Porque soy tu hermana y porque quiero probar la comida de Granny, ya la he llamado y me ha dicho que si para ti todo estaba bien, cocinaría para nosotras hoy» mi hermana sonreía contenta y yo reviré los ojos, asintiendo con la cabeza «Genial, la voy a llamar otra vez, nos vemos esta noche, hermanita»

En cuanto salió del despacho, me hundí en los papeles que se había acumulado durante los días en que había estado fuera de la empresa, eran muchas cuentas, presupuestos e informes. Solo me di cuenta de la hora cuando mi estómago reclamó de hambre, miré el reloj y vi que ya pasaban de las tres de la tarde.

«Joder» dije tirando varios papeles al suelo «Son muchas cosas que resolver y pocas las horas del día»

Como ya era tarde, decidí solo tomar un café y continuar el trabajo hasta la hora de irme a casa. En otro momento con tantas cosas que hacer, probablemente hubiera acabado pasando la noche ahí. Pero al pensar en la comida de Granny se me hacía la boca agua y por eso, antes de que el reloj marcara las seis de la tarde, me puse en camino hacia casa, al igual que los trabajadores que ya estaban entrando en sus coches y besaban a sus compañeros.

«Regina» gritó Lucy en cuanto estacioné el coche en frente de casa y bajé «Te fuiste sin despedirte de mí hoy»

«Disculpa por eso, pequeña» no pude contener una sonrisa, incluso en los peores días aquella criatura con su presencia iluminaba mi mal humor «Tenía muchas cosas que resolver en la empresa»

«Te perdono esta vez» puso carita de cachorrito y yo la cogí en brazos, entrando en casa con ella en mi regazo «Mi madre preguntó por ti un montóooooon de veces»

«¿Ah sí?»

«Sí, parecía muy preocupada»

Aquello me trajo una sensación de satisfacción, ya era algo que se preocupara, ¿no? Solté a Lucy que corrió a ayudar a Granny en la cocina y subí derecha a mi habitación, quería tomar un buen baño y descansar un poco antes de que Zelena llegase, por cómo conocía a mi hermana, sabía que no se iría pronto y nos quedaríamos despiertas hasta tarde, jugando a algún juego.


Me desperté al escuchar los gritos de Zelena que había llegado, mi hermana siempre fue escandalosa y al juntarse con Lucy conseguía gritar más que la pequeña en sus bromas. Tras retocarme rápidamente el maquillaje, bajé la escaleras y me encontré con las tres conversando alegremente en el sofá, me acerqué despacio y ellas me sonrieron al verme.

«Hermanita» Zelena me abrazó e hizo que me sentara a su lado «Ven, ¿qué te parece que más tarde juguemos al Twister? Tú y yo contra Emma y Lucy»

«No creo que sea una buena idea» dije un poco de mal humor «No me gustan esos juegos»

«Lo sé» ella suspiró «¿Y un cine?»

Negué con la cabeza y me sentí aliviada cuando Granny avisó de que la cena estaba lista, dejamos el asunto de lado y fuimos a la mesa. Durante un rato el silencio predominó y todas comimos con voracidad la deliciosa comida que Granny había preparado, hasta que Lucy le susurró algo a su madre, algo que pareció no agradarle. Una expresión dura apareció en su rostro al reprender a la pequeña

«Estate quieta, Lucy, y come. No tienes que dar tu opinión sobre todo»

«¡Dios mío!» Zelena exclamó revirando los ojos «¿Sabéis lo que creo? Creo que las dos necesitáis sexo»

Emma y yo miramos a mi hermana con ojos desorbitados, y ella se encogió de hombros.

«Hablo en serio, Regina hoy está insoportable y Emma pelea con la hija por cualquier bobería, eso es falta de sexo y creo que si las dos arreglarais eso, ambas podríais satisfacer vuestros deseos»

Sentí la mirada de Emma en mí y bajé la cabeza sin saber cómo salir de aquel comentario de Zelena, sabía que no estaba bromeando de forma inocente, ella tenía conocimiento de mis deseos por Emma e intentaba darnos un empujoncito a su manera. El clima, sin embargo, se volvió insoportable y acabé mi plato lo más rápido que pude. No pedí permiso para levantarme de la mesa y me fui directamente a mi cuarto, donde pretendía quedarme hasta que amaneciese de nuevo. Solo que no esperaba que alguien me siguiera.

POV Emma

Me metí en el agua de la bañera e intenté relajar mi mente, que insistía en pensar en Regina. Recordaba la suavidad de su piel, la forma en que se mordía el labio, parecía desear lo mismo que yo, pero si era así, ¿por qué se levantó de aquella manera? Cuando me desperté, ya se había ido, no dio noticias en todo el día y me sorprendí varias veces hablando en voz alta sobre eso. Mi hija me miraba algo confusa, pero no dijo nada en ningún momento.

Incluso tras mi baño me sentía incómoda con eso, pero conversé animadamente con Zelena y al escucharle proponerle a Regina que jugáramos al Twister, noté un escalofrío por mi vientre, sabía que era buena en ese juego, probablemente acabaría jugando contra la morena y ella terminaría echada sobre mí de nuevo. Pero ella se negó, Dios, estaba de tan mal humor aquel día que empezaba a afectarme a mí.

Casi escupí la comida que tenía en la boca cuando Zelena decidió decir que Regina y yo necesitábamos sexo y que podríamos organizarnos. Sentí mi cuerpo gritar que era exactamente eso lo que yo quería, pero mantuve mi boca cerrada al ver que Regina ni siquiera me miraba. Me sentí un poco mal al verla incómoda de aquella manera y no pude seguir sentada a la mesa cuando ella se levantó y se fue a su cuarto. Probablemente se quedaría allí toda la noche.

«¿Por qué vosotras tres no veis una película? Voy a intentar hablar con ella» dije mientras me levantaba

No sabía muy bien lo que haría cuando llegara hasta ella, pero no me quedaría quieta. Aunque tuviera que marcharme de esa casa al día siguiente, ya no podía soportar tanto deseo, tantas ganas. Ni siquiera llamé a la puerta, simplemente abrí y entré, cerrando tras de mí.

«Regina» dije al entrar, ella se giró hacia mí, sus ojos castaños parecían estar algunos tonos más oscuros. 

I will be thereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora