Donde nace el deseo

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POV narrador

Lucy se había puesto muy contenta por haber conocido a sus abuelos y durante los tres días en que se habían quedado en Ohio la niña los disfrutó al máximo, así como ellos disfrutaron la presencia de la nieta. Mary Margaret parecía mejorar y se pasó los días mimando a la pequeña, David la llevaba todos los días al parque y ella se apegó mucho a él. Eso hizo que Emma prometiera que volvería en breve para que la viesen de nuevo y pudieran aprovechar un poco más de la compañía mutua. En el fondo, ella nunca se imaginó que se sentiría tan bien al ver a su hija interactuando de aquella manera con sus padres.

La verdadera sorpresa, sin embargo, fue cuando Mary Margaret la llamó para charlar en la mañana que se iban a marchar.

«Hija» comenzó con cautela «sé que perdí el derecho de hablarte sobre esto, pero no puedo dejar de ver lo feliz que estás al lado de Regina» Emma pensó en decirle la verdad, pero quería escuchar lo que madre le iba a decir «Si en algún momento tu corazón duda de que ella te ama, bórrala. Ella puede mostrarse algo dura, tener esa gruesa coraza rodeándola. Pero en el fondo, nutre sentimientos reales por ti»

«¿Cómo lo sabes, mamá?» preguntó Emma con los ojos como platos

«Hija, siempre te está cuidando, de una manera u otra» ella miró a la rubia y frunció el ceño «¿No te has dado cuenta? Siempre está pendiente de ti, analizando cómo estás, si percibe que estás triste, acude a tu lado y te hace reír» Mary Margaret suspiró «Y hay otra cosa que quiero decirte, eres una madre maravillosa, Emma»

Emma asintió con la cabeza y con la disculpa de que se sentía cansada, subió al cuarto, quería pensar cuidadosamente en lo que madre le había dicho. No sabía ella que mientras estaba reflexionando, Mary Margaret llamaba a Regina para tener una conversación.

«Regina, ¿puedo hablar con usted un segundo?» la morena afirmó y la siguió hasta la cocina «Quería agradecerle que esté cuidando de mi hija y haciéndola feliz»

«Mary Margaret...» Regina comenzó a hablar, pero la otra mujer la interrumpió

«Escuche, veo a las dos cuando están juntas y eso me hace feliz» la morena la miró con una ceja arqueada «Ella está enamorada de usted de una forma tan bonita, la manera en que le brillan los ojos cuando la mira, es bonito»

«¿Usted cree?»

«Estoy segura» Mary Margaret le dio un beso en la cabeza y salió de la cocina.


Lucy durmió durante todo el vuelo de regreso a Los Ángeles y las dos mujeres hicieron todo el viaje en silencio, cada una pensando en lo que habían escuchado de boca de Mary Margaret. Al bajar en el aeropuerto, Zelena y Granny las esperaban con grandes sonrisas en sus rostros, las dos se habían acercado durante esos días y estaban ansiosas por la vuelta de las tres.

«Hermana» dijo Zelena mientras abrazaba a Regina «No imaginas lo diferente que estás»

«¿Yo?» Regina la miró confusa

«Sí, ha sido maravilloso que hayas abierto las puertas de tu corazón y de tu casa a estas tres personas. Te han hecho tanto bien, y yo he ganado una nueva amiga» señaló a Granny «Estoy tan feliz»

El viaje las dejó cansadas, principalmente a la pequeña Lucy, que tras tomar un baño, se despidió de ellas con un beso y se fue a su cuarto acompañada de Granny. Emma y Regina tomaron un baño y decidieron quedarse un rato en la sala, conversando sobre todo lo que había sucedido. Hablaban animadas sobre cómo Lucy se había sentido con los abuelos, cuando de repente, tras un chasquido, la lámpara de la sala se apagó, dejándolas en una semi oscuridad.

I will be thereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora