I will be there

Todos tenemos un pasado

POV Narrador

Tras unos días pensando en lo que haría, Emma decidió ir a Ohio a ver a su madre. Al principio, quería ir sola, pero Regina la convenció de que no sería una buena idea y como Lucy acababa de empezar las vacaciones escolares, decidieron ir las tres. También invitaron a Granny, pero la anciana creyó que sería mejor quedarse en Los Ángeles, y tras algunas llamadas, se decidió que se quedaría con Zelena mientras ellas estuvieran fuera. La hermana de Regina aceptó recibir a Granny, había hablado con la mujer algunas veces y le había encantado las historias que contaba.

Dispuesto todo así, una mañana nublada cogieron el avión que las llevaría hasta Ohio, donde los padres de Emma vivían. Lucy estaba muy animada por poder viajar, ya que según ella el viaje que había hecho aún dentro de la barriga de Emma no contaba, porque no se acordaba de haber visto ningún paisaje a través de las ventanas del avión.

Pero al ver la altura, Lucy se sintió un poco mareada y le pidió a Regina cambiar de sitio con ella, ya que la morena estaba en el asiento de pasillo. Emma, a pesar de estar tensa por la finalidad del viaje, se divirtió viendo a su hija y a Regina jugar y bromear durante gran parte del vuelo, hasta que la pequeña se quedó dormida.

«¿Estás bien?» le preguntó Regina cuando Lucy se quedó dormida

«Creo que sí, estoy nerviosa» Emma balanceó la cabeza «Regina, cuando lleguemos, no quiero que mis padres vean a Lucy. ¿Te puedes quedar con ella en algún parque hasta que yo hable con ellos? Llévala a conocer la ciudad» Regina la miró con preocupación «Te llamaré si es necesario»

La morena no le respondió, pero al bajar del avión, alquiló un coche y dejó a Emma frente a la casa de los padres, y se llevó a Lucy a dar un pequeño paseo.

POV Emma

Bajé del coche y camine lentamente hasta la puerta de la casa de mis padres, donde había vivido un día, donde había sido feliz en mi infancia. El viejo columpio donde solía jugar aún estaba allí, oxidado y balanceándose lentamente con el viento. Me detuve frente a la puerta y me quedé ahí durante unos minutos hasta reunir el valor suficiente para llamar. David abrió la puerta y yo sabía que en mi rostro había una expresión de perplejidad cuando lo miré, parecía mucho más viejo de lo que realmente era, y su rostro estaba marcado por el cansancio y la desolación.

«David» dije en tono neutro, intentando esconder el torbellino de emociones que se agolpaban en mí.

«Emma» él parecía emocionado y por un instante pensé que iba a abrazarme y di un paso hacia atrás, haciendo que él solo asintiese con la cabeza y me dejara espacio para poder pasar «Estoy feliz de que hayas venido»

«¿Cómo está Mary Margaret?» pregunté, pero antes de que pudiera responder, pude ver a mi madre sentada en el sofá de la sala, mirándome con ojos desorbitados. Si había pensado que mi padre parecía más viejo, mi madre aún estaba peor. Fui hasta ella y me agaché a su lado, agarrando su mano para que se calmase «Mary Margaret, soy yo»

«Emma» las lágrimas descendían por su rostro y me separé de ella, intentando también yo no echarme a llorar «Estás aquí»

«Sí, David me llamó y me dijo que no estabas bien, así que he venido a verlos»

Ella miró tras de mí, buscando algo y supe que quería saber sobre Lucy, pero no se atrevía a preguntar tan pronto.

«¿Cómo has estado?» preguntó David señalándome el sofá para que me sentase «Hace ya tantos años»

«Estoy bien, contando con la ayuda de una amiga»

«¿La del teléfono? Llamé algunas veces y fue ella quien atendió»