I will be there

Te amo

POV narrador

Regina abrió los ojos y estaba lista para hacer salir a las dos de su abrazo, pero al ver la escena que tenía delante, se mantuvo en la misma posición. Ambas estaban demasiado asustadas para querer moverse, ella sabía que jamás podría dejar que la pequeña Lucy viese algo tan bárbaro siendo aún una niña. A Emma, aun sabiendo que la fuerza interior de su amada era mayor que la suya propia, prefirió protegerla también, no era necesario que otra mente además de la suya guardase los recuerdos de aquella visión.

George había usado su arma para darse un tiro en la cabeza. Sin pensarlo mucho, había puesto el cañón del arma dentro de su boca y había apretado el gatillo. Su cuerpo sin vida se encontraba caído a pocos metros de las tres en un charco de sangre, proveniente del agujero que había ahora en su cráneo, que pintaba su traje claro de rojo.

Zelena soltó un grito de espanto al entrar en la cocina y se agarró a Robin, que desorbitó los ojos y colocó su mano alrededor de la cintura de su esposa, apretando levemente. Regina hizo un gesto a Zelena para que cogiera a Lucy, ella se agachó y sacó a la pequeña de los brazos de las dos, con cuidado para que no viera el show de los horrores que había allí. Emma se mantuvo abrazada a la morena, había escuchado el ruido del disparo y entendió el agarre de la otra mujer como una señal para que no mirase.

Notó que Regina la empujaba hacia arriba y se levantó con ella, aún con los ojos cerrados. Solo tuvo valor de abrirlos tras sentir las manos de la morena acariciando su rostro, señal de que ya estaban lejos de lo que hubiera pasado en la cocina. Regina la miraba con cariño, a pesar de los ojos hinchados por el llanto, cierta tranquilidad se había formado en su rostro y depositó un dulce beso en los labios de la rubia, que de nuevo se agarró a ella y lloró durante un largo rato, echando hacia fuera el miedo que había sentido al ver a su hija en manos de aquel hombre.

Lo que sucedió tras eso acabó siendo un borrón en la mente de las dos mujeres, el estado de nervios en que se encontraban era tan profundo que no pudieron darse correcta cuenta de toda la agitación de policías que hubo después. Sus mentes solo volvieron al orden después de que todo hubiera acabado y tras tener de nuevo una cocina limpia y la tranquilidad reinando en la casa. Granny se había llevado algunos puntos en la cabeza, pero estaría bien y la pequeña Lucy ya estaba corriendo con sus juguetes, por suerte lo ocurrido no la había afectado demasiado. Todos ya habían tomado un largo baño para que sus músculos se relajaran un poco.

Zelena se llevó a Granny y a Lucy para su casa, sabía que, probablemente, Emma y Regina tendrían que conversar después de todo lo que había pasado y así estarían solas. La morena subió las escaleras en busca de Emma. Tras mirar en el cuarto de la rubia y encontrarlo vacío, se dirigió a su habitación, y la vio de pie junto a la ventana, su expresión era indescifrable, y Regina dudó un poco antes de decir las palabras que estaban presas en su garganta.

«Emma» Regina la llamó y la rubia se giró hacia ella con una débil sonrisa «Hoy me he dado cuenta de cómo las cosas pueden cambiar rápidamente, en un segundo nuestras vidas pueden dar un vuelco» Emma asintió y su sonrisa pareció crecer «Así que hay una cosa que quiero, que necesito decirte ahora, porque no quiero que pases un segundo más sin saber cuánto te quiero. Emma, te amo»

Los ojos de la rubia se desorbitaron y en pocos segundos su rostro asumió una expresión de alegría, como si todo el día hubiera sido una pesadilla de la cual se estaba ahora despertando. Se lanzó a los brazos de Regina y pasó sus brazos por el cuello de la morena, besándola varias veces.

«Te amo, Regina» dijo entre beso y beso

Se quedaron abrazadas durante varios minutos, las palabras recién dichas llenaban cada esquina de la habitación, resonando alrededor de ellas como una suave música. Cuando por fin se separaron, Emma acarició el rostro de la morena con la punta de los dedos.