I will be there

Desespero

POV Regina

Mi mal humor habitual había vuelto y evité todo contacto visual con los empleados cuando llegué a la empresa. Muchos me preguntaron lo que había pasado al ver los puntos en mi cabeza, pero seguí caminando hasta mi despacho sin prestarles atención, no quería conversar con nadie, me sentía mareada, cansada y dentro de poco tendría una importante reunión con algunos socios externos.

Ya en mi despacho, organicé los papeles que llevaría a la reunión y comprobé mis emails mientras esperaba a que llegara la hora. Cuando mi secretaria vino a llamarme, yo ya estaba de pie al lado de la mesa y caminé ansiosa hasta la sala de reuniones, donde todas aquellas personas ya me esperaban. Al menos estaba con el humor apropiado para lo que tendría que contarles.

«Buenos días» dije al entrar en la sala y ellos me respondieron tímidamente. Mi hermana me miraba un poco tensa, en esas reuniones yo solía exagerar y terminaba despidiendo a alguien «no voy a andarme con rodeos y voy a lo que interesa, el rendimiento de la empresa está cayendo y como pueden ver en los gráficos que tienen delante, la Mills Company no tiene culpa alguna»

«¿Qué pretende hacer al respecto?» uno de los socios pregunto desconfiado

«Veo dos formas de resolverlo, o ustedes comienzan a hacer inversiones responsables o la Mills Company cortara relaciones con sus empresas y buscaremos nuevas personas para trabajar con nosotros, personas que sepa cómo invertir. Y siendo así...» mi móvil sonó en mi bolso y con un pedio de disculpas lo cogí, al ver el nombre de Emma en la pantalla mi corazón dio un salto «Disculpen, tengo que contestar»

Zelena vino hasta mi lado, confusa, yo jamás paraba una reunión para atender al teléfono, me giré de espaldas y me llevé el teléfono a la oreja, hablando cautelosamente.

«¿Emma?»

«¿Regina?» ella lloraba y eso hizo que tuviera que apoyarme en el borde de la mesa «Disculpe, no sabía a quién llamar y he acabado llamándola a usted, Lucy no está bien...Ella...» Emma no consiguió seguir y al momento su lloro se volvió compulsivo.

«Emma» espere a que se calmase un poco «Aguante, ya estoy saliendo para allá» colgué la llamada y me viré hacia mi hermana, que me miraba con los ojos desorbitados «Zelena, ¿puedes continuar aquí? Pido disculpas a los señores, pero ha surgido un asunto privado de extrema importancia que tengo que comprobar inmediatamente»

Salí de la sala y corrí hasta mi coche, acelerando lo máximo que pude para llegar más rápido al hospital, maldita la hora en que decidí poner a Lucy en un sitio tan alejado de la empresa. Al llegar, estacioné de cualquier manera y me fui derecha al cuarto en que Lucy estaba la última vez que la vi, pero al entrar, solo me encontré con Emma sentada en la cama, sollozaba incontrolablemente y sus ojos estaban hinchados.

«Emma» la llamé en cuanto la vi y ella corrió hacia mí, sorprendiéndome al tirarse a mis brazos.

Se agarró a mi cuello y hundió su rostro en mi pecho, llorando descontroladamente. No sabía qué hacer en una situación así y acaricié sus cabellos rubios, sintiendo el perfume que se desprendía de ellos y llegaba hasta mi nariz. Nos quedamos así durante algunos instantes y Emma tardó un poco más en conseguir calmarse lo suficiente para poder hablar.

«¿Qué ha pasado?» pregunté en voz baja, aún acariciando sus cabellos.

«No conseguí despertar a Lucy. Se sentía cansada y me pidió dormir un poco, pero el tiempo pasó y sencillamente no se despertaba, la llamé, moví su cuerpo y aun así sus ojos no se abrían. Los médicos se la llevaron para hacerle exámenes, temen que su cerebro haya mostrado alguna secuela del accidente»