Y ahí estaban ambos, esperando la tan deseada respuesta, ese día se cumplían las tres semanas desde que Yuuri se había puesto esa dolorosa inyección y esa ocasión sería su última oportunidad para ser padres y cumplir el sueño de ser una familia completa. Se encontraban de pie fuera del cuarto de baño, con sus alma prendidas de un hilo esperando un par de rayitas rosas, los cuatro minutos más largos de sus vidas...
Se sentían tan ansiosos por conocer la respuesta.Esperaban a que el tiempo pasara y las más de cinco pruebas de embarazo que Viktor había comprado salieran con las adoradas rayitas o el embarazada en algunas. Un Japonés y un Ruso se abrazaban fuertemente. Esa era la última vez, definitivamente se trataba de la oportunidad final, si el positivo no salía, sería el fín del sueño.
El nipón derramaba lágrimas con dolor en su corazón, levantó la mirada y observó a su pareja que sólo se mantenía con los ojos cerrados. En verdad sentía mucho miedo, terror de no lograr lo que tanto anhelaban, él quería tener un hijo de Viktor, regalarle esa alegría de cargar una niña o un niño con ojos azules o cabellos plateados.
—Tranquilo Yuuri, esperemos. Lo lograremos otra vez — Intentó calmarlo con voz dulce, su esposo. Yuuri sonrió intentando lograrlo. Pero sabía que Viktor también estaba asustado y ansioso. Su voz se comenzó a quebrar poco a poco hasta que sus lágrimas se derramaron junto con las de Yuuri. No sabía como reaccionaría si las pruebas dieran negativo, quería un positivo otra vez, solo uno más.
—Faltan dos minutos, Viktor... si no lo logro, ¿Te quedaras a mi lado? — Preguntó Yuuri tomando las manos del otro después de haber roto el abrazo y mirándolo a los ojos con mucho sentimiento.
—Yuuri no debe decir eso, no puede aceptar una derrota antes de que los resultados sean dados — Apretó sus manos con decisión, no lo quería desanimar.
—Serán positivas, lo verás — Intentó sonreír, no faltaba mucho para celebrar, eso esperaba desde lo más recóndito de su corazón.
➰
—¿Así que irás pasado mañana? — Inquirió el tailandés sentado en la cama —Espero que logres algo — Sonrió con cálidez, sabía los sentimientos de él.
—Sí, te veré pronto, despues de todo eres un buen amigo — Sonrió de lado y levantó los hombros un segundo mientras seguía guardando sus cosas.
—¡¿Me llamaste amigo?! — Gritó Phichit animado y sorprendido. —Cielos, cielos — En cualquier momento podría morir de la sorpresa. Sí, era algo muy difícil lograr que Yuratchka Plisetsky llamara a alguién amigo.
Chasqueo su lengua —Jamás lo volveré a hacer, maldito molesto — Rodó sus ojos al ver a su amigo saltar en su cama.
—¡Ya sé! Tomémonos una selfie para recordar por siempre éste momento — No pudo protestar pues el moreno ya tenía el celular listo en su mano y casi lo ahogaba con la otra para que sonriera.
➰
Finalmente había llegado, el tan esperado momento estaba frente a ellos, su última oportunidad. Solo tenían que abrir las puertas y ver las pruebas.
Yuuri deseaba llorar, recordó desde que comenzaron a buscar formas de ser padres.“—Bueno, tenemos un método, pero tengo que advertirles que es caro, doloroso y peligroso. No muchas parejas optan por el, pero es el único por el momento. Aunque tal vez en unos años tengamos listo una nueva forma y mucho más efectiva, podrían esperar pero no hay fecha exacta. — Mencionó el doctor a los hombres que se encontraban frente a él.
—Esta bien. Si no nos arriesgamos no lo sabremos, tal vez en un tiempo tenga a un bebé en mis manos — Fueron las palabras de Yuuri. Si quieres ganar, tienes que arriesgar. El quería un hijo.
—Háblenos más del método, por favor — Pidió Viktor, mientras las manos de ambos se entrelazaban con fuerza por debajo de una larga mesa llena de folletos.”
Ambos caminaban a pasos decididos a la puerta, tras abrirla verían las respuestas.
“Dolía mucho, ¿Ese era el infierno? su primera inyección había llegado. La entrada de la aguja no había dolido mucho, aunque era larga. Lo que en realidad se sentía horrendo fue cuando el líquido comenzó a salir de ella y a expandirse por su cuerpo. Primero sintió como con cada mililitro se quemaba y un calor intenso se adueñaba de su cuerpo, seguido de punzadas en su vientre cada vez más rápidas, sus cuerpo entero comenzó a doler mucho, como agujetas, unas muy fuertes, lo sentía pesado, le dolían tanto los huesos que pensó que quebrarlos uno por uno haría que el dolor disminuyera, su corazón comenzó a latir con infinita rápidez, sus ojos se cerraban, su espalda dolía y aún sentía como el líquido hirviente recorría su cuerpo. No soportó más y se desmayó del sufrimiento. Si tenía que pasar por ese infernal dolor para poder tener un hijo, lo pasaría, la ilusión le daría fuerzas y tarde que temprano el dolor se iría”
Tomaron el pomo de la puerta y fue guirado con lentitud. Yuuri quería brincar feliz como meses antes con una prueba en manos.
“—¡Viktor, Viktor! — Gritaba Yuuri mientras salía del baño y saltaba felíz. Su esposo despertó ante el ruido.
Somnoliento aún, se sentó a la orilla de la cama y miró a Yuuri riendo, se veía tan tierno. —Yuuri — Se levantó y lo abrazó. —¿Qué sucede? — Inquirió al ver que dejaba de gritar y comenzaba a llorar con una grande sonrisa plasmada en su rostro.
Su esposo levantó la mano y él pudo distinguir una prueba de embarazo. Se le fue el aire y con la mirada inquirió lo seguro. —¡Estamos embarazados, Viktor! —”
Sí, volvería a saltar alegre, eso quería. La puerta del cuarto de baño fue abierta por fin y las pruebas quedaron al descubierto, Yuuri las tomó todas en manos con los ojos cerrados y le dio la espalda a Viktor.
—¿Estas listo Viktor? — Inquirió con voz temblorosa y sus manos sudando ante la emoción.
Viktor suspiró. —Sí — Afirmó directo.
El chico abrió sus ojos y una a una fue revisando los resultados. Sus ojos se tornaron rojizos y llorosos nuevamente, mientras una pequeña sonrisa adornó su rostro. Comenzó a llorar y las dejó caer al suelo para después darse la vuelta y mirar a su esposo que se mantenía esperando.
—Lo siento Viktor, yo... no lo logré — Caminó rápido hasta la salida pasando al lado de su pareja pero sin siquiera mirarlo otra vez. Le había fallado.
El de cabello plateado dejó que sus rodillas se doblaran y al momento cayó al frío piso. Estaba sucediendo, ellos habían pérdido su oportunidad de ser felices, la última
Viktor no quería que fuera así, ¡El quería un hijo!, ¿Aunque no fuera de Yuuri?
“—¿Para qué nos has citado, Yuuri? ¿Es que ya tienen una ecografía? — Preguntó Mari mirando a su hermano emocionada.
Los ojos de él se volvieron acuosos y comenzaron a caer las lágrimas con rapidez, le dolía tanto la garganta no podría hablar. Se aclaró la voz y aun muy difícilmente lo dijo. —Queríamos decirles que... ya no hay bebé, mi bebé murió — No lo soportó más y corrió al lado de su madre a llorar fuertemente. A todos les dolía ver a la pareja así”
...
[ED]
ESTÁS LEYENDO
"El hijo de Yuuri" | Yuuri on Ice |
FanfictionLa pareja de famosos patinadores artísticos, conformada por Viktor Nikiforov y Yuuri Katsuki, cumplen poco más de seis años de relación amorosa mientras viven felices en Japón. Luego de tanto tiempo de estar distanciados de Yuri Plisetsky, éste dec...