20.- «Desagrado»

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Todos se encontraban un tanto tensos mientras viajaban en la camioneta. El hombre de ojos color cielo conducía con rápidez un tanto enfadado porque cada que miraba a su esposo este volteaba el rostro o no dejaba que le tocara la mano. La persona que en su vientre llevaba un bebé se encontraba en el asiento del copiloto mirando la ventana con un puchero en su boca. Atras el tailandés con su pareja y el ruso rubio, platicaban entre ellos casi en susurros.

No paso ni media de hora cuando la camioneta negra ya se estacionaba con cuidado frente a la clínica de fertilidad. Viktor bajó enojado y cerró la puerta con fuerza, esta vez siquiera ayudó a su esposo a bajar como siempre, igual no le permitía que lo tocara. Yuri bajó de atras por la puerta contraria a el mayor de todos y seguido de el bajó la otra pareja. Al final de todos el nipón descendió de forma un tanto abrupta con un suéter en mano, apenas se pusó de pie sintió que todo se movía, soltó lo que tenía y con las palmas abiertas se mantuvo estático hasta que a sus ojos las cosas dejaron de moverse.

-¿Estas bien cerdo?- Inquirió, Yuratchka mientras le pasaba el suéter que antes había dejado caer. Le miraba preocupado, pero intentando sonar un poco indiferente.

Sonrió tiernamente, digna sonrisa de una persona embarazada, tal llena de luz y brillo -Estoy bien, estoy bien, entremos- Cerró la puerta y todos caminaron hasta entrar.

Viktor solo veía desde lejos entre enojado y triste a su esposo hablando con la mujer que controlaba las citas, le explicaba que un par de horas antes había hablado con el doctor y le había concedido una cita. Después de unos cinco minutos la mujer les indicó que debían esperar un poco y tomaran asiento.

-Yuuri, ¿En este lugar tú lograste tu embarazo?- Preguntó, Phichit sosteniendo la mano de Lee con un tanto de timidez.

Asintió contento -Sí, ustedes quieren un hijo ¿No?- Miró en varías direcciones hasta dar con una puerta que decía "Información" y la señaló -Vayan por ahí y pregunten-

Phichit se pusó rojo de la emoción y asintió varías veces con euforia para comenzar a caminar sonriente con su pareja.

Yuuri se sentó esperando a que saliera la última persona y ellos pudieran entrar. Unos lugares depués se sentó el de ojos esmeralda, y Viktor se mantenía recargado en la blanca pared pues cada que se acercaba a su esposo este hacía una mueca de disgusto.

-Yuuri, ¿Estas enojado conmigo?- Soltó Viktor triste mientras se acercaba a su esposo.
Acomodó sus lentes y negó lentamente con la cabeza sin mirarle, la felicidad inundó el cuerpo de Nikiforov y corrió para abrazar con mucha insistencia a Yuuri pero este intentaba alejarse.

-Dijiste que no estabas enojado, ¿Por qué no dejas que te toque?- Pronunció con la voz entrecortada y sus ojos tristes.

-No me gusta tu perfume, huele mal, no te me acerqués me dan ganas de vomitar- La boca de Viktor se abrió demasiado y se quedó petrificado. Le provocaba ganas de vomitar a su Yuuri, y no le gustaba su perfume, ¿Qué más le podía decir? Eso le rompía su pequeño corazón -Pero no estes triste, cuando en casa te duches podrás abrazarme si no hueles tan mal-

Yuri solo se reía por lo bajo de lo que Yuuri le decía a Viktor. Le causaba mucha gracia la cara de tristeza de Nikiforov al escuchar a Yuuri decir: "No te acerques tanto" "Odio tu perfume, ¿lo cambiaste?" "Quiero vomitar" "¡Ya no te acerques, no me gusta tu olor el día de hoy!"

"El hijo de Yuuri" | Yuuri on Ice |  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora