"El hijo de Yuuri" | Yuuri on Ice |

⇨San Valentín - Viktuuri⇦

San Valentín
Viktuuri
«Sin importar el tiempo estaré contigo»

     ¿Cuántos días faltaban ya? ¿Uno o dos? Su mente se había deteriorado con el paso de los años, ya no erá igual de fácil recordar las fechas, todo se había vuelto más difícil de recordar, ese sentimiento de plenitud era difuminado día tras día, realmente se sentía triste e inservible, pero aún tenía algo que le alegraba.

La alarma sonó y de inmediato la apagó, llevaba algunos minutos esperando a que ella comenzara a molestar, pero como desde hace años le ganaba la carrera del tiempo. Estiró sus músculos poco a poco y se levantó para entrar a la ducha, dejó que las gotitas calientes rodaran por su cuerpo mientras cerraba sus ojos disfrutando de la temperatura de estas.

—Hoy es un bonito día, ¿No es así Yuuri? Dejó de nevar y la nieve de ayer se esta dispersando, el sol ya salió, tal y como te gusta— Siguió hablando mientras se duchaba, se le miraba contento —Tal vez hoy vendrá nuestra hija, ¿Seria bueno que trajera a Yuuki verdad?— No se escuchó una respuesta, solo el sonido de las gotas de agua callendo al piso del cuarto de baño, al hombre no le importó y continuó hablando con su esposo.

Cuando salió se vistió con un poco de lentitud aun platicando —Ya esta a punto de llegar la familia Yuuri, será bueno si les preparo unas galletas— se pusó sus pantuflas y una bufanda azul para salir de la habitación.

Bajó las escaleras un poco despacio para luego adentrarse a la cocina, para después sacar los ingredientes que necesitaría para preparar las galletas —¿Recuerdas Yuuri?— dejó escapar una risa —El día que me enseñaste a preparar galletas— pusó un poco de agua a calentar.

—Yuuri ¿Cómo haces las galletas? Son muy ricas, Yuuri, dame más de ellas— Extendió su mano intentando tomar una mas, sin embargo no encontro —¡Ah te las acabaste!— Le miró con un puchero de tristeza.

Comenzó a reír de la cara de su esposo, realmente era graciasa —Si quieres hago mas— se levantó para encaminarse hasta la cocina, y el peligris le siguió a unos pasos.

Observó todos los ingredientes que estaban en la mesa preguntandose para qué servía cada uno de ellos —Wow Yuuri, ¿Es divertido hacerlas?— Tantos ingredientes, usar el horno, hacer masa, se veía divertido.

—Si las haces para la persona que quieres, es realmente divertido— Sonrió y tomó de sus manos para animarlo a hacerlo también.